Villarejo fracasa en su último asalto: seguirá en prisión

  • La Audiencia Nacional ha rechazado el recurso contra la prórroga de prisión preventiva presentado por Villarejo.
  • La Sala de lo Penal sostiene que aún persiste riesgo de fuga y termina con la pretensión del excomisario de salir en libertad.
  • Recuerda que existe todavía mucho material del sumario de la causa por analizar.

El excomisario jubilado José Manuel Villarejo ha vuelto a ver chafadas sus pretensiones de libertad. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha rechazado el recurso presentado por el antiguo policía en contra de la prórroga de prisión dictado por el titular del Juzgado Central de Instrucción, Manuel García Castellón. 

De este modo, el personaje principal de la macrocausa denominada Operación Tándem, que está siendo investigado por delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, cohecho, revelación de secretos, falsedad documental, tráfico de influencias, encubrimiento, extorsión y contra la hacienda pública, seguirá en prisión provisional hasta el máximo legal de cuatro años.

Los magistrados de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional justificaron su decisión en que, a su juicio, aún persiste el riesgo de fuga de Villarejo tanto por sus conexiones en el extranjero como por la capacidad económica que se le atribuye en los oficios policiales.

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Asimismo, la medida cautelar se sustenta en la “necesidad de evitar la alteración u ocultación de pruebas”, después de que el investigado asegurara el mes pasado que guarda en su poder 100 veces más material del hasta ahora incorporado al sumario. Una cantidad ya de por sí ingente que los investigadores van desencriptando muy poco a poco. Por el momento, no han conseguido descifrar ni la mitad y, solo con eso, ya existen 18 piezas separadas en el caso.

El auto menciona expresamente este material intervenido y la circunstancia de que “aún no ha sido analizado totalmente”, al tiempo que explica que mantener a Villarejo en la cárcel de Estremera ayudará a “evitar la reiteración delictiva” que podría infringir sirviéndose de “sus actividades empresariales” 

RECURSO RECHAZADO

Al contrario de lo que alegaba el antiguo policía, la Audiencia Nacional no considera que la prórroga de prisión —adoptada tras cumplimentarse el pasado noviembre el primer plazo máximo de dos años de prisión preventiva sin que medie juicio oral— vulnere el derecho del comisario a ser juzgado en un plazo razonable ni disponer de tiempo y medios adecuados para su defensa.

El recurso sacaba a colación ambos puntos amparados por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de la ONU y el Convenio Europeo de Derechos Humanos, pero la Sala insiste en que no ha habido infracción de ninguno de ellos.

Además, tampoco acepta la nulidad que pedía el recurso basándose en su estado de salud. El documento esgrimía que se habían vulnerado los derechos de Villarejo porque fue medicado para provocarle una «bajada artificial» de la tensión que en apariencia le permitiese acudir por videoconferencia a la vista en la que el instructor decidía si acordaba la prórroga, sesión en la que no se admitió la testifical de un médico que él solicitaba. 

Pero no ha servido. Para los magistrados la prisión preventiva es “la medida cautelar adecuada a las condiciones del apelante” teniendo en cuenta “la dimensión de la investigación, el tiempo que se está invirtiendo en ella, que precisa cooperación judicial internacional y el análisis de material informático encriptado, entre otros, que lleva tiempo”.

PERSISTEN LOS INDICIOS DE CRIMINALIDAD

De acuerdo con el auto, “los indicios de criminalidad que existían contra Villarejo no se han desvanecido”. “Persiste riesgo de sustracción a la acción de la justicia del apelante y su aparente capacidad para hacerlo, tanto por las conexiones en el extranjero como por la capacidad económica que se le atribuye en los oficios policiales», asegura.

En el auto del pasado octubre en el que García Castellón acordó la prórroga de prisión, el juez recordó que el imputado tiene atribuidos hasta treinta delitos -como cohecho, organización criminal, blanqueo de capitales, extorsión, encubrimiento, falsedad documental o revelación de secretos- lo que, a su juicio, podría ser un criterio suficiente para su mantenimiento en prisión dado las “elevadas penas a las que se enfrenta” que aumentan ese “evidente” riesgo de fuga.

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Además, en ese documento, de veinte páginas de extensión, el juez puso de relieve el patrimonio inmobiliario valorado en 16 millones de euros que Villarejo posee tanto en España como en el extranjero y que podría utilizar para “sustraerse de la acción de la Justicia, para cometer nuevos delitos o destruir fuentes de prueba que en la actualidad se están investigando”.

En este sentido, también destacó que el propio imputado ha afirmado en numerosas ocasiones disponer de varias copias del material incautado y que está siendo desencriptado.

De poco le han servido a Villarejo las múltiples amenazas que ha ido vertiendo a lo largo de sus más de dos años en prisión para tratar de salir en libertad. Por el momento, tendrá que seguir la instrucción de García Castellón desde Estremera a la espera de la celebración del juicio oral de cada una de las piezas separadas en las que está involucrado.