Los sinsentidos del PP con su negativa a la abstención

EL PSOE ha vuelto a reclamar la abstención y el PP, a negarla. Los socialistas no tienen claro que Unidas Podemos vaya a brindarles su apoyo a cambio de un acuerdo programático y por eso fijan las miras en la derecha. Ciudadanos es su opción prioritaria pero Albert Rivera está ya a otras cosas. El PP se excusa en Navarra para tumbar otra hipotética investidura de Sánchez, pero le sobran motivos para abstenerse. El PP tiene en su mano evitar que el gobierno dependa de los independentistas y ganarse el apoyo futuro del PSOE de cara a mantener un bipartidismo encubierto.

EL PSOE PIDE LA ABSTENCIÓN DEL PP GRATIS

Los socialistas han adoptado una postura y ahí van a permanecer, pese a que la responsabilidad de formar gobierno recae sobre ellos, pese a que la investidura ya fracasara. Ahora (y siempre) han apostado por un gobierno en minoría, que busque apoyos constantes en la legislatura. Isabel Celaá, ministra portavoz en funciones, ha defendido que quieren “un gobierno progresista, de futuro”. El PSOE ‘vende’ que quiere un acuerdo programático con Podemos (sin coalición alguna), pero mira al resto de partidos ante la negativa, por el momento, de Unidas Podemos.

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Celaá ha pedido al PP que se abstenga sin nada a cambio, como hicieron ellos en 2016 cuando lo solicitó Mariano Rajoy, en un ejercicio de responsabilidad. Y sobre Sánchez, que dimitió para negar su apoyo a los populares, ha dicho que fue una “solución individual”. “El PSOE tomó esa decisión con gran sufrimiento interno”, ha señalado la ministra portavoz. Este diario ha desvelado que la opción prioritaria del PSOE es Ciudadanos, pero Rivera sigue obsesionado con estar en la oposición. El PP es su única vía de escape para evitar las elecciones si Unidas Podemos se mantiene tan firme.

EL PP DESCARTA OTRA VEZ SU ABSTENCIÓN

Desde el PP, no obstante, reina el inmovilismo. El secretario general, García Egea, ha respondido minutos después a Celaá y ha señalado que Sánchez puede abandonar “la esperanza de una abstención del PP para facilitar su gobierno”. Uno de los motivos que tienen los populares para negar su abstención es la rabia de lo que sucedió hace un año con la moción de censura que promovió Sánchez. “Han generado desconfianza no sólo en empresarios e inversores sino en sus socios de gobierno, aquellos que hace un año le apoyaron y que ahora no se fían de él, entre ellos Pablo Iglesias”, ha comentado García Egea.

No es lo único que aboca al PP a cambiar su opinión. Como ha dicho en los últimos días, el principal escollo lo ha puesto Sánchez tras su pacto en Navarra con independentistas y con la abstención de EH Bildu, que es quien definitivamente ha posibilitado que María Chivite sea presidenta. Desde Navarra Suma en el Congreso ya apuntaron a que un gesto hacia ellos en Navarra podría haber sido devuelto en forma de abstención a nivel nacional. Pero ninguna de esas cosas se produjo.

LAS INCONGRUENCIAS DEL PP

Estas causas pueden parecer suficiente motivo para negar una abstención, pero de la boca de miembros del PP (y de Ciudadanos) se han escuchado excusas cuyo sentido es más bien nulo. No quieren llegar a acuerdos con el PSOE porque éstos quieren gobernar con independentistas y populistas. Es uno de los lemas más usados, cuando una simple abstención suya haría que el gobierno dependiera de las fuerzas constitucionalistas y haría endeble la fuerza de los separatistas, que en esta legislatura podrían ganar peso y lanzarse al chantaje.

Y no sólo eso, está la paradoja de sostener el bipartidismo. El PSOE tuvo el gesto en 2016 y, si el PP lo devuelve, podrían entrar en una dinámica donde ambos se facilitasen sucesivamente los gobiernos, haciendo inútiles a otras formaciones como Podemos, Ciudadanos o Vox. El temor para el PP es que Ciudadanos consiga lo que quiere y lidere esa oposición. Pero si no ha superó al PP el pasado 28 de abril, difícilmente lo hará tras su fractura interna.