domingo, 15 diciembre 2024

Casado pone en jaque a Alonso por la deriva del PP vasco

  • Un artículo de Beatriz Fanjul ha forzado a que Alonso se replantee 'País Vasco Suma'.
  • Los próximos 14 y 15 de septiembre el PP vasco celebrará una Convención en sus peores momentos.
  • Pablo Casado ha soportado varios desplantes y quiere forzar una tregua.
  • Las previsiones del PP vasco ante un posible adelanto electoral preocupan a Pablo Casado. Los pésimos números cosechados en las últimas generales y municipales en Euskadi ni siquiera habían rebajado el discurso de Alfonso Alonso, que mantenía un tono duro contra Génova 13.

    El líder del alicaído PP vasco acumula un año echándole un pulso al presidente de su partido, al que le acusa de no integrar al ‘sorayismo’. Borja Sémper o Iñaki Oyarzábal no se quedaron atrás y pusieron en duda la estrategia del nuevo número uno popular.

    La presencia de Javier Maroto en la cúpula de Madrid templó las aguas, pero no lo suficiente para evitar el choque. Desde la dirección estatal se sugirió la creación de un proyecto, ‘País Vasco Suma’, que echaba abajo los deseos de Alonso: más autonomía para sobrevivir, hecho que según el PP vasco ayudó a Borja Sémper a mantener a la representación popular en el Ayuntamiento de Donosti.

    EL PP ESTATAL MUEVE FICHA

    Génova 13 forzó la caída del portavoz popular en Bilbao, Luis Eguíluz, para colocar a la ‘casadista’ Raquel González. Este hecho molestó a Alonso, que ha visto como una de las promesas del PP vasco, Beatriz Fanjul, le sitúa en el disparadero.

    La presidenta de las Nuevas Generaciones del País Vasco publicó un duro artículo en El Mundo que deja en mal lugar a sus compañeros: «El PP vasco se ha ido quedando sin votantes y no sorprende si digo que el proyecto País Vasco Suma podría corregir aunque solo sea un poco la tendencia».

    Este dardo público llegó en el peor momento para Alonso, que no quiere líos internos ante la Convención del PP vasco, que se celebrará los próximos 14 y 15 de septiembre en el Palacio Europa de Vitoria.

    Para evitar el choque Alonso se ha replanteado su estrategia y ha dejado abierto un pacto con Ciudadanos, al que solo le exige a Casado una «única condición» para firmar: «aceptar y defender la foralidad y el Concierto Económico» de Euskadi.

    SÉMPER Y OYARZÁBAL NO QUIEREN PACTO

    Borja Sémper, presidente del PP gipuzkoano, sin embargo mantuvo su distancia con Casado y señaló que la posición de Ciudadanos sobre el Concierto Económico de Euskadi supone «una brecha insalvable» para cerrar un acuerdo.

    Casado
    Alfonso Alonso durante una entrevista. Foto: RNE.

    Iñaki Oyárzabal tiene dudas sobre un acercamiento con un partido sin ningún tipo de implantación en Euskadi, Ciudadanos, que ni siquiera tiene representación en el Parlamento ni en ninguna de las tres capitales de provincia.

    Pero el presidente del PP vitoriano tiene claro que la línea roja es otro partido del centro-derecha estatal, Vox: «Estamos muy lejos de Vox como para hacer cualquier tipo de planteamiento de esas características con el partido de Abascal».

    LÍOS DEL PASADO PARA CASADO

    Alfonso Alonso no tiene ningún tipo de feeling con Casado y tan solo el prestigio del PP vasco le proporciona cierta autonomía y libertad de movimientos. En la cúpula de Génova 13 recuerdan que el barón tildó al actual presidente del PP de «oportunista» en plenas primarias y que dejó claro que cree que es un radical: «Ya se moderará», aseguró.

    En el PP del País Vasco también han destacado por sus ataques a Vox. Sémper protestó por las exigencias de Abascal en Andalucía: «Ya puestos, hubiera sido más directo exigir la expulsión de Andalucía a los que no sean de Vox. Pero pata negra. Y nos evitamos tanto rollo».

    Alonso dijo que a Vox le faltaba «un hervor» porque le cuesta «pasar de la demagogia y de la propaganda a la política. Me van a permitir que no gaste saliva analizando las propuestas de Vox, porque las hay que no tienen ni pies ni cabeza«.

    ¿ADELANTO ELECTORAL?

    En el PNV aseguran que ni siquiera están estudiando un adelanto electoral autonómico. Pero en la formación jeltzale escuece la minoría que sufre el Gobierno de Íñigo Urkullu, al que el apoyo del PSE ni siquiera le otorga una mayoría.

    Esta circunstancia provoca que las tres fuerzas de la oposición tengan ‘derecho a veto’. Euskal Herria Bildu dice que no está practicando la pinza con el PP. Podemos, por su parte, también ha mantenido un discurso duro con los nacionalistas conservadores.

    Las previsiones, según varios sondeos, son positivas para el PNV y el PSE, que juntos alcanzarían la mayoría absoluta. Euskal Herria Bildu, que quiere que el nuevo Estatuto salga adelante cuanto antes, podría sumar a costa de Podemos.

    Peores perspectivas que los morados tienen las tres fuerzas constitucionalistas, de las que solo el PP parece tener asegurada, a la baja, su presencia en la próxima legislatura. La falta de implantación de Cs y Vox podría pasarles factura si no hay un acuerdo a tres bandas.