Guardia Civil: desmantelan una organización que estafaba vendiendo autocaravanas

La Guardia Civil ha desarticulado una organización delictiva que se dedicaba a la estafa a través de la venta de autocaravanas. En el mercado de la operación «Benimary», los agentes han procedido a la detención de diez personas de esta banda criminal, que estaba asentada en Galicia y Castilla La Mancha.

Esta organización se dedicaba a la comisión de estafas a través de la venta de autocaravanas, de las cuales cinco han podido ser recuperadas por los agentes. Su valor en el mercado es de 160.000 euros y eran utilizadas por los miembros de la banda como «gancho» para atraer a clientes y posteriormente proceder al engaño y posterior venta. Estos vehículos habían sido apropiados previamente de forma indebida.

Con motivo de la operación, se ha procedido al bloqueo de 22 cuentas bancarias. De ellas, siete habían sido dadas de alta a nombres de personas ajenas a la organización investigada, con el objetivo de recibir en ellas los ingresos de dinero procedentes de las estafas cometidas. Las estimaciones realizadas por la Benemérita indican que el beneficio de la banda por la comisión de estos delitos asciende a un total de 171.547 euros.

Las investigaciones dieron comienzo después de que los agentes pudieran detectar varias estafas en la venta de vehículos, concretamente de autocaravanas, en la provincia de Lugo (Galicia). Una vez que se recabaron las diferentes denuncias interpuestas por las víctimas y se analizaron los datos aportados por estas, la Guardia Civil pudo detectar una conexión en el modus operandi seguido en todos los casos para la comisión de las estafas.

ESTAFA EN LA VENTA DE AUTOCARAVANAS

A medida que avanzaron las investigaciones acerca de la operación, los agentes descubrieron más datos acerca de la forma de operar del grupo delictivo. Este se encargaba de publicitar anuncios de venta de aurocaravanas que inicialmente no poseían. Estos se publicaban en diferentes portales de Internet dedicados a la compra y venta de vehículos.

A través de estos anuncios, las víctimas entraban en contacto con los supuestos vendedores de los vehículos. Lo hacían a través de los números de teléfono que se insertaban en los anuncios para así iniciar los trámites de compra/venta. De esta manera, trataban de alcanzar un acuerdo vía telefónica.

Cuando ambas partes llegaban a un acuerdo de compra, los estafadores solicitaban un adelanto económico. A veces, era en forma de señal para la reserva de la autocaravana y en otras ocasiones, como un pago parcial de la misma. Este dinero se ingresaba en cuentas bancarias que previamente abrían a nombre de personas ajenas a la banda. Una vez que se realizaba el ingreso, las víctimas no volvían a tener más noticias de los supuestos vendedores.

ALQUILER DE AUTOCARAVANAS

Con el paso del tiempo, este modus operandi fue variando con el objetivo de incrementar sus beneficios económicos. Para ello, desde la organización delictiva efectuaban el alquiler de las autocaravanas a personas físicas y jurídicas dedicadas al alquiler de estos vehículos sin conductor.

Cuando los miembros tenían en su poder la documentación de los vehículos que habían alquilado, y también habían pactado el plazo de alquiler, procedían a la venta de la autocaravana. En estos casos, ni el arrendador ni el destinatario final del vehículo tenían conocimiento alguno sobre la estafa.

La Guardia Civil pudo comprobar que, para llevar a cabo la venta de las autocaravanas, la organización insertaba anuncios de venta en diferentes portales de Internet. Una vez encontraban a un comprador interesado, alcanzaban un acuerdo y efectuaban la entrega del vehículo junto a su documentación y una factura de compra. Con motivo de estas acciones, lograban beneficios de entre 30.000 y 40.000 euros por la venta de cada autocaravana.

La Guardia Civil desarticula una banda dedicada a estafar a través de la venta de autocaravanas
Diez personas han sido detenidas y se han podido recuperar cinco autocaravanas, con un valor de 160.000 euros. Estas eran utilizadas como «gancho» para el engaño y venta.

EMPRESAS INEXISTENTES

Con la finalidad de ocultar su identidad, el líder de la organización delictiva y sus tres principales colaboradores, recurrían al uso de empresas inexistentes. También hacían lo propio con personas físicas ajenas a la banda delictiva, tal y como informó la Guardia Civil a través de un comunicado.

De esta forma se encargaban de emitir contratos de compra/venta y facturas a nombre de esas empresas ficticias. Además, los números de teléfono que insertaban en los anuncios correspondían a tarjetas de prepago a nombre de terceras personas ajenas a la organización. Lo mismo ocurría con las cuentas bancarias en las que las víctimas hacían los ingresos de dinero.

Estas cuentas bancarias las abrían a través de Internet. Para ello, tanto el líder de la banda como el resto de miembros, emplearon información que poseían gracias a su actividad laboral que guardaba relación con la compraventa de vehículos.

TARJETAS DE CRÉDITO A NOMBRE DE OTRAS PERSONAS

Para retirar el dinero de dichas cuentas utilizaban tarjetas vinculadas a las entidades bancarias en las que habían abierto una cuenta. Estas entidades tenían contratadas a empresas de transporte para que efectuaran el servicio de entrega de las tarjetas bancarias.

Cuando el mensajero acudía a entregar las tarjetas se encontraba con un domicilio o número de teléfono inexistente, lo que obligaba a la empresa de transporte a ponerse de nuevo en contacto con el cliente para concretar un nuevo punto de entrega. Así, desde la banda lograban que los receptores de las tarjetas no fuesen nunca los clientes a los que iban destinados. En su lugar se presentaban los miembros de la banda portando una copia del documento nacional de identidad.

Una vez se encontraban en posesión de las tarjetas bancarias, procedían a la retirada del dinero en diferentes entidades. Según informa la Guardia Civil, acostumbraban a hacerlo minutos antes de las 00:00 horas de la noche y unos minutos después. Los importes a extraer eran de 1.000 y 2.000 euros, para así no superar los límites establecidos por las entidades.

En el momento de acudir a los cajeros automáticos, y con el fin de evitar su identificación, se ataviaban de gafas de sol, prendas e incluso pelucas.

17 DENUNCIAS POR ESTAFAS

Con motivo de la operación, la Guardia Civil ha realizado un total de tres registros domiciliarios. En ellos se ha intervenido numerosa documentación, fotocopias de documentos nacionales de identidad, tarjetas bancarias y tarjetas prepago de telefonía móvil. Toda ella relacionada con los hechos investigados.

Los investigadores han podido constatar la continua actividad delictiva de la banda en la comisión de estafas, falsedades documentales, apropiaciones indebidas, y usurpaciones de identidad. Se han contabilizado un total de 17 denuncias por estafas y apropiaciones indebidas, por un valor aproximado de 171.547 euros.

De igual forma, se han podido localizar e informar de los hechos a 21 personas que han sido víctimas de estafas y apropiaciones indebidas. También a 24 personas que fueron objeto de un delito de usurpación de identidad para la consumación de los hechos penales.

Estas estafas de la organización criminal se realizaron en diferentes lugares del territorio nacional: Lugo, Tenerife, A Coruña, Pontevedra, Albacete, Menorca, Madrid, Toledo, Salamanca, Cáceres, Cuenca, Córdoba, Málaga, Ourense y Sevilla.

Esta operación ha sido realizada por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo, bajo la dirección de la titular del Juzgado de Instrucción de Becerreá (Lugo).