Los fondos sobrevuelan la sede del PP: venta o ERE

El Partido Popular necesita deshacerse de su sede localizada en la calle Génova 13. Un edificio levantado sobre un suelo residencial, un dato que pocos conocen y que abre el abanico de posibilidades de este inmueble. Algunas socimis y fondos de inversión ya han preguntado por un edificio situado en una zona ‘premium’ de la capital y que despierta el interés de grandes marcas.

A mediados del mes de septiembre del 2018, MERCA2 ya anunció que los ‘populares’ habían fijado vender su sede en Madrid. Ahora, esa posibilidad ha pasado a ser una necesidad para el Partido Popular, después del descalabro que ha sufrido en las últimas Elecciones Generales.

El descenso de diputados y senadores no sólo significa perder peso político en el Congreso y en el Sentado. El batacazo del PP también ha supuesto un duro golpe para las arcas de la formación política. De hecho, los ‘populares’ de Pablo Casado perderán 5.279.544 euros, después de los resultados electorales cosechas este domingo. En total son 6.110.830 euros lo que ingresarán en esta ocasión por los 11.390.375 euros del año 2015. Por este motivo, un ERE ya planea sobre el partido y la venta de la sede del PP ya está vista como una necesidad.

La desinversión en ladrillo del Partido Popular no sólo subsanaría esta diferencia, sino que reportaría una gran beneficio al partido. De hecho, varias fuentes consultadas por MERCA2 cifran la venta del inmueble entre los 40 y los 60 millones de euros. Este precio varía en función del tipo de comprador, del uso, del inquilino y del volumen de reformas que necesitara Génova 13.

Bajo esta premisa se abren varias posibilidades. La primera y la más utilizada en el último año en el sector es la fórmula ‘lease and back’. En este escenario el Partido Popular vendería el inmueble a alguna socimi o fondo de inversión -que ya se han interesado por la situación de la sede ‘popular’-, pero no abandonaría el inmueble al quedarse como inquilino en régimen del alquiler. «Para el PP y sus arcas esta opción sería de las más ventajosas, porque les permitiría vender por encima del precio de mercado y conseguir un arrendamiento más barato», afirman fuentes del sector.

Si por el contrario el Partido Popular decidiera abandonar de una manera definitiva este edificio -opción muy probable porque el volumen de trabajadores también puede verse disminuido- se abren dos posibilidades. La primera es que una socimi o un fondo de inversión compre el inmueble y busque un nuevo inquilino para este edificio de oficinas. En este sentido, las fuentes consultadas por MERCA2 afirman que antes de producirse la transacción el futuro propietario ya tendría cerrado a su inquilino. Además, las mismas fuentes explican que lo normal es que fuera un sólo arrendado el que ocupara Génova 13, aunque «no habrá problemas para encontrar uno». Esta opción además reportaría de manera inmediata grandes rentabilidades al comprador por la escasez de oferta de oficinas ‘prime’ que existe en la capital.

La venta del inmueble oscila entre los 40 y los 60 millones de euros.

La capital de España es la tercera ciudad en Europa en cuanto a demandas de oficinas. El problema es la escasa oferta y la ausencia de un distrito financiero diferenciado. Lo más parecido es Azca y su estado deja mucho que desear.

DE SEDE DEL PP A VIVIENDAS ¿DE LUJO?

Sin embargo, hay una última posibilidad, menos viable y con retornos a largo plazo, pero plausible. Se trata de un proyecto residencial en el que habría que involucrar a más actores en la operación: fondos, constructoras, promotoras o socimis con vocación de promoción. Porque lo que muy poca gente sabe es que la sede de PP se levanta en un terreno con calificación de residencial, según el Ayuntamiento de Madrid.

PP
Ficha del Ayuntamiento de Madrid de la sede del PP.

«Esta posibilidad es más costosa y requiere de inversores que estén dispuesto a obtener rentabilidades a largo plazo y no con una visión cortoplazista», reconocen fuentes conocedoras de la operación. En este sentido, dada la zona se podría hablar de un proyecto residencial de lujo parecido al desarrollo de Lagasca 99, ubicado en pleno barrio de Salamanca.

“Lo que nos va a hacer conectar con nuestro electorado no es cambiarnos al edificio de enfrente”, explicó Pablo Casado nada más alzarse como vencedor de las primarias en el Partido Popular. Ahora y tras la debacle electoral del domingo Casado ha podido comprobar que el edificio no es una conexión con sus votantes y si una gran posibilidad de refinanciar a la formación política.