El escaño que lo cambia todo: Sánchez necesitaría la abstención de Bildu

El recuento de la Junta Electoral ha otorgado un diputado al PP en Vizcaya, en detrimento del PNV. Un movimiento que afecta a la posible investidura de Pedro Sánchez. Tras el no de Ciudadanos, y con la previsible negativa de Ana Oramas (CC) a dar su voto a una coalición integrada por miembros de Podemos, el presidente del Gobierno en funciones necesita ahora la abstención de EH Bildu, además de ERC.

El pacto entre el PSOE y Unidas Podemos para un gobierno de coalición que firmaron este martes el presidente Pedro Sánchez y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, parte con 155 votos en el Congreso y para superar la sesión de investidura necesitaría sumar a otras fuerzas.

Según establece la Constitución, para ser investido presidente se necesita mayoría absoluta en una primera votación, es decir, 176 síes, o bien mayoría simple (más votos a favor que en contra) – en una segunda.

Esa mayoría absoluta exigiría a PSOE y Unidas Podemos sumar a sus 155 diputados un total de 21 votos, lo cual parece muy improbable ya que se trataría de añadir a formaciones que se han declarado antagónicas entre sí.

ABSTENCIÓN DEL PP, SÓLO TEÓRICA

A partir de ahí, lo más factible es pensar en la segunda votación, contar con más votos a favor que en contra. Aritméticamente, la opción más sencilla es que el principal grupo de la oposición, el PP, optara por la abstención, aunque esta posibilidad ha sido rechazada tajantemente por la dirección de los ‘populares’.

También teóricamente el acuerdo tendría más fácil salir adelante si contara con el apoyo de Ciudadanos, aunque este partido tiene anunciado que no respaldará un acuerdo con Podemos y, por su parte, los ‘morados’ se declaran incompatibles con los ‘naranjas’.

Sánchez e Iglesias deberán, por tanto, tejer apoyos para ir sumando en un Congreso fragmentado con casi veintena de partidos, récord de grupos parlamentarios y 21 diputados de doce formaciones distintas en el Grupo Mixto.

A la vista de las posiciones marcadas en campaña, el pacto de PSOE y Unidas Podemos podría recabar el apoyo del diputado de PRC, que ya firmó un acuerdo con Sánchez en mayo; de los tres representantes de Más País y Compromís, proclives a un gobierno progresista; de los nacionalistas del PNV, que no han ocultado su disposición a negociar; del diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, que ya fue socio del PSOE en 2016; y del de Teruel Existe, que quiere facilitar la gobernabilidad.

LA ABSTENCIÓN DE CS, INSUFICIENTE

Con todos ellos, y tras el reajuste de Vizcaya, ya sumarían 167 escaños, a nueve de la mayoría absoluta, y desde ahí sería factible superar la investidura gracias a la abstención de otras formaciones. Socialistas y morados esperan sumar un voto más, el del diputado del BNG, que quiere desbloquear la situación y que reclamará compromisos con la agenda gallega, lo que llevaría a un total de 168 votos a favor.

Frente a ellos, en el ‘No’ ya están situados los 52 de Vox y los ahora 88 del PP y uno de Foro, y todo apunta a que tampoco ayudarían a un Gobierno de PSOE y Podemos los dos diputados de UPN (Navarra Suma), y los diez de Ciudadanos. En el voto en contra también se ubica a Junts per Catalunya, al menos así ha sido hasta ahora, así como a la CUP, cuyo lema de campaña es hacer a España «ingobernable». Todo ellos representan 163 votos, lo que ratifica ese escenario donde la llave la tienen los demás independentistas.

SÁNCHEZ NECESITA A BILDU

En ese escenario de 168 síes frente a 163 noes, será determinante el voto de Coalición Canaria, cuya diputada, Ana Oramas, ha venido rechazando todo acuerdo con Podemos, y la posición de los independentistas de ERC, pero también de EH Bildu.

Incluso si PSOE y Podemos logran la abstención de ERC y de CC, no será suficiente si Bildu vota en contra y eleva los ‘noes’ a 168. Necesitarán, por tanto, convencer también a la coalición que lidera Arnaldo Otegi.