Madrid: Detenidos dos ciudadanos chinos que secuestraron 5 días a un compatriota

La Policía Nacional ha detenido a dos ciudadanos chinos que secuestraron durante cinco días a un compatriota en una nave industrial situada en la localidad de Serranillos del Valle (Madrid). Las detenciones han tenido lugar tras ocho meses de investigación por parte de los agentes.

Los captores exigieron a la víctima que solicitase a sus familiares el pago de 8.000 euros para dejarle en libertad. Para ello, le amenazaron con cortarle los dedos de las manos, además de agredirle en varias ocasiones, agresiones en las que le propinaron golpes y patadas.

Una vez que los arrestados recibieron el ingreso de dinero en una cuenta bancaria china, la víctima fue puesta en libertad. No obstante, antes de dejarle ir, sus captores le hicieron firmar un documento en el que se manifestaba que el hombre había permanecido en ese lugar de forma voluntaria y que debía el dinero pagado por el rescate.

OCULTO EN UN MONTACARGAS

La investigación dio comienzo después de que agentes de Las Palmas de Gran Canaria tuvieran constancia de que se había producido el secuestro de un hombre de origen asiático en el pasado mes de febrero. Los hechos tuvieron lugar cuando el ciudadano chino llegó al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en un avión que procedía de Copenhague (Dinamarca).

La víctima había quedado con una amiga suya que le iba a dar alojamiento durante su estancia en Madrid. Sin embargo, una vez que se encontraba en la capital de España, esta persona lo recogió en el aeropuerto y lo llevó en su vehículo a Serranillos del Valle.

Allí se dirigieron a un polígono industrial cercano y, a través de un engaño, le hicieron entrar en una nave en la que se encontraban dos hombres. Estos le quitaron todas sus pertenencias y lo obligaron a que se metiese en el interior de un montacargas, donde permaneció oculto durante los días que duró su secuestro.

Estos captores exigieron al hombre el pago de los 8.000 euros, al mismo tiempo que le pidieron el contacto de sus familiares. De esta forma, buscaban informarles de los hechos para que actuasen y les pudiesen ingresar la cantidad solicitada.

Además, lo amenazaron con cortarle los dedos de sus manos si no cumplía con sus exigencias, presionándole a que les facilitase el contacto de sus familiares mediante varias agresiones.

Ante las amenazas que había recibido y las múltiples agresiones, la víctima accedió finalmente a facilitar los números de teléfono de varios de sus familiares. De esta forma, los captores pudieron continuar con el plan.

La Policía Nacional detiene en Madrid a dos secuestradores chinos que tuvieron secuestrado a un compatriota
Los captores grabaron a la víctima varios vídeos para solicitar a sus familiares el ingreso de 8.000 euros y bajo la amenaza de cortarle los dedos de las manos. Fue agredido en varias ocasiones.

GRABACIONES DE VIDEO PARA PRESIONAR A LOS FAMILIARES

Con el claro objetivo de presionar a la familia, los captores del ciudadano chino realizaron varios vídeos de la víctima dentro del habitáculo en el cual se hallaba en Madrid retenido contra su voluntad. Estos contenidos audiovisuales fueron remitidos a sus familiares, de forma que se les presionaba para que realizasen el pago.

El hombre asiático permaneció durante cinco días en el mencionado montacargas. En ese lugar estaba siendo custodiado por uno de los dos detenidos. Este se encargaba tanto de vigilarlo como de facilitarle comida y bebida, y acompañarlo al servicio.

Llegado el quinto día del secuestro, el hombre fue liberado. La liberación se produjo una vez que uno de sus familiares realizó el ingreso bancario por el monto total solicitado por parte de los captores. Este ingreso de ocho mil euros tuvo lugar en una entidad bancaria situada en China.

No obstante, antes de dejarle ir, le obligaron a redactar y firmar un documento. En el mismo, el secuestrado tuvo que indicar que había permanecido en el lugar de forma voluntaria. Además, también reflejaba que la finalidad de su viaje a Madrid era el de saldar una deuda económica que tenía con su amiga.

DENUNCIÓ EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

Una vez redactado y firmado el mencionado documento, los secuestradores taparon la cabeza a su víctima. Luego lo sacaron de la nave industrial en la que se encontraban y lo trasladaron en coche hasta un lugar en las inmediaciones del Polígono Cobo Calleja, situado en la localidad de Fuenlabrada (Madrid). Allí le indicaron que no se quitase el pasamontañas hasta que hubiesen pasado varios minutos. De esta manera, reducieron el riesgo de poder ser identificados.

Al día siguiente a su liberación, la víctima cogió un avión con rumbo a Las Palmas de Gran Canaria. Cuando llegó a las Islas Canarias interpuso una denuncia contando todo lo que le había ocurrido.

Una vez que la Policía Nacional tuvo constancia de lo sucedido, inició las pesquisas. Estas investigaciones se han prolongado durante ocho meses hasta que, finalmente, el pasado 11 de octubre, se pudo detener en Madrid a los dos autores materiales del secuestro. Además, fue posible localizar el lugar en el que la víctima permaneció en cautiverio.

MOTIVO ECONÓMICO

La única finalidad del secuestro era la de obtener un beneficio económico mediante el mismo. Por este motivo, desde el primer momento los dos ciudadanos chinos insistieron a la víctima para que pusiese el asunto en conocimiento de sus familiares.

De esta forma, trataban de lograr que el pago se realizase con la mayor rapidez posible. Así también reducirían las posibilidades de que pudiesen ser detectados por las fuerzas policiales en Madrid.

Sin embargo, el secuestrado, en un principio, se mostró reacio a facilitar el número de contacto de sus familiares. Ante sus constantes negativas, los captores optaron por «obligarle» a la fuerza, con varias agresiones en forma de golpes y patadas. Estas palizas acabaron provocando que la víctima accediese a facilitarles los números de teléfono.

Cuando ya lo tuvieron en su poder, procedieron a solicitar la mencionada cantidad de 8.000 euros. Esta no fue ingresada en la cuenta bancaria de una entidad China hasta cinco días después del comienzo del secuestro. Una vez pudieron ver reflejada dicha cantidad en la misma, accedieron a liberarle, no sin antes tomar ciertas precauciones.

El motivo del secuestro fue puramente económico. En el secuestro fue clave el engaño al que fue sometido la víctima, ya que, en un principio, había quedado con una amiga que le iba a dar alojamiento en la capital de España. Posteriormente, pudo ver cómo no fue así y fue trasladado a una nave industrial en Serranillos del Valle (Madrid).

Desde la Policía Nacional no se ha informado acerca de la implicación de la amiga de la víctima en el secuestro.