Todos los partidos dan por hecho que vendrá otra crisis, menos el PSOE

  • Pablo Iglesias y Alberto Garzón han dado por hecho que España afronta una recesión económica y que quien debe pagarla son los ricos.
  • El PP quiere explotar la imagen de "buen gestor económico" que tiene la derecha en el imaginario colectivo.
  • Más País también se ha sumado al carro y ha explotado la idea de que el país se sumirá en una crisis.
  • Algunos partidos de líneas opuestas se han puesto de acuerdo en algo. El Partido Popular y Unidas Podemos coinciden en que España está a las puertas de otra crisis económica. Durante esta campaña electoral, las dos formaciones han dado por hecho en repetidas ocasiones que el país volverá a caer en una recesión. Donde difieren es en cómo abordarla. Según el PP, ellos son los gestores que sacaron al país de la quiebra y quienes deben volver a hacerlo. Y según Unidas Podemos, quien debe pagar los platos rotos esta vez son los más ricos. El único que se resiste a aceptarlo es el PSOE, que se ha enrocado en que la economía española es la más fuerte de la Unión Europea.

    Menos el PSOE, la estrategia de campaña del resto de formaciones mayoritarias ha consistido en azuzar la crisis económica. El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ya ha avisado de que la recesión «es el gran tema de esta campaña y nadie quiere hablar de eso». Según el secretario general de Podemos, lo que hay que aclarar es «si los recortes vendrán por arriba o por abajo». Unas consideraciones a las que se ha sumado el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón.

    «En estas elecciones nos jugamos si el Gobierno va a gestionar la crisis aplicando de nuevo medidas de recorte a las familias trabajadoras o, si por el contrario, esta vez le tocará a las élites y las empresas del IBEX que se enriquecieron con la crisis”, ha afirmado este martes Garzón en una entrevista. Y al igual que el bloque de la izquierda, el PP ha querido demostrar que fueron ellos quienes sacaron a España del agujero económico.

    [td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=» 56181″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

    El líder popular, Pablo Casado, es quien ha apostado más fuerte por la estrategia del miedo. Casado ha reiterado por activa y por pasiva que el país se sumirá en una nueva recesión. Y que si esto pilla al candidato del PSOE, Pedro Sánchez, al frente del Ejecutivo, España se hundirá aún más.

    «España no merece un gobierno que mienta con la crisis y con sus terribles repercusiones sociales», ha comentado el líder del PP el pasado domingo. «La agenda pública está muy desenfocada. Por eso, hablo yo de esto (economía) y no de lo que el Gobierno pretende que hablemos», ha destacado el conservador.

    Desde la entrevista en El Hormiguero hasta cualquier mitin, Casado siempre ha recordado a los españoles que si no le votan, volverán a afrontar lo ocurrido en 2008. Según un sociólogo consultado por MONCLOA.COM, la razón por la que el líder popular ha dejado en un segundo plano otras cuestiones como la crisis catalana es porque quiere explotar la imagen de «buen gestor económico» que tiene la derecha en el imaginario colectivo. Y mientras las encuestas vaticinen una mejora en los resultados electorales del PP, Casado seguirá en sus trece.

    [td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=» 56342″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

    El otro partido que se ha sumado a esta ola de reconocimiento de la crisis ha sido Más País. El candidato del partido, Íñigo Errejón, ha trufado su mensaje electoral con píldoras de derechos sociales e impuestos a los ricos. Siempre enmarcados en la llegada de una inminente recesión. Sin embargo, Errejón no se da por absolutamente convencido, sino que atribuye a los economistas esta predicción.

    El único partido que se resiste es el PSOE. El candidato socialista y su plana mayor se esfuerzan día tras día (tanto desde el Gobierno como desde los mítines pre-electorales) en asegurar que los españoles no están en la antesala de una crisis. Según han asegurado tanto la ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, y la ministra de Economía, Nadia Calviño, España está en un proceso de desaceleración económica, pero este enfriamiento no tiene por qué ser la previa a una recesión. Según las explicaciones del Ejecutivo, lo único cierto que afronta el país es un proceso de incertidumbre causado por la guerra arancelaria entre China y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el Brexit.

    Entre tanto, los economistas coinciden con el criterio del PP y de Unidas Podemos. Al menos algunos de ellos consideran que no solo España, sino toda la Unión Europea está a pocos años de entrar en una recesión. Estos mismos expertos consideran que España es uno de los países de la UE menos preparados para resistir el envite de otra crisis. El desempleo, los bajos salarios y otras deficiencias estructurales son la causa que, según estos economistas, llevará al país a caer mal parado si el enfriamiento de la economía la llega a congelar.