La política navarra no descansa. El verano ha estado marcado por el regreso del PSOE al Gobierno foral. Pero el otoño se avecina muy caliente por la guerra abierta entre Izquierda Unida y Geroa Bai, que pelearán por lograr el senador con el que cuenta Navarra por designación autonómica.
La Mesa y la Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra reinició ayer lunes su actividad y las cartas están boca arriba: Izquierda Unida aduce que firmó un acuerdo con Geroa Bai, Podemos y EH Bildu para la Cámara Alta en las generales del pasado 28 de abril.
Para aquella fecha las cuatro formaciones que controlaron Navarra durante la última legislatura esperaban lograr uno de los cuatro senadores en juego, pero este botín fue a parar a los socialistas.
Izquierda Unida, que tuvo a Iñaki Bernal en el Senado entre 2016 y 2019, sostiene que colocó a este concejal de Berriozar como número tres de la lista a cambio de reservarse el puesto de designación autonómica.
Geroa Bai, sin embargo, cree que este pacto se quedó atrás al fracasar una lista que encabezaba una persona cercana a la coalición integrada por el PNV, Anika Luján. Es por ello que exigieron el puesto cuando firmaron un acuerdo con el PSOE para la investidura de María Chivite.
UPN PUEDE BENEFICIARSE DE LA PINZA PSOE-PNV
La situación se ha enrocado hasta extremos sorprendentes: hasta este 5 de septiembre hay tiempo para que los diferentes partidos presenten a sus candidatos. Y la situación está así en este momento: Geroa Bai podría lograr 20 apoyos gracias a sus diputados y al PSN.
Izquierda-Ezkerra, que cuenta con la complicidad de EH Bildu, se conformaría con solo 8 que podrían llegar a 10 si reciben el apoyo de Podemos, con el que no tienen demasiada sintonía. Y de rebote Navarra Suma (UPN, PP y Ciudadanos) sumaría 20 escaños y se llevaría el senador gracias a que el empate se decide por el Grupo Parlamentario más numeroso.
Los nombres que suenan para ocupar el escaño son Iñaki Bernal, que si no hay cambios se quedaría fuera de la Cámara Baja tras la ‘traición’ de Geroa Bai; Koldo Martínez o Anika Luján de la coalición nacionalista; y un nombre de Navarra Suma que previsiblemente será una persona de UPN.
PRIMER LÍO PARA MARÍA CHIVITE
Geroa Bai manifestó que cree que el acuerdo con Izquierda-Ezkerra ya caducó: «No podemos dar por vigente un acuerdo en torno a la elección del senador o senadora foral porque claramente se condicionaba la vigencia del mismo a la consecución de los tres escaños que al Senado presentaba la lista de Cambio-Aldaketa«.
La formación liderada por Uxue Barkos reconoce que Izquierda-Ezkerra fue y es «un socio leal al cambio» y aseguran que desean que esta polémica «no lleve una discrepancia siempre legítima en la interpretación del acuerdo a una confrontación que solo puede beneficiar a quienes se oponen al Gobierno plural y de progreso que conformamos.
Y sostienen que no quieren «caer en la confrontación con una formación política a la que, tanto en la anterior legislatura como en la presente, siempre hemos defendido en las condiciones más propicias para su representación en el Parlamento, y ha contado en este sentido con el apoyo incondicional y convencido de Geroa Bai«.
Marisa de Simón, líder de Izquierda Unida en Navarra, afirma que «el cumplimiento del acuerdo que se suscribió al constituir la candidatura Cambio-Aldaketa que deja claro que los cuatro grupos se comprometen a votar al candidato de Izquierda-Ezkerra (IU más Batzarre)».
AL PSOE NO LE PELIGRA SU MAYORÍA SIMPLE
Este choque entre dos formaciones que apoyaron la investidura de María Chivite no hará peligrar por el momento la mayoría simple del nuevo Ejecutivo. Recuerden que el PSN con 11 escaños recibió el apoyo de los 9 diputados de Geroa Bai, de los 2 de Podemos y del único que mantiene Izquierda-Ezkerra.
Los 20 diputados de Navarra Suma ejercen de oposición y los 7 de Euskal Herria Bildu se abstuvieron en la sesión investidura y condicionarán esta legislatura. La coalición liderada por UPN cuenta con tres senadores y ahora podría sumar un cuarto extra por sorpresa tras la falta de acuerdo entre las fuerzas del centro-izquierda navarro.
Este choque evidencia dos circunstancias: la dependencia del PSN de Geroa Bai, situación que ha provocado que los socialistas se alejen de Izquierda-Ezkerra, la única fuerza del cambio que les mantuvo tendida la mano durante la pasada legislatura. Y la lejanía entre las dos fuerzas nacionalistas, EH Bildu y Geroa Bai, que no se pusieron de acuerdo para conformar una candidatura en las últimas generales al Congreso.