Alberto Núñez Feijóo quiere consagrarse como verso suelto en Génova 13, marcar distancias con Pablo Casado y aprovechar su plácida mayoría absoluta en Galicia durante una década para cargar duramente contra Vox, socio del PP en Andalucía.
Tras el éxito del partido ultraconservador en las elecciones del 2-D, el presidente gallego aseguró, refiriéndose a Vox, que «ese fenómeno electoral no tiene cabida en Galicia. Aquí sabe todo el electorado que nosotros somos un partido constitucionalista de principio a fin».
Feijóo señaló que el PP es garante «de la unidad de la nación española, defender la igualdad de los españoles y, tercero, defender el Estado de las autonomías». En su opinión, el partido que lidera Santiago Abascal «es un producto de la situación política catalana y de la moción de censura».
En una entrevista concedida a El Faro de Vigo intentó contextualizar el resultado de Vox: «Millones de andaluces quisieron cambiar el gobierno, y hoy se sienten cómodos, esperanzados y optimistas con el futuro Gobierno. Conozco a Juanma Moreno, sé cómo es, cómo piensa y cómo actúa, y me siento tranquilo con Moreno como presidente de Andalucía. Y he leído el acuerdo y cualquiera que lo lea lo apoya».
VOX, UN PRODUCTO DE SÁNCHEZ, SEGÚN FEIJÓO
Feijóo afirma que el éxito electoral del partido que lidera Santiago Abascal está motivado «porque el PSOE decidió en campaña darle una gran oportunidad mediática, con una referencia continua a Vox, para que el PP retrocediera en votos. La razón de los votos a Vox es la política de pactos de Pedro Sánchez con cualquiera y sin conocer a cambio de qué, el consentimiento a un presidente de una comunidad que cada quince días proclama la república catalana».
También señaló en Onda Cero que si el PP se hubiese ido «a la extrema derecha no habría nacido Vox o nos habríamos cambiado el nombre (…) Yo no he percibido ninguna estrategia para escorarnos a ningún sitio, se han escorado el PSOE, Vox…».
Preguntado por los pactos postelectorales del 28-A, Feijóo ha señalado que el PP debe llegar a acuerdos «con partidos que están en estos momentos en el Congreso de los Diputados, no con partidos que no tienen representación, y nuestro objetivo es que no tengan».
ABASCAL CARGA CONTRA FEIJÓO
La semana pasada, la Boletín Oficial de Galicia publicó las oposiciones para cubrir 269 plazas en el Servizo de Prevención e Defensa contra Incendios Forestais de la Administración gallega que tenían como prueba indispensable el conocimiento del gallego.
Santiago Abascal aprovechó el asunto para denunciar en Twitter la incoherencia de los populares: «Casado dice una cosa en Cataluña y le permite hacer a Feijoó la contraria en Galicia. El PP es incapaz de sostener la misma posición durante dos minutos seguidos. Los españoles apostarán el 28-A por el partido que tenga un mensaje nacional y diga lo mismo en toda España».
El líder de Vox recordó que acusó al PP de Galicia de «tener un discurso nacionalista» y también aseguró que Feijoo dice que Galicia es una «nación sin Estado»«. Los populares gallegos le contestaron desde su cuenta oficial.
«La única vez que Galicia tuvo un Gobierno nacionalista fue en 2005, cuando el PP perdió la mayoría absoluta. Hemos gobernado en nueve legislaturas de diez posibles, mandando a los nacionalistas a la oposición en todas ellas. Lecciones de arrinconar al fanatismo, aquí, ninguna«, señalaron.
Vox replicó: «A ver, no os enfadéis tanto, si es muy fácil: ¿Galicia es una nación sin Estado como afirma Feijóo? Sí o no. Para Vox no lo es. Para Vox, Galicia es algo mucho más importante: una región de España. Y otro día, si queréis, hablamos de las leyes ideológicas del PP de Galicia, porque además de nacionalista, el señor Feijóo es un progre que asume toda la agenda totalitaria de la izquierda».
FEIJÓO Y HABLAMOS ESPAÑOL
Alberto Núñez-Feijóo quiso lanzarle un guiño a Pablo Casado y decidió acudir a la manifestación de la plaza de Colón de Madrid del mes pasado. Preguntado sobre compartir convocatoria con Vox o la Falange, el presidente gallego señaló que había acudido a manifestarse con su partido, el PP.
Los populares gallegos, eso sí, saben que pueden distanciarse de Abascal con algunas políticas reclamadas por algunos colectivos feministas. La semana pasada la Xunta de Galicia anunció que primará la contratación pública a empresas que tengan políticas de conciliación.
Por otra parte, la asociación Hablamos Español mira con suspicacia la política lingüística de Feijóo. Su presidenta, Gloria Lago, envió hace unos días una carta a Pablo Casado para denunciar que «en la enseñanza, el español está relegado a las asignaturas con menos interés lingüístico» y que «en Primaria, Ciencias Sociales y Ciencias Naturales se imparten en gallego, y Matemáticas en español, y en ESO, solo Matemáticas, Tecnología, y Física y Química son obligatorias en español«.
Lago opina que «el español está prohibido por Decreto en la administración educativa de Galicia (boletines, notas, comunicaciones con padres y alumnos, cartelería, etc.)» y le recordó que «se está amenazando con expedientes a profesores por usarlo en las comunicaciones por escrito con sus compañeros», en clara referencia a Emilio Álvarez, del Conservatorio Profesional de Vigo.
