Vox se vuelve el partido menos «autoritario» y es el único que rechaza el estado de alarma

  • Casado ha apoyado un estado de alarma de dos meses con condiciones.
  • Vox ha asegurado que recurrirá el estado de alarma por ser una medida del siglo XVI.
  • Abascal ha visto una oportunidad en este estado de alarma para diferenciarse del PP.
  • El presidente del PP, Pablo Casado, ha cedido y ha asegurado que si el líder socialista pasa por el aro y cambia la ley para no necesitar más decretos excepcionales si se quieren aplicar medidas que vulneren los derechos de los españoles, apoyará un estado de alarma que dure dos meses. El PSOE, por otro lado, quiere uno que dure seis meses, y los partidos independentistas dudan sobre estas fechas, pero asumen que se aplicará por bastante tiempo. Solo hay un partido que parece mantenerse firme en su presunta defensa de los derechos de los ciudadanos: y es Vox. Santiago Abascal ya ha advertido que recurrirá el estado de alarma que se decrete porque se ha hecho para amparar el toque de queda, una medida “del siglo XVI”, según el diputado.

    Vox parece que ha visto el cielo abierto tras la moción de censura. Mientras la mayoría en el Partido Popular asegura que Casado vapuleó al líder de la formación verde, los de Abascal están absolutamente convencidos de que el presidente popular ha abierto un espacio electoral importante. Quieren arañar votos. Empezaron por abrir las sedes del partido en todos los municipios para facilitar a los simpatizantes que se afiliaran, tras darse cuenta de que la “derechita cobarde” se quedará en el centro y no se verá arrastrada hacia los extremos, como insinuó Casado a lo largo de este año. “Cuando tu sueldo está garantizado te resulta indiferente un encierro de 6 meses u 8 semanas. Cuando piensas en los españoles lo que haces es combatir una expropiación de nuestras vidas: Injustificada (ni expertos ni aval jurídico). Inconstitucional”, ha comentado la diputada de Vox Macarena Olona.

    Lo cierto es que este estado de alarma no gusta a muchos sectores laborales, especialmente a los hosteleros y propietarios de establecimientos de ocio nocturno que ven cómo el toque de queda o bien directamente les lleva a la ruina o les recorta sus beneficios considerablemente. Ya las iniciativas como Madrid Sin Futuro pierden fuerza ante la inevitabilidad de que se decrete otra vez el estado de alarma y se pueda limitar la movilidad de los ciudadanos sin posibilidad de recurso.

    El Partido Popular ha asegurado que apoyará el plan e Sánchez si “se acomete de una vez el plan b jurídico alternativo”. Pero para los populares solo darán sus votos a los plenos poderes de Sánchez si accede a “limitar el plazo del estado de alarma” a “un máximo de ocho semanas”, vamos, hasta después de Navidades. “La alarma es una excepcionalidad constitucional que tiene que ser tasada en el tiempo”, ha comentado Casado en el Congreso, “y siempre tiene que estar sujeta a un control parlamentario”.

    La idea de aprobar este estado de alarma es para dar cobertura a las limitaciones de movilidad que el Gobierno pretende aplicar en los próximos meses. El PP espera que el Ejecutivo sea capaz de desarrollar una fórmula nueva que permita aplicar esta limitación de movimientos y de contactos sin necesidad de dar plenos poderes al presidente del Gobierno. Y esperan que lo hagan en esas ocho semanas que darán de cobertura al presidente. Pero Vox no comparte en absoluto este planteamiento y se quiere diferenciar del Partido Popular en todos los sentidos, y el estado de alarma les ha dado una fisura por la que colarse.

    Hasta el momento, el único partido que se ha erigido como defensor de las libertades individuales de los españoles es el de Abascal, que parece haberse olvidado de que la única forma por el momento de controlar la pandemia es limitando la movilidad, tal y como aseguran los expertos. “Estamos en la indefensión absoluta y la incertidumbre”, ha criticado Santiago Abascal mientras detallaba que las medidas anunciadas por el Ejecutivo no resuelven “nada” y que además generan “más problemas”. “El toque de queda es una medida del siglo XVI y necesitamos iniciativas el siglo XXI”, ha sostenido el presidente del partido.