Manolo Monereo está que trina por el clima que anida dentro de Unidas Podemos, donde el pesimismo agarrota cualquier acción política. El profesor y exdiputado ya advirtió en marzo, un mes antes de las generales, que algunos diputados morados cercanos a Iglesias creían que el partido «se iba al garete».
Él negó la mayor y afirmó que creía que Podemos tenía un suelo garantizado. Ahora el que fuera mano derecha de Julio Anguita ha vuelto a criticar que dentro de la formación que lidera Pablo Iglesias ha vuelto a imponerse el miedo, en este caso inducido por los socialistas.
El PSOE y sus satélites mediáticos dejan ver que Podemos pagaría la factura de una repetición electoral y que en España resurgiría con fuerza un bipartidismo apuntalado por un alicaído Albert Rivera y por una ‘izquierda mainstream’, Íñigo Errejón.
LA TESIS DEL MENTOR DE IGLESIAS
Manolo Monereo, cercano a Pablo Iglesias, explica sobre Podemos que «una fuerza política que tuvo más del 20% del voto, que modificó, en muchos sentidos, la agenda pública y que fue capaz de representar a una parte muy significativa de las clases populares y, especialmente, de la gente joven, fue mutando de lo que podríamos llamar su plataforma política-programática originaria hacia una ‘normalización’ que la desnaturalizaba y le acercaba, cada vez más, al espacio del PSOE«.
Y añade: «Lo que está claro es que, en algún momento, el núcleo decisorio de Podemos llegó a la conclusión de que la clave para el futuro de la formación política era ‘tocar poder’, gobernar con el PSOE. Lo más curioso es que esto se propone en un momento en el que el impulso del cambio se estaba agotando y en el que se entraba en una guerra de posiciones».
El exdiputado de Unidas Podemos explica que la tesis de los cercanos a Iglesias fue que el ‘asalto a los cielos’ se posponía en el tiempo y entrábamos en una fase de ‘equilibrio catastrófico’ donde lo viejo pasaba a la ofensiva y lo nuevo mostraba debilidades muy significativas; debilidades de proyecto, de estrategia, de dirección política».
«Hablar de guerra de posiciones no significa no hacer política, maniobrar, tomar iniciativas; se trata de poner el acento en construir identidad, inserción social, políticas de alianzas, creación de cuadros y, sobre todo, definir con precisión un proyecto alternativo de país. Claro está, esto requiere tiempo, sufrimiento, sacrificio. Algunos nos preguntamos si para evitar esto se escogió el atajo de gobernar, sí o sí, con el Partido Socialista«, añade.
DERECHA-IZQUIERDA
Monereo señala el error que ha supuesto par él la decisión de Podemos de resucitar el eje derecha-izquierda: «La transversalidad no era moderación o desnaturalización del conflicto de clases, sino una estrategia discursiva y política para organizar un ‘sujeto político-pueblo’ en torno a un proyecto alternativo; el conflicto de clases se articulaba en torno a la lucha por la hegemonía en la dirección política del país. Seguramente esto hoy requeriría otras formulaciones pero es bueno argumentar el por qué se cambia y, sobre todo, para qué y para quién».
Sobre Vox lo tiene claro: «La mejor forma de impedir el surgimiento y el desarrollo de un populismo de derechas en España sería impulsar lo que muchos de nosotros hemos venido defendiendo desde hace tiempo, un populismo de izquierdas».
El profesor dice que «el pesimismo se ha convertido en el principal obstáculo de Podemos. Gobernar o desaparecer ha sido una mala alternativa. Hay futuro si somos capaces de reconstruir, desde abajo, un proyecto colectivo que promueva la auto-organización y la iniciativa colectiva, que se dote de un proyecto de país viable y asumido por las grandes mayorías«.
VOLVER A EMPEZAR
Monereo invita a Podemos a volver a los orígenes: «Un partido de oposición al régimen que trabajosamente se recompone pero que da muestras de debilidad. Un partido patriótico que combata el nacionalismo, todos los nacionalismos y que defienda la soberanía popular».
Y remata: «Un partido republicano que apueste por el autogobierno de las poblaciones, por el constitucionalismo social y el federalismo. Un partido comprometido con las clases trabajadoras y que haga suyo el núcleo rojo de la emancipación social, es decir, una sociedad alternativa al modo de producir, consumir y vivir del capitalismo, el socialismo. Un partido, en definitiva, eco feminista que haga la síntesis cotidiana entre las viejas y las nuevas contradicciones de un mundo que está obligado a salir de una barbarie que parece no tener alternativa.
IGLESIAS SIGUE CON SU PLAN
Pablo Iglesias explicó hace unos días en Antena 3 su visión sobre el rechazo del PSOE a su última propuesta: «Me ha sorprendido la respuesta negativa (…) Si lo españoles hubieran querido un gobierno de mayoría absoluta lo hubieran votado así.
El secretario general de Podemos señaló que el PSOE les dijo «que no a un gobierno de coalición durante 40 días y en 48 horas querían negociar algo que necesita días. Nosotros no queremos eso y por ello, hemos hecho una propuesta desde ahora».
Iglesias también dejó claro que, según él, los socialistas quieren volver a las urnas: «Si Pedro Sánchez dijo la verdad en ese momento, me vuelvo a echar a un lado, no les vamos a dar esa excusa. Pero si quieren elecciones que lo digan claramente».