Vox pide recolocar el Congreso conforme al número de diputados

El grupo parlamentario de Vox ha registrado una iniciativa en el Congreso con la que busca modificar el Reglamento de la Cámara para que la distribución de los escaños del hemiciclo que se hace al inicio de cada legislatura no quede al arbitrio de su órgano de gobierno, esto es, de la Mesa de la Cámara.

En una proposición de ley, los de Santiago Abascal vuelven a denunciar el reparto de escaños que el PSOE y Unidas Podemos acordaron al inicio de la presente legislatura, por el que se dispersaba a sus diputados en diferentes filas entre la bancada de la derecha y la del centro.

En la legislatura que se inició tras las elecciones del 26 de abril, Vox se convirtió en la quinta fuerza parlamentaria con sus 24 diputados y la Mesa de la Cámara, con mayoría de PSOE y Unidas Podemos, decidió enviarles al conocido como ‘gallinero’. Tras los comicios del 10 de noviembre, pasó a ser el tercer grupo del Congreso, con 52 escaños, y aunque su ubicación en el hemiciclo mejoró, el órgano de gobierno de la Cámara, con la misma mayoría, dispersó a sus miembros en diferentes filas.

En concreto, al líder del partido se le situó en la primera fila de la bancada de la derecha, al extremo opuesto del presidente del PP, Pablo Casado, pero al resto de 51 diputados los desperdigaron por diferentes filas en un intento, según denunció en su día Vox, de «diluirles».

NO ES «ACEPTABLE» LA «DISPERSIÓN»

Desde esta formación consideran que no puede considerarse «coherente ni aceptable la dispersión en el hemiciclo de los diputados de una misma formación porque ello impide «la comunicación libre y directa de sus miembros», En la iniciativa, recogida por Europa Press, argumentan que en la actual legislatura «la ausencia de concreción» ha provocado situaciones que han llegado a ser «molestas y perjudiciales para la sensibilidades de los electores y de los diputados que éstos han elegido con su voto».

Por ello, plantean reformar el artículo 55.1 del Reglamento del Congreso para que la distribución de los escaños esté regulado de forma precisa y deje de depender de la voluntad de la Mesa, de forma que la ubicación de los grupos sea «más homogénea y proporcionada a su número de miembros, más uniforme y menos arbitraria».

En concreto, plantea que la ubicación de cada grupo se realice conforme a su número de diputados y, en caso de empate, al número de votos, siempre eligiendo alguna de las tres cuñas que componen el hemiciclo. Así, el grupo con mayor número de escaños elegirá en qué zona del Salón de Plenos se quiere situar y se le asignarán filas completas, empezando desde la más próxima a la Presidencia a la más alejada y de abajo a arriba, hasta completar el total de diputados que lo integran.

A continuación, según el criterio de Vox, el segundo grupo con más peso parlamentario elegirá si se ubica en el extremo opuesto al primero o si lo hace a continuación de éste, ocupando el resto de la cuña libre, y después el resto de grupos, en función de su orden de importancia harán lo propio, debiendo ubicarse a continuación de uno anterior, salvo que aún estuviera vacante alguno de los extremos, en cuyo caso podrán ubicarse en él.