domingo, 15 diciembre 2024

Aznar arremete contra la estrategia de Sánchez para la investidura: «hay un límite»

El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha cargado duramente contra el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, por su estrategia de cara a su próxima investidura como presidente del Gobierno y le ha avisado de que «los juegos tácticos tienen que tener un límite» y España no está para «diversiones».

«En la lógica institucional está que quien acepta ser propuesto como candidato a la investidura debe tener alguna idea fundada de cuál será la mayoría con la que tiene que contar. Lo que no está en la lógica constitucional es echar sobre los demás la propia responsabilidad de conseguir esa mayoría ni exigir apoyos gratuitos», ha enfatizado, para añadir: «los juegos tácticos tienen que tener un límite y no estamos para estas diversiones».

Sobre Casado asegura que «ningún liderazgo se construye en la comodidad sino en la prueba»

Además, Aznar ha elogiado la labor de Pablo Casado en este año al frente del PP y ha recordado que «ningún liderazgo se construye en la comodidad sino en la prueba». «Y Pablo Casado ya ha pasado unas cuantas», ha proclamado, para situarlo como una «garantía de liderazgo y el único que puede construir más pronto que tarde una alternativa real a la izquierda».

AZNAR PRESENTA A CASADO

Así se ha pronunciado el expresidente del Gobierno en su intervención en la apertura de los cursos de verano de FAES en el Real Centro Universitario Escorial-María Cristina, en San Lorenzo de El Escorial, donde ha presentado la conferencia del presidente del Partido Popular.

La fundación FAES vuelve a invitar a sus cursos al presidente del Partido Popular, una tradición que se interrumpió en 2016 tras el distanciamiento entre José María Aznar y Mariano Rajoy, que en los 13 años anteriores había asistido sin falta a estas jornadas que antes se celebraban en las localidades de Navacerrada o Guadarrama.

Aznar apoyó a Casado en la campaña de las generales del pasado 28 de abril, en las que el PP sufrió una debacle electoral al pasar de 137 a 66 diputados. En los comicios autonómicos y municipales que se celebraron un mes después, el expresidente no participó en actos alegando que tenía agenda internacional fuera de España.