La importancia de que una empresa conozca sus objetivos

A la hora de poner en marcha un proyecto empresarial desde cero, o incluso si la compañía ya está en marcha y está buscando nuevas oportunidades en el mercado, es fundamental que tenga claro qué es lo que quiere conseguir. Teniendo los objetivos fijados de una empresa, desarrollar el plan estratégico será más sencillo.

¿Cuál es el objetivo de la empresa?

La razón fundamental que da sentido a la existencia de las compañías empresariales es la obtención de rentabilidad. Las empresas quieren ganar dinero. A este objetivo fundamental se pueden sumar otros como ofrecer productos o servicios que cubran necesidades básicas o incluso que puedan ayudar a cambiar el mundo.

Cada empresa tendrá sus propios objetivos, pero es fundamental que los mismos estén claros desde el primer momento. Además, es imprescindible combinar el objetivo principal con otras metas más pequeñas o a corto plazo. Por ejemplo, para una empresa que acaba de nacer su primer objetivo podría ser pasar su primer año libre de pérdidas, aunque en ese tiempo todavía no consiga beneficios.

Principales razones para fijar los objetivos

En el mundo empresarial, como en la vida, es fundamental tener muy clara la meta hacia la que nos dirigimos. Si los objetivos están fijados todos los esfuerzos se pueden aunar creando sinergias y destinándose a esa meta final.

Esto permite desarrollar diferentes estrategias empresariales, saber el tipo de profesionales que hacen falta en la compañía, distribuir los recursos, establecer prioridades y disminuir la incertidumbre.

¿Vale cualquier objetivo?

De nada sirve un objetivo empresarial si no tiene una utilidad concreta o resulta imposible de alcanzar. Para poder ser válidos los objetivos fijados de una empresa deben ser:

Realistas

Está es una de las características más importantes. Toda empresa quiere obtener mucho beneficio a corto plazo y con el menor coste posible, pero en la inmensa mayoría de los casos esto no es posible.

Los objetivos deben ser realistas y se deben establecer para un período de tiempo concreto. Un Ejemplo de objetivo realista sería intentar conseguir un aumento del 10% de las ventas de un producto en el plazo de un año.

Alcanzables

Esto está estrechamente ligado con lo anterior. El objetivo puede ser realista pero no alcanzable, que lo sea o no depende de si la empresa tiene los medios adecuados para ello.

Retomando el ejemplo anterior. Para esa empresa que quiere incrementar un 10% sus ventas el objetivo no será alcanzable si no tiene un equipo de marketing, no dispone de comerciales o no tiene ni siquiera una página web.

Claros

El objetivo debe estar claramente definido, ser simple y sencillo. Solo así se consigue que todos los miembros de la organización lo puedan entender a la perfección y sin posibilidad de interpretaciones erróneas.

Medibles

Para saber si se ha alcanzado un objetivo los resultados deben ser medibles y concretos. Si buscamos un aumento en las ventas del 10% podemos comprobar si lo hemos conseguido o no, pero si tenemos una meta más genérica puede resultar complicado averiguar si se ha alcanzado la misma.

Fijar los objetivos es, por tanto, una parte esencial de la gestión empresarial que influye directamente en la actividad de las empresas.