El plan futuro de Vox: moción de censura para frenar a la izquierda

El tiempo transcurre y cada vez resta menos para la investidura de los nuevos presidentes y alcaldes. La negativa de Ciudadanos a negociar y entrar en gobiernos con Vox ha abierto un nuevo escenario en el que el PP intentará buscar el apoyo de ambas partes por separado. En caso de no lograrlo, la formación de Abascal, reacia a ceder a la presión de la formación naranja, se ha atrevido a hablar ya de una nueva postura que podría repetirse si la derecha no logra ponerse de acuerdo a las primeras de cambio: la moción de censura.

Es posible que al final gobierne la izquierda en algunos sitios y posteriormente haya que hacer una moción de censura”. Son palabras de Iván Espinosa de los Monteros, que reflejan lo lejos que están los tres partidos de ponerse de acuerdo en diferentes lugares de España. Sobre todo, después de la firme posición de Albert Rivera. Vox tendrá que decidir si apoyar sin siquiera negociar, o facilitar un gobierno de izquierdas, una postura que parecen incluso haber previsto tras las palabras de su portavoz en el Congreso.

La complejidad de alcanzar pactos y sumar ha derivado en gobiernos con cierta inestabilidad. El mismo Pedro Sánchez, que se abstuvo para facilitar un gobierno de PP y Ciudadanos, posteriormente regresó al poder con una moción de censura. Vox prevé que será una forma más fácil de saltar al poder desde la oposición, y lo haría de la mano de Ciudadanos y Voz. Y, por supuesto, es una forma de ganar tiempo.

VOX NO CEDE A LA PRESIÓN DE CIUDADANOS

La primera opción de Vox, no obstante, es adquirir importancia y entrar en los gobiernos autonómicos y municipales de la mano del PP. “Sigue habiendo muchas opciones”, ha sostenido Espinosa de los Monteros. “Un gobierno del PP con Vox que apoye Ciudadanos desde fuera o un gobierno en solitario del PP que apoyen Vox y Ciudadanos desde fuera”, ha comentado el portavoz de Vox en el Congreso.

No obstante, sus ecuaciones parecen inverosímiles en estos momentos. Si bien Ciudadanos no logró el ansiado sorpasso, sí aumentó sus votos en prácticamente todos los territorios y en algunos, como Madrid, no ha estado tan lejos del PP. De ahí que la formación de Rivera pretenda a toda costa entrar en estos gobiernos e incluso que alguno de sus nombres propios gobierne.

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Desde Vox consideran que el veto de Ciudadanos es una estrategia de Rivera para abrirse a un pacto con el PSOE. Sin embargo, y pese a dejar la puerta abierta a los socialistas que renieguen de Sánchez, lo cierto es que el Comité Ejecutivo de Ciudadanos dejó claro que su principal socio sería el PP. Queda por ver si su arriesgado plan de marginar a Vox resulta un acierto, o si por el contrario la izquierda termina por beneficiarse de esa falta de entendimiento en una derecha que debate a contracorriente.