Cartagena: ‘La descuarticé’, confiesa el asesino de María Dolores Salvador

Agustín S.M., pareja sentimental de María Dolores Sandoval, desaparecida en Cartagena hace diez meses, ha pasado a disposición judicial tras ser detenido el pasado miércoles. El acusado ha reconocido que descuartizó a su pareja.

Tras una exhaustiva investigación por parte de los agentes en torno a la desaparición de la mujer, que fue vista por última vez el 25 de diciembre de 2018, día de Navidad, se han hallado indicios de un nuevo crimen machista.

La mujer de 54 años de edad, natural de Cieza, vivía junto al detenido en el barrio Peral de Cartagena. Tras haberse realizado diferentes registros en la vivienda, los investigadores pudieron hallar restos de sangre. Esto no hace más que reforzar la hipótesis de que la víctima fue asesinada hace casi un año.

Agustín ha cambiado de versión varias veces en esta semana, confesando que descuartizó a la que era su pareja. Según él, un día que decía no recordar regresó a casa de trabajar y se encontró a María muerta en uno de los dormitorios de la vivienda. Ante el pensamiento de que iba a ser acusado de su muerte, y tras haberle dado muchas vueltas a la cabeza para que no le echaran la «culpa» de la muerte, decidió descuartizarla y guardar sus partes en un arcón frigorífico.

ALMACENÓ LOS RESTOS VARIOS MESES

El hombre detenido por la Policía Nacional como presunto autor de la muerte y ocultación del cadáver de María Dolores, de nacionalidad española y 56 años, tuvo almacenados en la vivienda los restos de la fallecida durante cuatro o cinco meses.

Sin embargo, una madrugada del presente año decidió que era el momento de deshacerse de ellos. Los sacó en bolsas y tras recorrer varias calles los depósito en contenedores de basura. Se deshizo de ellos poco a poco y en dos zonas diferentes de Cartagena.

El presunto autor del asesinato aseguró en su testimonio que regresó a su casa en torno a las nueve de la noche y que se encontró a su pareja muerta. Según su versión, tenía vómitos y estaba fría, con los ojos abiertos. Además, afirmó que unos días antes escribió un WhatsApp a la hermana de María Dolores para advertirle que había vuelto a mantener actitudes del pasado y que se había vuelto a ir. Según Agustín, ella había regresado tras estar unos días de fiesta.

EXPLICÓ CÓMO LA DESCUARTIZÓ

En su declaración, Agustín, mecánico electricista de profesión, detalló cómo descuartizó el cuerpo de la que era su novia. Tras cambiarse de ropa para estar más cómodo, cogió un cuchillo de la cocina de unos 50 centímetros de hoja. También fue a un cuarto de la casa y tomó una sierra mecánica.

A continuación, tendió el cuerpo sin vida de María Dolores en el suelo de la misma habitación en la que presuntamente la halló muerta. Se puso unos guantes y fue descuartizándola. Posteriormente, metió las partes en sacos de basura negros y los introdujo en un arcón frigorífico que tenía en la vivienda.

El detenido, que en el día previo dio otras versiones, entre ellas una en la que se exculpaba completamente de los sucedido, añadió que los restos estuvieron en dicho arcón por un periodo de entre cuatro y cinco meses.

En una fecha que aseguró no recordar, pero de madrugada, sacó algunas de las bolsas con los restos. Estas las llevó en su coche a un contenedor situado en la zona de San Félix. Luego regresó al hogar y cogió el resto para tirarlas a un contenedor frente al centro de salud de Los Barreros. En estos mismos lugares, se desprendió de la sierra y del cuchillo.

Descuartiza a su novia en Cartagena tras encontrarla muerta al regresar a casa
Agustín S. M. ha asegurado que decidió descuartizar a la que era su novia tras llegar de trabajar y encontrarse a María Dolores Sandoval muerta en el dormitorio.

MINTIÓ A LA FAMILIA DE MARÍA DOLORES

Agustín también explicó cómo fue dando largas a los familiares de la fallecida y a los propios vecinos, recurriendo a diferentes mentiras. La familia de María Dolores, que tiene tres hijos, fue quien denunció la desaparición de la mujer residente en Cartagena.

En un principio, contemplaban la posibilidad de que ella hubiese decidido desaparecer de forma voluntaria, algo que ya había hecho con anterioridad. Sin embargo, comenzaron a preocuparse tras ver cómo desde marzo no había habido movimientos en su cartilla sanitaria. La fallecida necesitada de medicación para tratar su diabetes.

La hermana de la víctima le escribió un mensaje de WhatsApp al presunto asesino, extrañada por el hecho de que María Dolores no le respondiese a sus llamadas. Agustín le aseguró que se encontraba muy bien y que estaba a la espera de recibir un nuevo teléfono móvil.

Unos días más tarde, la hermana siguió insistiendo y él le dijo que se había ido a casa de una vecina. En cambio, en el barrio de Cartagena en el que residían, había asegurado que se había ido unos días. Tras la Navidad, y ante la falta de señales de vida de la víctima, la familia denunció su desaparición. Aunque en un principio pensaban en una marcha voluntaria, posteriormente comenzaron a temer lo peor tras no haber usado su tarjeta sanitaria para obtener insulina.

En el pasado mes de enero, Agustín declaró a la Policía que el 26 de diciembre llegó a su hogar después de trabajar y que María Dolores ya no estaba. Les dijo que era algo habitual, aunque ahora confesó que se trató de una mentira.

OCULTACIÓN DEL CADÁVER

El caso de Cartagena recuerda al de otros casos recientes, en los cuales la pareja sentimental de la mujer, una vez que la ha asesinado, habría optado por ocultar el cadáver. Esto ha ocurrido, por ejemplo, en los casos de Dana Leonte o Mónica Borràs.

En el caso de Dana Leonte, la Guardia Civil ha hallado esta misma semana nuevos huesos en la zona de Málaga donde se busca el cuerpo de la víctima desde hace meses. Estos restos fueron localizados por el mismo perro que encontró el fémur que pertenece a la joven y que enfocó las sospechas hacia Sergio, el novio de Dana.

Sergio, presunto culpable del asesinato, se encuentra en prisión provisional. Todo apunta a que es el autor del mismo a pesar de que mantiene su inocencia. La hipótesis que se maneja es que mató o dejo inconsciente a Dana en su casa. A continuación, la arrastró por las escaleras hasta el coche y, finalmente, enterró su cadáver.

Según las investigaciones, Dana le dijo a Sergio que quería poner fin a su relación. Esta pudo ser la causa del crimen.

Por su parte, hace unos meses Jaume Badiella, de 54 años, confesó ser el autor del asesinato de Mónica Borràs, de 49. Este trató de ocultar el crimen hasta que la policía empezó a excavar en el lugar en el que se encontraba enterrada la fallecida. En ese momento, se derrumbó y confesó ser el autor del asesinato.