Torra achaca al Gobierno la crisis en residencias

El presidente del Govern, Quim Torra, ha responsabilizado al Gobierno de la crisis sufrida en las residencias de ancianos en Cataluña –donde se dio el grueso de las muertes durante la pandemia de coronavirus–, por la «infrafinanciación» en dependencia del Ejecutivo central.

«La infrafinanciación del estado Español en general y también en el ámbito de dependencia ha sido un condicionamiento de estos resultados: años y años de vulnerar la ley de dependencia no asumiendo la responsabilidad que les obliga la ley», ha dicho en su intervención en el pleno monográfico sobre la gestión de las residencias para ancianos y gente con discapacidad durante la pandemia de Covid-19.

Torra ha explicado que la crisis que se ha dado en los asilos catalanes se ha vivido en toda Europa y también en el resto de España, y ha enumerado una serie de comunidades autónomas asegurando que, en la mayoría de casos, la situación ha sido «peor» que en Cataluña.

Torra ha vuelto a defender la transparencia de su Ejecutivo a la hora de dar cuenta de las cifras de muertos tanto en residencias, como de fallecidos en sus casas y en los hospitales, y ha asegurado que el Gobierno de Pedro Sánchez «ha cerrado en falso» el balance de muertos.

Ha exigido a todas las formaciones representadas en el arco parlamentario «no hacer partidismo» con la situación sufrida en las residencias, que son competencia de la Generalitat, aunque, antes de la intervención de las formaciones, ha asumido que serán críticas con su gestión.

GESTIÓN DE LA CRISIS

Torra ha repasado la gestión que la Generalitat ha hecho de las 1.053 residencias catalanas que albergan a 64.000 personas, cuya media de edad es de 84 años, de las que el 90% tiene enfermedades previas, en una comunidad donde mueren 11.000 ancianos al año.

Una gestión que, entre otras cosas, llevó a Administración pública a controlar primero las visitas para luego restringirlas y a hacer el control de las personas que acudían a los centros, y que llevó al presidente a reordenar los departamentos trasladando la competencia de los asilos de la Conselleria de Asuntos Sociales y Familias a la de Salud en mitad de la pandemia.

Ha afirmado que el Govern «fue más tarde» de lo que se quería en la distribución de equipos de protección individual (EPI) en los centros residenciales catalanes durante la pandemia del Covid-19.

Una situación que atribuye a la compra centralizada y la distribución que realizó el Gobierno central de este material, que considera que «fue una decisión nefasta que tuvo consecuencias en la gestión de la pandemia ya fuese en residencias u hospitales».

ACCIÓN POLÍTICA

Ha hecho un llamamiento a poner en el centro de la acción política de su Ejecutivo a las personas, su salud y sus vidas, y ha asegurado que no es utilizará por parte del Govern «esta desgracia dentro de las residencias como una arma partidista de acción política», ya que cree que hacerlo deterioraría la opinión pública entorno de este sector.

Además, ha asegurado que el Covid-19 ha demostrado la importancia de nutrir al sector social de Catalunya, ya que a su juicio es «uno de los actores principales para hacer frente a la pandemia» y ha solicitado repensar el modelo asistencial actual.

SEGUNDA OLA

«Ahora no podemos relajarnos en absoluto, y sobre todo en las residencias; como dijo la consellera de Salud, Alba Vergés, tenemos que reforzarnos en el caso de una segunda ola», ha dicho, y para conseguirlo ha puesto en valor el Plan de Contingencia aprobado por el Govern.

Ha destacado que con este plan se ha dotado de casi 100 millones de euros para blindar a los centros residenciales en caso de una segunda ola de contagios, con el fin de «actuar con la máxima celeridad y frenar los contagios».

También ha señalado que en el plan se prevé el incremento de los profesionales sanitarios tanto en residencias como en los centros de atención primaria (CAP), concretamente en estos últimos con un refuerzo de 450 profesionales más y una inversión de 15 millones de euros.

«Solo con el análisis de la acción hecha es posible corregir o mejorar la gestión. Tenemos que saber escuchar y entender la lección de estos días: las campanas no doblan por ellos, sino por nosotros, para recordar el sueño de cada una de estas personas que ahora ya no están», ha dicho.