La voladura incontrolada de Coalición Canaria: Oramas es el síntoma

  • Esta fuerza nacionalista nacida en 1993 camina hacia una obligada refundación.
  • Coalición Canaria disfrutó durante sus primeros 26 años de vida del poder en su tierra.
  • Pero en 2019 perdieron sus principales bastiones y la falta de un liderazgo claro está pasando factura.
  • Todas las fuerzas del nacionalismo periférico se encuentran ante una dicotomía fácilmente resoluble: chauvinismo o ideología. El PNV nunca ha tenido duda: son capaces de apoyar un presupuesto de Rajoy y una moción de censura contra Rajoy en apenas quince días. Menos claro lo tiene Coalición Canaria.

    Para comprender las particuliaridades de Coalición Canaria hay que viajar a sus orígenes: en 1993 una moción de censura contra el socialista Jerónimo Saavedra unía a la conservadora Agrupación Tinerfeña Independiente (ATI) con restos del CDS, rebotados del PCE, nacionalistas que venían del exilio y a exóticos insularistas.

    Este heterogéneo caldo de cultivo se mostró como muy eficaz a nivel electoral: entre 1993 y 2019 Coalición Canaria se mantuvo en el poder a pesar del surgimiento de una escisión progresista focalizada en Gran Canaria, Nueva Canarias, y a pesar de los triunfos autonómicos del socialista López Aguilar, 2007, y del popular José Manuel Soria, 2011.

    Pero los últimos años Coalición Canaria era un cadáver andante: Fernando Clavijo, presidente autonómico hasta el 26-M, está acosado por varios casos de presunta corrupción en los juzgados y nada más conocer que el PSOE le quitaba el trono maniobró para ‘huir’ a Madrid con la intención de atrincherarse gracias al aforamiento que le proporciona su nueva acta de senador.

    ANA ORAMAS, EL SÍNTOMA DE LA QUE SE AVECINA

    Amplios sectores progresistas que nadan en Coalición Canaria otorgan a esta fuerza una ideología transversal. Pero, es evidente, el sector conservador se ha adueñado de la sala de mandos del partido y Ana Oramas, en el Congreso desde 2007, es la gran representante de la derecha chicharrera que no traga al PSOE y menos aun a Podemos por las simpatías pretéritas de Iglesias hacia Hugo Chávez, ‘el demonio’ para la colonia caraqueña que vive en Santa Cruz.

    Oramas desoyó hace unos días al Consejo Político Nacional, que le exigía abstenerse ante Sánchez después de que el PSOE aceptase el 90% de la ‘agenda canaria’ marcada por Coalición Canaria y Nueva Canarias.

    [td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»69362″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

    Pero la diputada, considerada como cercana ideológicamente a Vox, se negó tras tirar de principios: «Por encima de mis intereses personales y los de mi partido están los de mi país». Su «país», claro está, no es Canarias, cuyos símbolos independentistas son utilizados por una fuerza en realidad regionalista como Coalición Canaria: el país de Oramas es España.

    COALICIÓN CANARIA, HACIA LA REFUNDACIÓN

    Oramas se explicó en el Congreso: «He sido militante durante 25 años y tenía que haber buscado la forma de que mi partido supiera previamente cuál era el sentido de mi votación y mi decisión individual a través de los órganos del partido y no en la forma en la que lo hice«.

    La diputada no se dejó querer por el PP y Vox: «Los que hoy me dicen que soy una valiente y una Juana de Arco son los que antes me llamaban vendida y corrupta. Ni soy una facha, ni esta gente del PSOE ni de Podemos están con los terroristas. ¿Qué está pasando? No podemos contribuir a esto».

    Coalición Canaria
    Ana Oramas, portavoz de Coalición Canaria en el Congreso de los Diputados

    Y remató: «Ni mis compañeros de partido ni el PSOE ni nadie se merece lo que está pasando en las últimas horas y pido que todos seamos capaces de recuperar la tolerancia y el respeto a lo que pensamos cada uno».

    José Miguel Barragán, secretario de Organización de Coalición Canaria, admite que su perdón no es suficiente mientras que el frente chicharrero intenta que Ana Oramas no sea expulsada, aunque ella ya habló con cierta distancia sobre su partido en la Cámara Baja.

    LOS ESTATUTOS LO DEJAN CLARO

    Los estatutos de Coalición Canaria lo dejan claro: «Artículo 49. Faltas y sanciones. El incumplimiento y el alejamiento desobediente de las decisiones de sus órganos es una infracción grave y por tanto motivo para causar baja».

    Algunas voces de Coalición Canaria apuntan a que el partido debiera ir hacia una refundación que podría incluir la reconciliación estructural con Nueva Canarias, cuyo líder, el expresidente autonómico y actual vicepresidente Román Rodríguez, no cierra ninguna puerta.

    CRÍTICAS CONTRA COALICIÓN CANARIA

    El presidente canario, el socialista Ángel Víctor Torres, ha arremetido con dureza contra la representante de Coalición Canaria en Madrid: «Ana Oramas se ha situado en el bloque de la derecha y la ultraderecha para impedir que haya Gobierno».

    Oramas, que podría salvar el cuello gracias a su tirón electoral y a que Tenerife aporta alrededor del 60% de los votos de su partido en las generales, también ha sufrido los dardos del carismático concejal de La Laguna, Santiago Pérez: «¿Dónde miraba Clavijo cuando Oramas intentó impedir un gobierno progresista?».

    [td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»32899″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

    Y añade: «Dentro de Coalición Canaria hay corrientes progresistas que no están nada cómodas, o más bien muy incómodas, con ese voto ultra de la ATI profunda. En estos momentos estamos asistiendo a lo que algunos ya vislumbrábamos: que ATI iba a ser finalmente el disolvente de CC, con su abrazo a la derecha más cavernaria«.

    Coalición Canaria, que el 26-M de 2019 perdió el Gobierno autonómico, el Cabildo de Tenerife y ayuntamientos tan emblemáticos como Santa Cruz o La Laguna, deberá elegir hacia qué camino va. Y lo dejará claro con la sanción que imponga a Ana Oramas.