Antonio José García Cabrera, abogado del comisario jubilado José Manuel Villarejo, ha aceptado la defensa de Hugo Carvajal, el general venezolano que ejerció de ex jefe de inteligencia militar de Hugo Chávez. El militar venezolano está reclamado por la Justicia de EEUU por un presunto delito de narcotráfico. Carvajal fue detenido hace menos de un mes tras la petición de Estados Unidos.
UN GIRO DE LOS ACONTECIMIENTOS
El general no ha comparecido hoy tras cambiar el equipo de defensa, por recomendación de su nuevo letrado. Hugo Carvajal, que en un principio había solicitado declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Alejandro Abascal, que instruye la causa, ha dado un giro al guión de los acontecimientos tras reunirse con su nuevo abogado y ha suspendido la declaración prevista esta misma tarde.
García Cabrera ha acudido poco después de las 15.00 horas a la Audiencia Nacional para hablar con su nuevo cliente, que a su vez había sido trasladado al tribunal en furgón policial, ya que se encuentra en prisión provisional desde que fue arrestado en Madrid.
El abogado de Villarejo ha explicado a los medios de comunicación a su salida que ha recomendado a Carvajal pedir al juez que se suspendiera la declaración ante el juez hasta tener una mayor conocimiento de la causa. El general venezolano ha aceptado la recomendación de su letrado, por lo que la defensa ha pedido un aplazamiento que el magistrado ha aceptado.
CARVAJAL Y SU APOYO A GUAIDÓ
Carvajal ganó notoriedad el pasado mes de febrero por grabar un vídeo en el que reconocía como «presidente encargado» de Venezuela al líder opositor Juan Guaidó. “Aquí está un soldado más por las causas de la libertad y la democracia, para ser útil en la consecución de restablecer el orden constitucional que nos permita convocar elecciones libres y así escuchar la verdadera voluntad de nuestro pueblo soberano”, ha llegado a afirmar.
Carvajal, apodado ‘El pollo’, fue detenido en Madrid el pasado 12 de abril y un día después pasó a disposición judicial. En esa primera declaración, negó tener vínculos con el narcotráfico y la guerrilla colombiana de las FARC y no aceptó su entrega a Estados Unidos.
Allí le acusaban de ambas cosas, después de hallar diversos documentos en el ordenador de Raúl Reyes, excomandante de las FARC, que apuntaban a su supuesta colaboración en la entrega de armamentos al grupo guerrillero y en un entramado de negocios relacionados con el narcotráfico. “Toda la información que salió allí hasta la Corte Suprema de Colombia y España la desestimaron por malos manejos que sucedieron allí… Todo lo que aparecen por ahí me lo achacan a mí”, comentó entonces.
Aunque aseguró tener arraigo familiar en España, el juez ordenó enviarle a prisión provisional, situación en la que está desde entonces. A partir de ese momento, se abrió el periodo habitual de 40 días para que Estados Unidos formalice su petición de extradición, que resolverá la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Venezuela, y su relación con Pablo Iglesias y otros fundadores de Podemos fue precisamente uno de los ámbitos de trabajo de la llamada «policía patriótica». Si bien Villarejo no participó aparentemente más que tangencialmente en esta operación, sí lo hicieron otros estrechos colaboradores de la cúpula policial del ministerio que entonces dirigía Jorge Fernández Díaz.