Robles exhibe su inquina personal hacia Lesmes y le sitúa como enemigo del Gobierno

  • La ministra de Defensa ha criticado que Lesmes hiciera pública su conversación con el Rey.
  • El monarca aseguró que le hubiera gustado estar en la entrega de despachos de la que fue vetado.
  • Robles ha criticado a Lesmes y ha asegurado que su intención era arremeter contra el Ejecutivo.
  • La ministra de Defensa, Margarita Robles, se ha cansado de permanecer en el anonimato mediático al que había sido sometida y ha lanzado un ataque indiscriminado al presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, para volver a ser portada. Esto es fruto de su inquina personal porque Lesmes, tras aplicar la ley, le quitó a Robles su condición de magistrada del Supremo y rompió su sueño de ocupar su cargo. En este caso, y con cierto retraso, ha asegurado que el hecho de que el presidente del Consejo General del Poder Judicial hiciera «pública» la conversación con el Rey en la que Felipe VI le aseguraba que le «hubiera gustado» estar en la entrega de despachos a los nuevos jueces de la que fue vetado es un ataque directo al Gobierno.

    «Hay un pacto entre todos de que las llamadas privadas del Rey no se explican, y cuando el señor Lesmes habla de esa llamada privada y lo cuenta públicamente, lo hace con una finalidad clarísima, que es criticar y poner en cuestión al Gobierno de la nación», ha asegurado con contundencia en una entrevista en Espejo Público (Antena 3) la Ministra de Defensa echando por tierra el respeto institucional entre los diferentes poderes del Estado. Pero lejos de intentar apaciguar y calmar la relación entre el CGPJ y el Gobierno, Robles quería poner en el punto de mira al presidente del Supremo, y lo ha conseguido.

    El presidente del Consejo General del Poder Judicial no ha querido contestar a estas afirmaciones. Pero lo cierto es que solo el Consejo parece mantenerse al margen de esa pelea en el barro a la que el Gobierno pretende arrastrarles. Pero el veto al Rey está dando mucho que hablar y el Gobierno parece estar empeñado en taparlo con ataques a otras instituciones. «Es un punto fundamental que da solidez a España, consistencia y proyección internacional en la que el papel de rey Felipe VI es impecable«, ha asegurado Robles poco después de que su Ejecutivo hubiera utilizado la agenda del Rey como moneda de cambio para complacer a los independentistas.

    Robles ha estado todo el verano completamente desaparecida. Pero su reaparición ha llamado la atención porque no ha perdido el tiempo en criticar a sus compañeros de profesión y exhibir su mala relación con Lesmes, a quien no ha tenido en consideración a la hora de hilvanar una teoría conspiratoria que solo busca proteger al Gobierno de la realidad: que el Ejecutivo vetó a Felipe VI como guiño a los independentistas de cara a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado.

    «Ese no es el papel que le es exigible al presidente de uno de los poderes del Estado, en este caso el poder judicial», ha insistido Robles en la entrevista en la que se ha centrado más en Lesmes que en los problemas que le competen a nivel de Defensa. «El papel del rey es absolutamente impecable. No hacemos ningún favor al país cuando ponemos en cuestión a la monarquía«, ha asegurado. Pero lo cierto es que el gesto del PSOE no ha gustado en absoluto en la Casa Real y la llamada del Rey en la que aclaró que le hubiera gustado estar en la entrega de despachos a los nuevos jueces dejó claro que la decisión de no estar vino del Ejecutivo.

    Estas declaraciones de Robles se producen en un contexto difícil para el Congreso, pues su incapacidad de llegar a acuerdos mantiene el CGPJ con la misma dirección desde diciembre de 2018 y hasta la Unión Europea ha tenido que tirar de las orejas al país para recordarle que tiene que renovar la cúpula del Consejo.

    «Hay materias de Estado en las que no es aceptable para un partido que tenga vocación de Gobierno», ha dicho la ministra con vistas a criticar al presidente del Partido Popular, Pablo Casado. Sobre el PP ha criticado también que «el principal partido de la oposición esté utilizando al CGPJ«, algo que considera un hecho «muy grave desde el punto de vista de una democracia».

    En este contexto, también se han deslizado críticas al CGPJ por seguir la agenda que le corresponde estando en funciones. Según el criterio del Gobierno, el Consejo debería paralizarse hasta que los representantes parlamentarios tengan a bien ponerse de acuerdo y, si los vientos políticos soplan a favor, se dignen a renovar el CGPJ. Hasta entonces, lo mejor, según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es parar la maquinaria de la Justicia.