Las elecciones andaluzas se acercan y es muy posible que se celebren finalmente a finales de noviembre. En Ciudadanos creen que volverán a ser el partido bisagra en esta región pero exigirán al PSOE-A de Susana Díaz, que encabeza todas las encuestas, que el pacto de investidura implique un gobierno de coalición en el que haya consejeros de la formación naranja.
El partido de Albert Rivera debatió en la Asamblea General de C’s, celebrada en febrero de 2017, su entrada en Ayuntamientos, Comunidades y Ejecutivo central en los que ayudaban a PP o PSOE a gobernar. En ese momento, no terminó de madurar esa decisión estratégica y los compromisarios decidieron que este paso al frente llegaría con las elecciones de 2019, salvo que hubiera adelantos como todo parece indicar ahora en Andalucía.
Ciudadanos comenzó en 2015 su expansión por todo el territorio nacional, pero uno de los lugares donde más peso sigue teniendo es en Cataluña, cuna del partido, donde ejerce como oposición con Inés Arrimadas al frente. En el resto del país, C’s ha sido determinante para la formación de gobiernos autonómicos en cinco comunidades: Madrid, Andalucía, Murcia, La Rioja y Castilla y León.
En todas ellas firmaron pactos de investidura, tanto con el PP como con el PSOE, pero no entraron en los Ejecutivos porque así se comprometieron con sus votantes. ¿El motivo? Su objetivo era adquirir experiencia de cara a 2019 y vigilar de cerca al partido que estaba al frente en estas CC.AA. Dos años después, los militantes presentaron una enmienda para entrar en estos gobiernos antes de esa fecha. Pero la solicitud no prosperó en la Asamblea General, según recordaba El Independiente.
Las últimas encuestas señalan que el PSOE-A mantendría los 47 escaños de la actualidad, pero que Ciudadanos igualaría al PP como segunda fuerza en Andalucía con 23 asientos, 14 más de los que tiene en la actualidad el equipo liderado por Juan Marín. El PP-A de Juan Manuel Moreno bajaría de los 33 escaños actuales a 23, mientras que la unión entre Podemos e Izquierda Unida perdería fuelle en esta región: mientras que en 2015 consiguieron 15 y 5 escaños cada uno, ahora la suma de los dos apenas les dejaría en los 16 diputados, según el último sondeo aparecido en julio.
El previsible aumento notable de Ciudadanos en Andalucía reforzará la posición de la formación naranja en la previsible negociación con Susana Díaz a la hora de pactar un gobierno. Para C’s será una prueba de madurez política en toda regla porque la presidenta andaluza es experta en fagocitar a sus socios de gobierno.
Por ejemplo, en la legislatura de 2012-2015 del pacto entre PSOE-A e IU -que se inició con José Antonio Griñán de presidente y Diego Valderas (IU) de vicepresidente-, el resultado fue pírrico: apenas se aprobaron dos leyes en el Parlamento andaluz y fue la propia Díaz la que adelantó los comicios tras la renuncia de Griñán, incómoda con las exigencias de Valderas y los otros dos consejeros de IU. Sin embargo, el PSOE-A volvió a ganar las elecciones mientras que IU estuvo a punto de desaparecer del mapa andaluz ante el surgimiento de Podemos y el desgaste de haber sostenido a los socialistas en el poder.
«Es cierto que se trabaja mejor desde el gobierno que desde la oposición. Se pueden controlar las políticas públicas (…) pero hay que adquirir experiencia”
Así las cosas, un posible pacto de coalición ahora entre PSOE-A y Ciudadanos debería conllevar la Vicepresidencia para Juan Marín y la entrada de un número indeterminado de consejeros naranjas. Para C’s será muy importante la foto final de la negociación ya que servirá de modelo para futuras converasaciones en otras CC.AA tras los comicios de mayo de 2019.
Hace un año y medio la situación era bien distinta y Marín insistía en que no era el momento de exigir entrar en el Gobierno de Díaz. «Es cierto que se trabaja mejor desde el gobierno que desde la oposición. Se pueden controlar las políticas públicas, y desde la oposición dependemos de los informes que nos pasan… Pero hay que adquirir experiencia”, subrayaba en los márgenes de la Asamblea General de C’s.
EL EJEMPLO DE CIUDADANOS EN MADRID
En su opinión, adelantarse al 2019 sería defraudar a sus votantes: «Nos comprometimos a no entrar en gobiernos. Por lo menos, que alguien en política cumpla sus compromisos». El mismo argumento compartían los líderes de la formación en las distintas regiones donde han sido determinantes.
“No debemos apresurarnos, hay que demostrar que sabemos hacerlo mejor que los que mandan ahora. Pido paciencia a los militantes”, decía Ignacio Aguado, líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, quien reconoció que había rechazado en varias ocasiones un gobierno de coalición con Cristina Cifuentes.