Rocío Monasterio, una de las caras más conocidas de Vox, evita la feminización de su cargo orgánico dentro de la formación ‘verde’ o de la profesión que mantiene pese a su salto a la política. Así, se presenta como «presidente de Vox Madrid» o «arquitecto» tanto en público como en sus tarjetas de visita.
«Es una forma de rechazar la ridícula imposición de la ideología de género y el absurdo del lenguaje inclusivo«, aseguran a MONCLOA.COM desde la formación ‘verde’ para justificar el uso del masculino genérico por parte de Monasterio.
La decisión de la dirigente de la formación conservadora es inusual ya que tanto el femenino del cargo de presidente como el del trabajo de arquitecto están ampliamente aceptados en la sociedad.
Más polémico fue el intento en el pasado de la exministra socialista de Igualdad, Bibiana Aído, por distinguir «miembros y miembras» o el lío que se hizo la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, con el lenguaje inclusivo en el último Día de la Mujer al terminar la rueda de prensa de aquel 8 de marzo con las siguientes palabras: «Espero que ustedes, vosotros y vosotras; ustedes, ellos y ellas, pasen un buen día».
La Real Academia Española (RAE) defiende en los últimos meses el uso del masculino genérico como mecanismo inclusivo. La directora del Departamento de ‘Español al día de esta institución, Elena Hernández, defendió recientemente el uso genérico del masculino gramatical como el mecanismo inclusivo que tiene la lengua para aludir a colectivos formados por hombres y mujeres.
Por último, la responsable del servicio de consultas lingüísticas de la RAE reconoció que el feminismo y la lucha por la igualdad va a dejar huella en la lengua, pero «no las que ya estamos viendo del llamado lenguaje inclusivo».
Y agregó que es labor de la RAE el explicar a los usuarios cómo funciona la lengua y en qué medida no se puede intervenir de forma artificial en ella para acabar con el sexismo lingüista que «sí que existe».