Vox presentó ayer al general retirado Fulgencio Coll como cabeza de cartel para las elecciones municipales de mayo en Palma de Mallorca y provocó un enorme revuelo en el seno de las Fuerzas Armadas ya que el exjefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra de 2008 a 2012 es una figura con gran prestigio dentro del estamento militar.
Coll estuvo al frente del Ejército de Tierra a las órdenes de José Luis Rodríguez Zapatero y la entonces ministra de Defensa, Carme Chacón. En la primera legislatura socialista llevó a cabo la retirada de las tropas españolas de Irak y puso en marcha la Unidad Militar de Emergencias (UME) tan denostada por el PP en sus inicios y que, sin embargo, ahora es defendida por toda la clase política sin discusión.
Se da la circunstancia de que Coll formó parte de una cúpula militar en la que cohabitó con Julio Rodríguez, el entonces jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad) y que ahora forma parte de Podemos y aspira a ir de la mano con Manuela Carmena para la alcaldía de Madrid.
«Los extremistas no están en Vox, están en aquellos que apoyan a los terroristas o a los separatistas o en aquellos que nos quieren llevar a un modelo neocomunista que ha fracasado en Venezuela«, subrayó Coll en su estreno como político.
Asimismo, el general retirado aseguró que renunciará a su sueldo de alcalde si llega al Consistorio mallorquín. El presidente de Actúa-Vox en las islas Baleares, Jorge Campos, destacó que el exJeme es un «candidato de lujo» para competir en Palma de Mallorca por su reconocido prestigio a nivel nacional e internacional y recordó que sus antepasados han tenido cargos importantes en las islas.
Así, el abuelo de Coll, Juan Coll Fuster, fue alcalde de Palma durante el franquismo, concretamente entre 1945 y 1952, y su antepasado Juan Coll Crespí también lo fue en 1856. «Proviene de una familia con una doble vocación de servicio y con la entrega a España a través de la milicia, y la entrega a los mallorquines y palmesanos, puesto que su padre fue el último presidente de la Diputación antes de convertirse en Consell insular», recordó Campos.
El fichaje de Coll por Vox provocó un alud de comentarios dentro de las Fuerzas Armadas, como en su día lo fue la entrada de Rodríguez en Podemos. «Siempre supimos que era un general muy flexible en sus planteamientos», subraya otro general retirado a MONCLOA.COM tras haber compartido tareas con Coll la pasada década.
En su momento, sorprendió que Chacón se decantase para Tierra por un general que venía «de una familia de derechas y conservadora», aunque esa condición la tiene buena parte de los altos mandos militares.
A la hora de decidir quién iba a ser el Jeme en 2008, para la ministra de Defensa y, también para Zapatero, fue determinante el buen hacer de Coll para poner en marcha la UME y que en 2004 retirase con éxito las tropas españolas de Irak cuando los socialistas llegaron al poder.
COLL NO ES EL PRIMER GENERAL EN LANZARSE AL RUEDO POLÍTICO
El fichaje de Coll por Vox es un ejemplo más de que los generales que abandonan las Fuerzas Armadas al llegarle la hora del retiro y posterior jubilación, se están lanzando al ruedo político sin los miedos y prevenciones que hubo durante las primeras décadas de democracia.
Otro exJeme que ha vestido el traje de político ha sido Luis Alejandre, quien estuvo a las órdenes de Federico Trillo en el último gobierno de José María Aznar. En los últimos años ha desempeñado el cargo de consejero de Transportes en el Gobierno insular de Menorca, gobernado por el PP.
Alejandre fue uno de los firmantes del polémico manifiesto titulado «Declaración de respeto y desagravio al general Francisco Franco Bahamonde, soldado de España», en el que denunció la «campaña infame» que estaba llevando a cabo «la izquierda política» para desprestigiar al dictador a través de la «perversa pretensión» de exhumar sus restos del Valle de los Caídos.
En la lista de firmas figuraban militares con hojas de servicio intachables como Alberto Asarta, excomandante de los cascos azules de la ONU en el Líbano, o el exteniente general Juan Enrique Aparicio, que hasta 2016 formaba parte del Ministerio de Defensa como Jefe del Mando de Personal del Ejército de Tierra.
Otros firmante del manifiesto fueron el almirante José María Treviño Ruiz, jefe del gabinete técnico de Trillo; el gener de División Juan Chicharro, excomandante general de Infantería de Marina y exayudante de campo del rey Juan Carlos que en la actualidad es más conocido por ser el presidente de la Fundación Francisco Franco.
También puso su firma en el polémico escrito el teniente general Agustín Muñoz-Grandes Galilea, ex capitán general de la II Región Militar e hijo del general del mismo nombre que mandó a la División Azul durante la Segunda Guerra Mundial.