Casado tampoco se corta y busca un estado de alarma de dos meses

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, tampoco se ha quedado corto. En su nuevo viaje hacia el centro-derecha, parece acercar posturas en cierto modo con el Gobierno en algunas cuestiones. Por ejemplo, la de priorizar las restricciones frente a la economía para evitar el avance del virus, por eso el PP, a diferencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que quiere un estado de alarma de seis meses, ha exigido que sea tan solo de dos, es decir, hasta el final de las Navidades. Así lo ha anunciado este lunes el partido de Casado mientras denunciaba que el plan de Sánchez es excesivo.

Que el Partido Popular y el PSOE se pongan de acuerdo en este asunto significa que al menos habrá estado de alarma y restricciones (como el toque de queda) hasta diciembre. Ocho semanas de plenos poderes para el Ejecutivo y de restricciones que buscan nada menos que controlar una pandemia cuya segunda ola ya se deja notar en Europa. Sin embargo, este anuncio del PP no ha gustado a algunos comerciantes, especialmente a los hosteleros, que ven como van a tirar a la basura este año.

El Partido Popular ha asegurado que apoyará el plan e Sánchez si “se acomete de una vez el plan b jurídico alternativo”. Pero para los populares solo darán sus votos a los plenos poderes de Sánchez si accede a “limitar el plazo del estado de alarma» a «un máximo de ocho semanas”, vamos, hasta después de Navidades. “La alarma es una excepcionalidad constitucional que tiene que ser tasada en el tiempo», ha comentado Casado en el Congreso, «y siempre tiene que estar sujeta a un control parlamentario”.

El problema es que esta decisión del Partido Popular les acerca mucho más al Gobierno de lo que les gustaría. Tras el discurso brillante de Pablo Casado del debate de la moción de censura, el PP ha visto cómo miles de alabanzas llegaban a ellos sin comerlo ni beberlo y ahora tienen el horizonte de convertirse en un partido moderado, de centro-derecha. Es por eso que se han lanzado a apoyar un estado de alarma de meses pese a que la postura de Casado no era precisamente amable con esa idea.

Ahora, el único partido que pretende aprovechar ese vacío político que ha dejado el presidente del Partido Popular ha sido Vox, que recurrirá previsiblemente y tal y como han anunciado el estado de alarma porque “el toque de queda es una medida del siglo XVI”.

La idea de aprobar este estado de alarma es para dar cobertura a las limitaciones de movilidad que el Gobierno pretende aplicar en los próximos meses. El PP espera que el Ejecutivo sea capaz de desarrollar una fórmula nueva que permita aplicar esta limitación de movimientos y de contactos sin necesidad de dar plenos poderes al presidente del Gobierno. Y esperan que lo hagan en esas ocho semanas que darán de cobertura al presidente.

Hasta el momento, el único partido que se ha erigido como defensor de las libertades individuales de los españoles es Vox, que parece haberse olvidado de que la única forma por el momento de controlar la pandemia es limitando la movilidad, tal y como aseguran los expertos. “Estamos en la indefensión absoluta y la incertidumbre”, ha criticado Santiago Abascal mientras detallaba que las medidas anunciadas por el Ejecutivo no resuelven “nada” y que además generan “más problemas”. “El toque de queda es una medida del siglo XVI y necesitamos iniciativas el siglo XXI”, ha sostenido el presidente del partido.

Con esta nueva estrategia, Vox espera a raíz de la moción de censura poder robarle al PP más votantes de los que se espera. De hecho, que abrieran el pasado sábado sus sedes para conseguir nuevos afiliados no es baladí, pues las lecturas internas les hacen pensar que van a conseguir más votos tras la moción, aunque las encuestas digan lo contrario.