Para el Partido Popular y Ciudadanos, el independentismo y el nacionalismo son adversarios a los que hay que combatir políticamente. Lo dicen una y otra vez, públicamente, y no ocultan su deseo de que el separatismo algún día desaparezca.
Pero, a pesar este objetivo común, el enfoque y las propuestas de cada partido para intentar conseguirlo es distinto. Mientras que los populares han impulsado medidas para eliminar o vetar aquello que no les gusta, en la formación liberal prefieren no promover nuevas prohibiciones, aunque en algunos casos puedan acabar apoyando las planteadas por el PP.
Por su férrea defensa de la unidad de España y del cumplimiento de la ley en Cataluña, podría parecer que los discursos de Pablo Casado y Albert Rivera son intercambiables. Y hasta un cierto punto lo son, pero, si se rasca un poco, se observan algunas diferencias.
Un ejemplo claro de esas diferencias es la posición de unos y de otros respecto a la posibilidad de que los líderes independentistas que reciban una sentencia condenatoria sean indultados por el Gobierno.
Ciudadanos, que insiste en que Pedro Sánchez debe aclarar si concederá esos indultos o no, ha emprendido una campaña en las instituciones y en la calle para reclamar que los “golpistas” cumplan íntegramente las penas que les impongan los tribunales.
Sin embargo, con la manifestación convocada para el próximo 24 de noviembre y las iniciativas que ha impulsado en el Congreso y en los Parlamentos autonómicos, el objetivo de Cs es de carácter político –retratar al PSOE y atacar al Gobierno–, no legislativo.
Las iniciativas parlamentarias de la formación naranja contra esos indultos son proposiciones no de ley, es decir, que únicamente buscan un pronunciamiento de la mayoría de la Cámara y no implican ninguna modificación legal.
EL PP SÍ QUIERE CAMBIAR LA LEY DE INDULTO
El PP, en cambio, sí quiere cambiar la Ley de Indulto para prohibir que el Ejecutivo perdone a quienes hayan sido condenados por sedición o rebelión, delitos por los que han sido procesados los miembros del antiguo Govern de Carles Puigdemont en relación con el referéndum ilegal del 1 de octubre y la posterior declaración de independencia de Cataluña.
Los populares plasmaron esta idea en una enmienda a la reforma del PSOE sobre la Ley de Indulto, que se está tramitando ahora en el Congreso, mientras que Ciudadanos no ha planteado ninguna medida similar.
El PP de Pablo Casado también apostó por prohibir cuando pidió aplicar la Ley de Partidos para ilegalizar a los partidos independentistas por “incluir en sus estatutos fines ilegales” o por no condenar la violencia. Posteriormente, presentaron una proposición de ley para tipificar como delito la organización de un referéndum ilegal y castigarlo con hasta cinco años de cárcel.
Rivera no llegó a respaldar los planteamientos de Casado y tan solo le dijo que Ciudadanos estaba dispuesto a debatir sobre la aplicación de la Ley de Partidos a la CUP. Insistió en su propuesta de reformar la ley electoral para que los partidos que no alcancen el 3% de los votos a nivel nacional se queden fuera del Congreso.
“Si realmente les preocupa el papel de partidos que quieren ir contra la Constitución, Ciudadanos plantea una cuestión que está en toda Europa prácticamente: que para estar en el Congreso debes tener votos en toda España, al menos un 3%», declaró el pasado octubre. Si esta barrera hubiera existido en las últimas elecciones generales, ERC y el PDeCAT no tendrían ahora ningún diputado.
La exhibición de lazos amarillos en lugares públicos de Cataluña –para exigir la liberación de los políticos independentistas encarcelados– es otro de los temas en los que el Partido Popular ha tratado de establecer restricciones por ley.
Ciudadanos condena esta práctica porque considera que supone “ocupar” un espacio que es de todos para imponer una ideología que representa solo a una parte de la población. Los naranjas han animado a los catalanes no independentistas a retirar los lazos amarillos de las calles y Albert Rivera e Inés Arrimadas dieron ejemplo haciéndolo ellos mismos.
“Cuando están gobernando no se dedican a defender la nación española, solo lo hacen cuando han perdido el poder”
Pero, ante la proposición de ley del PP para impedir la exhibición de símbolos “excluyentes” como los lazos amarillos o las esteladas, rechazada por el Congreso la semana pasada, Cs se mostró muy crítico. El diputado Miguel Gutiérrez reprendió a los populares por no querer hacer política, sino “electoralismo”, al defender el espacio público “solo cuando les interesa”.
“Cuando están gobernando no se dedican a defender la nación española, solo lo hacen cuando han perdido el poder”, y “no se puede titubear al defender el espacio común de todos los españoles”, subrayó Gutiérrez. Aunque luego los diputados de Cs respaldaron la iniciativa, sabían que sus votos no bastaban para aprobarla.
CIUDADANOS SE DESMARCÓ DEL CIERRE DE TV3
Albert Rivera también se desmarcó del PP cuando, hace un año, Xavier García Albiol sugirió “cerrar TV3 y volver a abrir una televisión con gente normal y que sea plural”. El presidente de Ciudadanos dijo que la televisión pública autonómica no se podía cerrar “al antojo” del entonces líder del PP de Cataluña y que lo que había que lograr es que fuera “plural” y que le costase menos a los catalanes.
Y, al contrario que el PP, en febrero el partido naranja se mostró en contra de retirar de la feria de arte ARCO la obra que presentaba como presos políticos a los líderes del proceso independentista catalán. “El arte es libre y nosotros no hubiéramos tomado esta decisión”, afirmó Inés Arrimadas.