Ciudadanos llega escaso de ánimos a las elecciones municipales del 26-M en Cataluña. Las sucesivas marchas de sus líderes en apenas un lustro, Albert Rivera en 2014 e Inés Arrimadas en 2019, han dejado huérfano al partido naranja.
Los resultados de las elecciones generales tampoco despertaron demasiado entusismo: menos de medio millón de votos y quinta fuerza en Cataluña, donde ganaron en las autonómicas de 2017 con 1,1 millones de apoyos. En este año y medio Cs se ha dejado más de 350.000 votos, siete puntos y solo ha conseguido consolidar los cinco diputados que logró en 2016.
Otra de las figuras del partido que permanecían en Barcelona, José María Espejo-Saavedra, ha dejado su puesto como vicepresidente segundo del Parlament para marcharse, al igual que Rivera y Arrimadas, al Congreso.
CIUDADANOS INTENTARÁ CONQUISTAR ALGUNA ALCALDÍA DE CATALUÑA
Ciudadanos es la primera fuerza autonómica en Cataluña, pero no gobierna ni uno solo de sus 947 ayuntamientos. Esta anomalía intentará ser compensada el 26-M, quizás gracias a que han anunciado que no apuestan por el ‘cordón sanitario’ sobre los socialistas que anunció Rivera a nivel estatal.
Inés Arrimadas será la estrella de los candidatos naranjas en Cataluña, comunidad autónoma donde al menos casi un tercio de las alcaldías se mantendrán en manos del independentismo porque los ‘unionistas’ no han logrado cerrar listas.
La hasta ahora líder de la oposición en el Parlament tiene buen predicamento entre las bases a pesar de haber protagonizado una campaña que ha provocado algunas críticas internas. Su decisión de priorizar su presencia en los graneros de voto del independentismo, donde denunciaba acoso e insultos, no ha tenido un efecto visible a nivel electoral.
Y su apuesta por centrar sus críticas contra TV3, pese a que unos meses antes habían iniciado una negociación con los independentistas para renovar su Consejo, no han dado sus frutos. El periodista Antón Losada calificaba hace unos días a Arrimadas de «drama queen» por su presunta sobreactuación.
MANUEL VALLS APUESTA POR LA SEGURIDAD PARA LASTRAR A COLAU
Barcelona pel canvi-Ciutadans ha sido la plataforma escogida por el exprimer ministro francés Manuel Valls para arrebatarle la vara de mando a Ada Colau, que tiene abierta una guerra contra la empresa Agbar (cercana a Valls en su etapa dentro del socialismo francés).
Una encuesta de La Vanguardia pronostica unos decepcionantes números para Valls, que pelearía por la cuarta posición con Junts per Catalunya. Su agrupación electoral conseguiría entre cinco y seis escaños, por los cinco que tiene Ciudadanos en la actualidad.
Valls es consciente de que los previsibles crecimientos del PSC y ERC y la consolidación del voto a Ada Colau le ha achicado el espacio y han difuminado sus posibilidades de convertirse en alcalde de la Ciudad Condal.
El candidato de Barcelona pel canvi-Ciutadans ha criticado el «populismo» de Colau y el «independentismo» de Ada Colau; ha apostado por lastrar a Barcelona en Comú con un programa que apuesta abiertamente por luchar contra el cambio climático; y tendrá una fuerte presencia en Nou Barris, caladero de votos de Podemos en 2015 y de Ciudadanos en las últimas autonómicas.
El candidato apadrinado por Ciudadanos también quiere robar en el caladero socialista y para ello ha fichado a Celestino Corbacho y ha apostado porque Barcelona acoja los Juegos Olímpicos de invierno en 2030 o los de verano en 2032, en remedo del sueño socialista del 92.
Aunque el punto estrella de Valls para atacar a Colau es la seguridad, baza con la que Xavier García Albiol conquistó la alcaldía de Badalona en 2011 para el PP. En una entrevista con ‘El Cascabel’ de Trece centró sus ataques en la alcaldesa.
«La seguridad es la primera preocupación de los barceloneses y yo propongo incrementar la plantilla de guardia urbana y acabar con el ‘top manta’. Esa encuesta demuestra la realidad, que hay barrios que se escapan del Gobierno municipal: hay violencia, hurtos, tráfico de drogas, y eso daña la imagen de Barcelona. Pedimos tolerancia cero. El espacio público es de todos«, explicó.
UN RELEVO PENDIENTE
Inés Arrimadas se despidió con emoción del Parlament: «Siempre ha sido muy duro enfrentarse al nacionalismo, pero ha valido la pena. La gente debe saber que no va a estar sola y que tanto en el Parlament como en el Congreso Ciudadanos construirá una alternativa que acabará gobernado Catalunya y España.
El éxodo de la cúpula de Ciudadanos hacia Madrid ha dejado desangeladas a las filas naranjas en el Parlament. Carlos Carrizosa, hasta ahora portavoz de los naranjas en la Cámara catalana, se ha convertido en el nuevo presidente del Grupo Parlamentario de Ciudadanos.
Aun así Carriozosa, mano derecha de Arrimadas, ha anunciado que no se presentará a las primarias y la diputada y senadora Lorena Roldán se ha convertido en la nueva portavoz y parte como clara favorita para liderar al partido de Rivera en Cataluña.
El gran favorito entre las bases era Jordi Cañas, que sin embargo se ha integrado en las listas del Parlamento europeo tras ser absuelto por fraude fiscal. Cañas es muy querido entre la militancia por su brega en las tertulias televisivas en los años más duros del partido.
SIN ‘CORDÓN SANITARIO’
Carlos Carrizosa ha anunciado que van a ejercer a partir del 26-M «un control democrático desde las instituciones, desde los Ayuntamientos en Cataluña donde el PSOE ha pactado en reiteradas ocasiones con los partidos independentistas».
El presidente del Grupo Parlamentario de Ciudadanos en Cataluña dice que pretende «evitar que un PSOE, que va a deber favores a ERC, pacte con ERC y constituya tripartitos prisioneros de los independentistas».
Es por ello que Ciudadanos en Cataluña no mantendrá el ‘cordón sanitario’ respecto a los socialistas anunciado por Rivera. Miquel Iceta sin embargo podría sufrir la zancadilla de la formación naranja en su intentona de desbloquear su nombramiento como senador para presidir la Cámara Alta.
