Sánchez obliga a Campo a defender la reforma para renovar el CGPJ aunque no la comparta

  • Juan Carlos Campo es la cara visible de la reforma de ley que pretende forzar la renovación del Consejo.
  • Ahora se necesita una mayoría de tres quintos, Sánchez quiere hacerlo con mucho menos.
  • Campo también ha tragado con el veto al Rey en la entrega de despachos.
  • El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene su férreo liderazgo en el partido y ha obligado a más de uno a tragarse su orgullo y predicar con ideas que no comparte. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, es uno de los socialistas que más ha sufrido el arrollador liderazgo de Sánchez. El ministro ha pasado por el aro tantas veces que incluso los suyos no entienden qué ha pasado. Especialmente en referencia al veto al Rey en la entrega de despachos a los nuevos jueves o con la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), dos puntos en los que Campo se ha visto obligado a mantener una posición que no comparte en absoluto por complacer al partido. Todo a pesar de que le esté costando la buena relación que tenía con los jueces, sus colegas de profesión.

    Sobre la relación del Gobierno con el Consejo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, tiene mucho que decir. Si Campo se ha visto en una encrucijada y ahora se ve inmerso en un proyecto de ley que permita renovar la cúpula del CGPJ con una mayoría absoluta (y no de tres quintos de la cámara, como está ahora) en contra del criterio de los jueces, es en parte por culpa de Robles. Campo traga. Y lo hace porque el partido y el criterio de Sánchez así lo requieren, pero pocos se creen que el ministro de Justicia esté a favor de renovar el Consejo a golpe de mayoría política. De hecho, los propios jueces ya se han manifestado en contra de esta medida. Todos, menos Campo, a quien le pesan más los galones políticos que los judiciales en este instante.

    Además de la cuestión relacionada con la renovación del Consejo, también queda el detalle de no haber permitido al Rey acudir a la entrega de despachos a los jueces. El ministro, a pesar de que aseguró que los asistentes al acto se habían “pasado tres montañas” al gritar con efusividad “¡viva el Rey!” al final de la entrega para recalcar su rechazo a la decisión del Ejecutivo, nunca estuvo de acuerdo con vetar al monarca de este acto donde la figura de la cabeza de la Casa Real siempre había estado presente desde que se celebra este evento. Pero, como siempre, Campo tuvo que tragar con la doctrina de partido ante los suyos.

    Campo se ha visto obligado incluso a responder en el Congreso sobre el veto al Rey. Cuando el diputado del Partido Popular Carlos Rojas elevó esta primera semana de octubre el tono exigiendo aclaraciones, Campo callaba. Y cuando le exigían una respuesta clara sobre quién decidió vetar al Rey, el ministro no abría la boca. Por supuesto, Campo no comparte esta decisión tomada desde arriba, pero sabe que le toca darlo todo por el partido en general y por Sánchez en particular.

    Lo del Rey es agua pasada, aunque parece que le está costando irse por el desagüe. Sin embargo, el proyecto de ley para renovar el CGPJ está muy reciente. Campo es contrario, pero su lealtad a los suyos le hará presentar el proyecto e incluso defenderlo ante las cámaras. Ya ha dado sus primeras palabras en este sentido. “Hubiera preferido el CGPJ no hubiera hecho nombramientos”, ha comentado este lunes Campo en una entrevista en Onda Cero en referencia a los nombramientos que han realizado los vocales pendientes de renovación.

    Todo, para poco después insistir en que el Partido Popular “es quien tiene la llave” de la renovación para echar balones fuera sobre la cuestión que aterra a los magistrados: que con una mayoría absoluta baste para renovar el Consejo General del Poder Judicial, y no con una mayoría de tres quintos de la cámara del Congreso y del Senado, tal y como se requiere ahora.