PP se crece, mientras Ciudadanos y Vox se desmoronan ante el 10-N

El repunte del Partido Popular se denota día tras día. Las últimas encuestas auguran un futuro prometedor para los populares, que no han pasado por su mejor racha tras el batacazo electoral del 10-N. Sin embargo, parece que las aguas poco a poco vuelven a su cauce y el PP podría volver a consolidarse como segunda fuerza, recuperando parte del poder perdido tanto a su izquierda como a su derecha. 

Un futuro alentador que difiere mucho del que los sondeos le pronostican a sus dos aliados. Por su izquierda, Ciudadanos se presenta como el gran perdedor del 10-N. El partido no levanta cabeza. Tras un verano intenso de dimisiones, las salidas siguen perpetuándose, demostrando una fractura interna poco beneficiosa de cara a su electorado. Mientras, a la derecha del PP, Vox tampoco está atravesando uno de sus mejores momentos. Las últimas bajas y críticas dentro de la formación podrían pasarle factura el próximo noviembre.

PP, ANSIOSO POR EL 10-N

Los populares son los que más ganas tienen de que llegue el 10-N. Los resultados del pasado abril, los primeros en los que se enfrentaban a Vox, demostraron la debilidad del bloque conservador a causa de la fragmentación del voto en la derecha. La experiencia le ha servido al PP para aprender de sus errores y saber cómo moldear su discurso ante unos nuevos comicios. 

El 28-A lanzaron un mensaje más duro, con el objetivo de captar al votante que sabían que se iría con los ultraderechistas. Pero ese giro a la derecha no les fue como esperaban. Es por ello que las primeras intervenciones de Pablo Casado, líder popular, en esta pre-campaña están siendo más comedidas y buscan una posición más centrista. 

En su discurso, el PP sigue apostando por la unidad sobre todo. Quieren demostrar a los votantes que ellos, a diferencia de Sánchez, si harán todo lo posible por sacar adelante un gobierno. Es por ello que siguen insistiendo en la necesidad de unir sus fuerzas con Ciudadanos. La formación quiere demostrar que el rechazo de los naranjas a poner en marcha una España Suma puede poner en peligro la implantación de un gobierno conservador. 

Esta estrategia de los populares viene respaldada por los resultados de los últimos sondeos. Todos ellos coinciden en que el PP recuperaría varios escaños, que podrían elevarse incluso en 20 -actualmente tiene 66. Un crecimiento que principalmente conseguiría en detrimento de Ciudadanos, que podría perder más de una veintena. Las encuestas también auguran que el PP podría robarle dos o tres escaños a Vox. Sin embargo, estos sondeos han sido realizados antes de producirse una sucesión de bajas en el partido, que podrían haber dañado su credibilidad y estabilidad de cara al futuro. 

VOX, SUCESIÓN DE DIMISIONES

El partido de Santiago Abascal ha vivido la salida de la diputada de Baleares, Malena Contestí, ha caído como un jarro de agua fría en Vox. La exparlamentaria dedicó unas duras palabras a la que fue su agrupación durante un par de meses. “Demagogia, homofobia, y extremismos varios” fueron algunos de los calificativos que Contestí atribuyó a la formación. 

Varios dirigentes de Vox le quitaron hierro al asunto y lo achacaron a una “pataleta” después de no haber sido revalidada para encabezar las listas en el archipiélago. No obstante, la despedida de Contestí no fue la única a la que tuvieron que hacer frente. El goteo de dimisiones no había hecho nada más que empezar.

El presidente de Vox en Zamora, Javier Alcina, también ha presentado su dimisión a pocos días de los nuevos comicios. Alcina, que llevaba al frente de la formación desde hace casi un año, tras su creación, afirmó en un comunicado que “hoy en día, mi marcha es mejor que su permanencia en el partido”, aunque añade que “no ha sido una decisión fácil”.

De momento no han trascendido las causas oficiales que han provocado su decisión, pero todo apunta a que un factor determinante ha sido posibles desavenencias internas. En su carta de despedida, Alcina agradece únicamente a “una parte del partido” el apoyo recibido durante su mandato. 

A Alcina se suman la líder de Vox en Léon, Elena Merino, porque no estaba conforme con el giro que estaba experimentado el partido. Sin presidenta se ha quedado también la provincia de Valladolid, donde la despedida de Sofía Muñoz ha obligado a dejar el mando de la agrupación en manos de una gestora. También ha dejado su cargo la presidenta de Albacete, Rosario Velasco, aunque ella sí seguirá siendo concejala de Vox en la ciudad.

Además de las bajas provinciales, el partido ha registrado múltiples dimisiones en el ámbito local, como en el ayuntamiento de Toledo, Torremolinos, Mijas o Algeciras. Estas salidas suceden en un momento trascendental, en el que Vox está puliendo los nombres que representarán a su marca en todo el territorio nacional antes del 10-N. 

MÁS DIMISIONES EN CIUDADANOS

Ciudadanos tampoco ha arrancado con buen pie la pre-campaña. Tiene a las encuestas en su contra y en su primer discurso oficial, encaminado a las elecciones, ha mostrado otro giro de estrategia, al levantar oficialmente el veto al PSOE el próximo 10-N. Un planteamiento muy diferente al que desarrolló en el 28-A donde viró más hacia la derecha. Sus idas y venidas no solo han disgustado a su electorado, sino que también han provocado el descontento de pesos pesados de la formación.

Este verano ha habido bajas importantes como la de los fundadores Francesc de Carreras y Xavier Pericay o la de varios parlamentarios claves como Francisco de la Torre, Toni Roldán o Javier Nart. El partido se molestó en reformular su Ejecutiva nacional para que las voces más críticas dieran paso a otras más afines en busca de estabilidad. Pero ni por esas se han librado de más pérdidas.

Ahora, a poco menos de un mes para el 10-N, Ciudadanos se ha quedado sin su Junta Directiva en Vitoria. La dirección de Cs destituyó al excoordinador Javier Gómez alegando que había intentado hacer «un trasvase de afiliados» hacia el PP. El resto de su equipo no estaba conforme con esta decisión y también han decidido marcharse para apoyar a Gómez. 

A estas salidas también se añaden las de los números dos y tres de Cs al Senado por Valladolid, Jesús San José Sancho y Pablo Pombo. El presidente de Ciudadanos en Castilla y León, Francisco Igea, ha restado importancia a estas bajas porque solo demuestran, junto a las incorporaciones, que el partido “está vivo” y ha añadido que en política “hay que saber encajar las críticas”, porque no se puede estar de acuerdo en todo.