Patrimonio Nacional gasta 100.000 euros en acomodar a los jefes de Estado

Las relaciones diplomáticas se deben cuidar siempre. Incluso con una pandemia de por medio. Por eso, Patrimonio Nacional ha licitado un concurso público para dar un lavado de cara a la Residencia oficial de jefes de Estado del Palacio Real de El Pardo. Y lo ha hecho en estos momentos de crisis económica y también con las polémicas que azotan a la Casa Real.

Pero lo importante es cuidar de los altos mandatarios que llegan a España. Así lo formalizan los pliegos del contrato -con un valor aproximado de 100.000 euros-, que asumen que “estas dependencias se configuran como estancias a disposición del Jefe del Estado visitante y de su sequito oficial, debiendo de estar acordes al nivel de la importancia y relevancia de sus ocupantes, combinado bienes funcionales con otros de carácter histórico en su decoración”.

Asimismo, estiman que “la antigüedad del equipamiento funcional precisa de actuaciones de mejora actualización, eficacia y ergonomía, todo ello con el objetivo de mantener las dependencias en perfecto estado de uso, acorde a los mandatarios que la utilizaran”.

Las zonas de actuación tienen su localización en los espacios asignados específicamente como dependencias de la Residencia Oficial de Jefes de Estado, en concreto: el salón del piano, la estancia Principal del Jefe de Estado: el pasillo del Sequito; el comedor de Sequito Oficial; el comedor de Autoridades; el chaflan Primera Planta del Patio de los Austrias; el comedor de oficiales; y el Salón Marrón.

Por ejemplo, en el salón del piano, con una superficie total de 135 m2, se llevará a cabo un desentelado de la tapicería actual en paramentos, desmontado mecanismo de luz y salidas de ventilación de aire, con aspirado y limpieza de paredes; así como la retirada de todos los residuos y materiales a punto limpio. También se provisionará de la confección, suministro e instalación de 20 visillos sobre pletinas en los cuatro miradores del Patio de los Austrias. Y así transcurrirán los trabajos entre moquetas y tapices.

RESIDENCIA CON HISTORIA

El Palacio Real de El Pardo se convirtió en los ’80, tras una profunda rehabilitación y restauración, en la residencia para jefes de Estado extranjeros en visita oficial a España. Fue inaugurado inicialmente en 1547 por Carlos V, y desde agosto de 1976 fue utilizado como museo, condición a la que se añadió su carácter de residencia para visitantes ilustres. El coste total de los trabajos, que duraron dos años fue de 400 millones de pesetas (2,4 M€) para la obra de restauración, y de 170 millones de pesetas (1 M€), para mobiliario y decoración.

En ese momento se realizaron nuevas instalaciones de fontanería, electricidad, megafonía, y detección de incendios, así como nuevas cocinas, con capacidad para dar una servicio de 400 comidas. En la planta principal están situados varios salones de pasos perdidos, decorados de forma dispar, donde se conjugan mobiliario del siglo XVIII, tapices del siglo XVI, y cristal y metacrilato del siglo XX, sin que se rompa la armonía clásica.

Los primeros inquilinos de la residencia oficial fueron los Reyes de Suecia, que lo estrenaron en el mes de marzo de 1983. También se esperó para ese año la llegada de un jefe de Estado muy ilustre, Fidel Castro, aunque finalmente su paso por España se retrasó y no se hospedó en este palacio