Fracasa el primer simulacro electoral argentino que no realiza Indra

  • En la primera prueba para las elecciones primarias de Argentina ha habido varios errores tecnológicos.
  • En España se vivió una situación similar en los pasados comicios municipales.
  • Expertos en el sector achacan estas anomalías al bajo presupuesto de las compañías encargadas.
  • Primero fue en España, ahora es en Argentina. Los fallos en los simulacros y recuentos electorales fueron uno de los protagonistas de las pasadas elecciones del 26 de mayo. Y en Argentina, a las puertas de sus elecciones primarias, la historia vuelve a repetirse. En ambos lugares, la española Indra perdió la adjudicación contra empresas que ofrecían sus servicios a un menor coste. 

    Smartmatic es la tecnológica que consiguió arrebatar a Indra la adjudicación de los comicios en Argentina. El país se enfrenta el próximo 11 de agosto a las elecciones primarias, donde se elegirán a los candidatos que se disputarán la presidencia del país. Para estos comicios, los órganos estatales encargados junto a la empresa ganadora han comenzado los simulacros previos y según apuntan varios medios nacionales han sido “un fracaso”. 

    PRIMERAS PRUEBAS DE SMARTMATIC EN ARGENTINA

    La empresa Smartmatic, de origen venezolano pero con sede en Londres, fue la ganadora del concurso principalmente por su bajo presupuesto. La compañía presentó un precio, 16.899.920 dólares, que la hizo más competitiva frente a las otras dos tecnológicas, las españolas Indra (US$19.235.000) y Scytl (US$17.899.042), que se quedaron sin la adjudicación.

    Esta decisión deja por primera vez en 22 años a Indra fuera de controlar los comicios argentinos. Ahora Smartmatic es la encargada de todos los procesos electorales en el país, divididos en tres. El primer paso son las primarias, donde se eligen a los candidatos y el segundo son las presidenciales. Si de esta votación no sale un claro ganador, las dos personas más apoyadas pasarían a un segunda vuelta, esta vez definitiva.  

    Según apuntan varios medios argentinos, la compañía ya ha realizado su primera prueba para el primer proceso, las primarias, y a falta de 40 días para su celebración no han obtenido el resultado esperado. El sistema comenzó a presentar “un colapso en la plataforma de transmisión”, es decir, falló en la etapa más sensible del proceso, justo cuando se pasan los datos recogidos desde cada escuela electoral. 

    El error fue advertido por los docentes que participaban en el proceso. Muchos expresaron su descontento en la redes sociales y mostraron la caída de la red desde el primer momento que comenzó la prueba. El portalArgentinatoday.org publicó que el simulacro «terminó en un fracaso total según denunciaron diversos especialistas. Demoras para los accesos y fallos en el sistema fueron las principales» problemas registrados. 

    Según publica el diario nacional El Tiempo Argentino, una alta fuente vinculada al proceso «aceptó los problemas con los tiempos y reconoció que Smartmatic ganó la licitación por el precio, pero consiguió la calificación técnica más baja de todas las que participaron». Un resultado que contrasta con lo ocurrido en anteriores elecciones, donde Indra obtuvo siempre mejor rendimiento en aspectos técnicos. 

    26-M: SCTYL-VECTOR EN EL PUNTO DE MIRA

    En el caso de España, Indra ha sido la encargada de realizar el conteo electoral provisional y definitivo desde 1978. Sin embargo, todo cambió en 2015, cuando entró Scytl en juego. Ese año, la empresa catalana ganó el concurso y se encargó de las elecciones generales. Aparentemente, como se ve en el caso argentino, el precio fue un factor determinante para tomar esta decisión. 

    Este año, en las elecciones autonómicas, municipales y europeas ambas empresas, Indra y Scytl, que se presentaba junto a Vector, se volvieron a enfrentar y finalmente tuvieron que repartirse el trabajo. Mientras que a la veterana Indra le tocó las autonómicas, la UTE se hizo con las municipales y las europeas. La elección parece que nuevamente fue por el matiz económico. La tecnológica catalana ofreció 8,7 millones de euros mientras que Indra presentó un presupuesto de 10,8 millones.

    Las elecciones autonómicas, gestionadas por Indra, y las europeas, en manos de la empresa catalana, transcurrieron sin demasiadas anomalías. Sin embargo, no ocurrió lo mismo con las municipales. Fallos en el recuento de votos, partidos intercambiados y datos equivocados fueron algunos de los errores que se vivieron en la post-noche electoral. 

    Por ejemplo, Vox fue el gran perjudicado del recuento de votos. La inexactitud de los resultados en algunos territorios le hicieron perder dos concejales en León y un edil en Ibiza. También en Torrelavega (Cantabria) el partido de ultraderecha perdió un munícipe en favor del PP. Aunque estos problemas se hicieron notorios tras realizarse los comicios, los fallos de la UTE ya surgieron durante los simulacros.

    Fuentes expertas en el sector señalan que las pruebas de Scytl no funcionaron en muchas provincias españolas, entre otras causas, porque las personas que tenían que efectuar el traspaso de datos no tenían la preparación adecuada. Las mismas fuentes insisten en que esto podría haberse solucionado si no se hubiera apostado por la opción más económica, porque “tenía sistemas más baratos, con personal menos preparado”. 

    A pesar de todo esto, el Gobierno restó importancia a lo sucedido. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, normalizó la situación e insistió en que se trata “de un error humano que ocurre en todas las elecciones”. Fuentes del ministerio del Interior especificaron a este medio que tras los sucedido no tardaron en ponerse en contacto con la UTE y que se solucionaron los errores con rapidez.