Marlaska ‘convence’ a la policía marroquí de que se ponga las pilas y frene la inmigración

  • El ministro ha viajado a Marruecos para solicitar ayuda con la inmigración.
  • Según pisó la tierra africana, el flujo de pateras se frenó en seco.
  • En 2006 ocurrió algo parecido y se consiguió frenar de un modo similar.
  • El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha conseguido frenar milagrosamente el flujo de pateras dirección a las islas Canarias. Los hosteleros, hoteleros y las fuerzas vivas de las islas estaban desbordadas por la llegada de miles de inmigrantes a los que no sabían ni dónde colocar. La clave era, según detallan fuentes cercanas al ministerio y algún que otro alcalde canario, que las relaciones entre España y el Ministerio del Interior marroquí eran fluidas y beneficiosas, especialmente para una de las partes. Sin embargo, la pandemia y la crisis frenó y alejó esas posturas con la consiguiente llegada de más pateras. Fue aparecer Marlaska por Marruecos y frenarse en seco la inmigración. Y ahora parece que tras esas conversaciones y la compra de un centenar de todoterrenos para la policía del país africano el problema se ha solucionado. Temporalmente, claro está.

    Lo que se hizo sobre el papel oficial no es lo importante. Marlaska y su homólogo marroquí mantuvieron el pasado viernes una reunión en el país magrebí donde el ministro del Interior solicitó ayuda para frenar la sangría de inmigrantes. Dentro del ministerio, las fuentes tienen claro que Marruecos se aprovecha de la fuerte presión migratoria para conseguir concesiones. El hecho de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le hubiera regalado a las fuerzas de seguridad marroquíes nada menos que 140 todoterrenos con todo lujo de extras para que pudieran desempeñar mejor su función, especialmente la de controlar el flujo migratorio que se siente en Canarias con especial virulencia.

    En cualquier caso, llamó la atención que después de que hubieran llegado miles de inmigrantes a las islas, Marlaska decidiera partir, tarde, a juicio de los regidores canarios con los que se ha puesto en contacto este medio, a negociar con Marruecos una forma para controlar la inmigración. No es la primera vez que esto pasa. Ya en 2006 hubo una crisis que se acabó controlando por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero con especial éxito. Pero ahora el ministro parece haber reaccionado tarde, aunque ha conseguido frenar el flujo considerablemente.

    Mientras Marlaska hablaba con el ministro de cara a la galería, hubo otros movimientos detrás entre miembros del ministerio y los cabezas de lista de las fuerzas policiales de marruecos. No es un acuerdo oficial al que se ha llegado, según informan las fuentes, pero sí uno efectivo que ha motivado a los dirigentes de la policía magrebí a ponerse las pilas y controlar mejor sus fronteras. Quién sabe si a partir de este momento habrá un mayor control o si simplemente será un breve descanso que se romperá con la llega de miles de inmigrantes.

    Las normas europeas y humanitarias impiden que se devuelvan a los africanos en caliente. Por lo que todos los inmigrantes que han colapsado las Islas Canarias tendrán que acudir a un centro especializado o encontrar la forma de regularizar su situación. Un infierno para ellos y para las fuerzas policiales españolas, así como los hosteleros, hoteleros y todas las fuerzas vivas de las islas, que han visto incluso como con la masificación demográfica el coronavirus ha hecho acto de presencia. Y no precisamente por el turismo, sino porque no hay una forma de controlar el flujo migratorio de forma satisfactoria para ambas partes. Tanto para los africanos que viven en una situación de miseria absoluta y que se echan al mar en busca de una vida mejor, como para los canarios que no saben cómo reaccionar ante tal avalancha de personas.

    Los canarios están utilizando todos los recursos con los que cuentan para afrontar la llegada de inmigrantes. Pero ya hay policías infectados, hoteles desbordados (y no por turistas) y muchos africanos durmiendo en sitios rodeados de ratas y sin un techo decente. Las autoridades canarias han desliado la idea de montar en un avión a algunos y mandarlos a la península, pero lo cierto es que Interior quiere evitar ese efecto llamada que puede suponer el ir a las islas y aparecer en el continente con un billete de avión. Habrá que esperar a ver cómo soluciona Marlaska este problema al que, según la oposición y las fueras vivas canarias, ha reaccionado tarde.