El PSOE ignora los reproches entre Errejón e Iglesias para sacar tajada

Mientras Pablo Iglesias acusa a Íñigo Errejón de querer blanquear el bipartidismo, el PSOE mira hacia otro lado. Cuando Más Madrid gana el apoyo de Equo y lastra a Podemos en territorios como Murcia, el PSOE evita pronunciarse. La estrategia de Pedro Sánchez es clara: desmarcarse de la batalla que existe a su izquierda. Una directriz que han seguido en la última semana tanto él como sus barones, y que se refrendó el pasado sábado en la celebración del Comité Federal.

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La reunión socialista sirvió para vislumbrar que la campaña socialista pasa por presentar a su formación como la única vía para tumbar a la derecha. O lo que es lo mismo, erigirse como el voto útil para evitar que el previsible auge de Pablo Casado permite al PP gobernar junto a Ciudadanos y Vox (como ya hacen en Comunidades y Ayuntamientos). Lo ha reconocido el propio Sánchez, tras presentarse como “alternativa a la parálisis”, pese al bloqueo que ha llevado a España a sus cuartas elecciones en cuatro años.

EL PSOE MANTIENE SU BAZA INICIAL

Desde el mismo día que el Rey admitió no tener candidato, el presidente del Gobierno en funciones ha tenido clara su postura: crecer para mantener su propuesta de gobernar en solitario. Mientras la izquierda más progresista exigía un Ejecutivo compartido en tiempos de coalición alejados del bipartidismo, Sánchez ha sostenido la idea de no depender de nadie. Para dormir más a gusto o simplemente para tener todo el control, pero el líder del PSOE acude al 10-N con el único pensamiento de reforzar su idea y sumar más escaños, como ya pronostican varias encuestas.

Y esa estrategia de presentarse como la única izquierda, pasa por obviar al resto de partidos que se sitúan a su izquierda. En las últimas semanas de negociación Sánchez ignoró a Iglesias y sus pretensiones y ahora ha trasladado esa idea hacia la irrupción de Más Madrid. En su discurso en el Comité Federal ha obviado mencionar palabra alguna sobre Íñigo Errejón, pese a que este ha acaparado todos los focos desde que anunció expandirse desde Madrid a todo el territorio nacional.

No es casualidad. Uno a uno, sus barones han restado importancia al movimiento del ex de Podemos. Puig ha mencionado que “nadie roba votos a nadie”, para descartar que les pueda pasar factura la fractura en la izquierda. Algo menos amable ha sido Tudanca, que ha comentado que no le parece “relevante” la propuesta de Errejón. El secretario general del PSOE en Castilla y León ha presumido de que el PSOE les “demostrará de nuevo” en las urnas quien domina la izquierda en España.

Esa línea es la que han sostenido otros miembros del PSOE como Iceta o Cornejo, a los que no les quita el sueño la irrupción de Más Madrid. Ambos se han mostrado de acuerdo al afirmar que nadie ha comprendido la actitud de Iglesias durante los meses de negociación, en los que no aceptó ninguna de las muchas propuestas del partido socialista. El objetivo, no entrometerse en una batalla que les pueda pasar factura.

IGLESIAS Y ERREJÓN, ENTRE REPROCHES

Y es que a la izquierda del PSOE sigue el cruce de ‘pullas’. Pese a que Iglesias ha refrendado en infinidad de ocasiones tener sumo “respeto” a Errejón, lo cierto es que en los últimos días ha dejado mensajes que buscan herir a la formación de su excompañero. “Nosotros no apuntalaremos al bipartidismo”, entonó el líder de Unidas Podemos el sábado. Un dardo en referencia a la intención de Más Madrid de resolver a cualquier precio (según la formación morada) la actual situación de bloqueo político.

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Mientras, Errejón le roba aliados a Iglesias. Pese a las discrepancias del líder de Equo y Equo Cataluña, las bases de la formación ecologista aprobaron la idea de dar la espalda a Iglesias y apoyar a Errejón. A ello hay que sumar el movimiento en Murcia, donde el líder de Más Madrid ha aceptado en sus listas a los ex número uno y dos de Podemos, que el viernes dejaron su acta e hicieron oficial su decisión.

Una lucha entre dos antiguos aliados que ahora competirán por convencer al electorado. Errejón ha decidido presentarse en provincias que permitan no restar a la izquierda, pero que casualmente son las fortalezas de Unidas Podemos. El PSOE, centrado en su campaña, se aleja de líos centrado en beneficiarse de esta confrontación.