El indulto a Borja, «El altruista», y otras peticiones de Change.org

  • El caso de Borja, "El altruista", ha llegado a Change.org, donde se ha iniciado una solicitud para indultarlo.
  • La mayor plataforma de activismo en el mundo recibe cerca de 500 peticiones diarias de muy diversa índole. Repasamos las más llamativas.
  • La pregunta es: ¿realmente tiene impacto Change.org?
  • Borja es un joven malagueño que ha sido condenado a dos años de prisión y 178.000 euros de multa por asestar dos puñetazos mortales a un ladrón que le estaba sustrayendo el bolso a una mujer.

    Si bien los hechos se remontan a 2015, cuando este estudiante de Derecho tenía 22 años, la sentencia se ha conocido ahora. Aunque será recurrida, a la que no podía hacer frente «el altruista» (calificativo que han acuñado los medios para dirigirse a él) era a la económica. Al menos en su totalidad.

    «Podía«, porque gracias a la colecta solidaria virtual que ha impulsada por la formación de Santiago Abascal la multa se quedará reducida a mínimos. Según informan desde la cuenta oficial del partido, son 110.000 € los que se han conseguido recaudar para Borja. Así, tras esta aportación desinteresada, el joven sólo habrá de abonar los 70.000 euros que restan.

    Esta movilización no se ha quedado sólo en la intención de saldar la deuda pecuniaria contraída por Borja. Y es que el altruismo, a veces, no conoce límites. Muchas veces esa generosidad se extiende hacia otras direcciones: mensajes de apoyo en forma de hashtag, proclamas públicas y recogidas de firmas.

    Recogidas de firmas virtuales procedentes de aquí y acullá. Es lo que permite la archiconocida plataforma Change.org, cuyo funcionamiento permite abanderar causas nobles desde el sofá de casa con un gesto tan fácil como darle a «firmar esta petición». Es lo que muchos profesionales de la comunicación denominan como «Activismo de sillón«.

    Por supuesto, la petición de indulto para Borja también figura en la lista. Bajo el enunciado «Indulto a un joven condenado a la carcel por salvar a una mujer de un atraco«, la colecta de firmas incorpóreas va camino de las 10.400. Dirigida al Ministerio del Interior, el objetivo para presentarlas a este organismo se tasa en 15.000.

    «DIOS ES DUEÑO ABSOLUTO: ÉL NOS CREÓ Y ÉL NOS HA DE LLAMAR»

    Esta organización solidaria recoge a diario miles de peticiones diversas. Algunas muy mediáticas, otras de menor importancia y también muchas absurdas. Es el riesgo de facilitar a los usuarios un portal abierto, no restrictivo y que actúa de lleno sobre la realización del ser humano.

    Echar un vistazo general a las peticiones populares de Change.org permite calibrar cuáles son los temas que preocupan a la sociedad española. Entre ellos se encuentra la eutanasia, debate histórico y a nivel nacional desde que el esposo de Mª José Carrasco la asistiese en su muerte en marzo del presente curso.

    En esta línea, se encuentran dos peticiones que confrontan entre sí. Por un lado, la que pide que Ángel Hernández, marido de la víctima, no sea juzgado. En la otra cara de la moneda, la propuesta que rechaza la legalización de la muerte adelantada. Se trata de una petición que un usuario remite al Congreso de los Diputados bajo el enunciado «Quiero conseguir que no se legalice la eutanasia en España«.

    Descontento por el millón de firmas para despenalizar la eutanasia que otros usuarios presentaron el pasado 15 de julio, el titular de la recogida de rúbricas alega que su defensa se basa en el amor: «Defiendo la vida en todas sus etapas. A las personas que sufren hay que quererlas y acompañarlas hasta el final, no quitársela», para terminar añadiendo un «Nadie que se siente querido se quiere morir, por que el amor siempre da ganas de vivir«.

    En la actualidad, aunque ha sido de reciente apertura, la recogida de firmas para esta formalizar esta petición no alcanza las 5.000 firmas. En este sentido, una firmante alega que su razón para apoyar la causa es Dios: «Sólo Dios es dueño absoluto. Él nos creó y él nos ha de llamar», declara bajo el nombre de María Dolores Rubio.

    QUE SE ILEGALICE VOX

    La historia democrática española experimenta un hito sin precedentes con la entrada de Vox en el Congreso de los Diputados. Su irrupción supone que España pase a ser un país eminentemente europeo, pues hasta el momento era uno de los pocos estados del Viejo Continente que resistían al apogeo de la extrema derecha.

    La formación liderada por Santiago Abascal llegó al parlamento para romper la derecha en más facciones. Su íntima amiga, la izquierda, lo agradeció e incluso se benefició de su aparición para despertar a los progresistas de su letargo y cerrazón a la hora de votar.

    Lo que es cierto es que en España los de Abascal siguen infundiendo miedo. Sobre todo a extraños. Extraños que también suelen ser desconfiados y que proponen ilegalizar el partido de las tres letras.

    En una petición enviada al espectro izquierdista (PSOE, Podemos), se solicita que se haga cumplir la Ley 6/2002 de Partidos Políticos. Según el propulsor de la propuesta, ésta se creó «para proteger y preservar las garantías constitucionalistas que entre todos fueron consensuadas en un momento de transición».

    Además, esgrime que Vox es «ilegal y constitucional» ya que promueve en su programa electoral aspectos como la ilegalización de las autonomías, del cierre de mezquitas fundamentalistas, de la derogación de las leyes de género que generan desigualdad y discordia social, la supresión de organismos feministas radicales subvencionados…

    Por otro lado, los firmantes de esta solicitud abogan por la ilegalización de Vox porque «necesitamos avanzar y no retroceder», porque «son racistas, homófobos, machistas y clasistas» o porque «son enemigos públicos de los derechos humanos y un peligro provocador sin sentido común».

    Actualmente, se han cosechado alrededor de 27.000 firmas, muy lejanas de las 35.000 que requiere el usuario para presentar la propuesta frente a las autoridades gubernamentales.

    ¿CONSIGUE CHANGE.ORG LO QUE SE PROPONE?

    Change.org no comprueba si detrás de los correos que se utilizan para firmar una solicitud hay un ser humano o un bot. El único requisito indispensable es que el correo que se facilita exista, ya que en caso contrario se invalidará la firma.

    Sin embargo, a efectos jurídicos la validez de una firma en esta plataforma no tiene ningún efecto. Primero, porque para que fuese así el usuario debería aportar su nombre completo (dos apellidos incluidos) y el número del DNI. Segundo, porque no se restringen los registros por dirección IP y navegador, lo que abre una vía para realizar varias firmas en una misma petición.

    Aún así, el portal web luce entre sus pestañas una que contiene los logros conseguidos. Son hazañas a pequeña a escala, aunque no por ello menos importantes. En cambio, las de mayor calibre apenas llegan a prosperar.

    Es el ejemplo de la solicitud referente a la repetición del juicio de Marta del Castillo. Una petición que lleva abierta desde hace seis años y que ha logrado captar más de un millón y medio de rúbricas virtuales. A pesar de que Change.org anuncie en sus entrañas que se puede seguir apoyando la causa, no informa de que en enero de 2019 la Fiscalía rechazó repetir el juicio.