Sánchez gana y podrá pactar con más comodidad su Gobierno

El PSOE de Pedro Sánchez ha ganado las elecciones con 123 diputados y podría formar Gobierno con Unidas Podemos, En Comú Podem y sin tener que contar con los nacionalistas en la segunda votación de la investidura. Los socialistas capitalizan el aumento de la participación, que alcanzó el 75%.

Pablo Casado ha protagonizado la rotunda derrota del Partido Popular, que ha pasado de 137 a 66 diputados y ha perdido casi la mitad de los votos obtenidos en 2016. La gran incógnita de la noche electoral, la entrada de Vox en el Parlamento, se ha saldado con 24 escaños y se ha quedado en el 10% de los votos. Ciudadanos, por su parte, se acerca con 58 escaños a menos de un punto porcentual y 200.000 votos del Partido Popular, disputándole de esta manera el liderazgo de la derecha.

Los partidos nacionalistas han obtenido un incremento muy importante de sus resultados. Entre ellos destaca Esquerra Republicana de Catalunya, que ha pasado de 9 a 15 diputados. Por su parte, PNV consigue un diputado más y EH Bildu pasa de 2 a 4 diputados.

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Por su parte, Unidas Podemos se queda en 42 diputados. Pablo Iglesias se encuentra lejos de los 71 escaños obtenidos en 2016, aunque será decisivo en la formación de Gobierno. La coalición morada ha sufrido la concentración del voto de la izquierda, que se ha movilizado ante la posibilidad de un Gobierno que, al modo del andaluz, tuviera el apoyo de Vox.

Pedro Sánchez consigue de esta manera convertir al PSOE, con diferencia, en el primer partido de España otra vez. Los socialistas casi duplican los escaños y votos obtenidos por el Partido Popular. Albert Rivera se ha convertido en el superviviente de la noche entre las filas de la derecha, ya que ha conseguido pasar de 32 a 57 diputados.

El líder socialista puede volver al palacio de La Moncloa para gobernar con una tranquilidad de la que no pudo disfrutar en la anterior legislatura, en la que llegó al poder con tan solo 85 diputados, tras una moción de censura que defenestró a Mariano Rajoy, que basaba su Gobierno en el poder que le daban 137 diputados.

«CON RIVERA, NO»

La remontada de Sánchez supone también el refuerzo de su liderazgo, algo por lo que pocos podrían apostar cuando tuvo que dimitir como secretario general de su partido hace dos años y medio. Ahora le queda conseguir los apoyos para formar Gobierno. En la calle Ferraz sus seguidores le gritaron «¡Con Rivera, no!» insistentemente. Sánchez les respondió que «nosotros lo que no vamos a hacer es poner cordones sanitarios» como puso Albert Rivera respecto al PSOE.

A pesar del valor de su vuelta al ganar las primarias en su partido, el resultado electoral de 2016 le colocaba en una posición muy frágil, al obtener su partido el peor resultado de su historia. Sánchez deja atrás aquellos momentos y puede presentar ahora unas credenciales sostenidas por siete millones de votos.

La renovación en las filas populares, encabezada por Pablo Casado, no ha conseguido hacer frente con solvencia al previsible mordisco que iba a sufrir por parte de Vox y por el crecimiento de Ciudadanos. El resultado electoral del PP se encuentra por debajo del que pronosticaban las encuestas, incluida la del CIS, que le daba entre 66 y 76 diputados. El resultado es el peor obtenido por esta formación en toda su historia. Casado mostró su deseo de que el PSOE no pacte con los independentistas para formar Gobierno. El líder del PP culpó al sistema electoral de buena parte de los malos resultados cosechados.

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Ciudadanos consigue mejorar claramente sus resultados respecto a las elecciones de 2016 y por poco no consiguen rebasar al PP. Albert Rivera subrayó que su partido se ha convertido, no obstante, ya la segunda fuerza política en varias comunidades autónomas. El líder de Ciudadanos consideró una mala noticia el probable acuerdo político que lleve al Gobierno a Pedro Sánchez con el apoyo de Unidas Podemos y los independentistas.

Vox celebró su entrada en el Congreso como un triunfo. Santiago Abascal avisó en una alocución ante sus seguidores que no aceptarán una reforma constitucional que permita un referéndum. Pablo Iglesias consideró los resultados como “suficientes”, a pesar de perder 30 escaños, “para frenar a la derecha y extrema derecha” y formar un Gobierno de coalición, para lo que consideró a su formación “imprescindible”.

Una de las claves de la noche electoral ha sido el movimiento pendular del voto en Cataluña y Andalucía. En esta última comunidad, los votantes socialistas han dejado la abstención que permitió ganar a los partidos de derecha en las pasadas autonómicas. Medio millón de andaluces más han votado al PSOE en estas elecciones generales respecto a las andaluzas.

Otra de las trincheras más importantes de la batalla electoral se encontraba en Cataluña, donde ERC ha visto cómo sus votantes son ahora el 50% más que en 2016. ERC capitaliza así la reacción de los votantes catalanes al juicio del procés, que se ha seguido celebrando durante la campaña electoral. Ciudadanos, brillante ganador de las últimas autonómicas con 1,1 millones de votos, sólo ha conseguido 460.000 ahora en las generales en esta comunidad.