Bodegas Camilo Castilla, empresa familiar de la presidenta del PP en Navarra, Ana Beltrán, ha superado el concurso de acreedores en el que se encontraba desde 2017, según informan algunos medios locales de Navarra.
“La empresa ha llegado a un acuerdo con la Hacienda Tributaria de Navarra para regularizar la deuda pendiente a 31 de diciembre de 2018. Este acuerdo cancela la deuda a través de un pago ya realizado del 50% de la misma y con el aplazamiento garantizado de la cantidad restante”, según la bodega.
Concretamente, la Hacienda Foral de Navarra en su última publicación oficial (2018) de deudores situaba a Bodegas Camilo Castilla con una deuda 925.502,77 euros a 31 de diciembre de 2017. Casi un millón de euros. Un año anterior ya aparecían en este registro, pero con una cantidad inferior: 687.894 euros.
La bodega que puso en marcha su padre, Arturo Beltrán (ya fallecido), entró en concurso de acreedores en octubre de 2017 como solución a la elevada deuda contraída y los problemas económicos que arrastraba de años atrás. La resolución del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Pamplona permitió a los actuales gestores mantener su capacidad para administrar la compañía, si bien sus decisiones se encuentran sometidas a la intervención de la administración concursal.
La líder del PP en Navarra siempre argumentó que “cuando me fui de la bodega estaba en beneficios”, por lo que no tenía responsabilidad en la administración y gestión de la empresa. Además, achacó a la crisis económica la situación concursal. Beltrán admite que su familia es accionista de las bodegas, pero asegura que cuenta con una participación “minoritaria”.
Así, la compañía ha dado un nuevo impulso a su viabilidad con el lanzamiento al mercado de nuevos productos, entre ellos, el vermut Goya, con el que trata de cubrir el cambio de hábitos de los consumidores.