El Gobierno baraja que los restos de Franco aterricen en la Zarzuela

  • Entre los puntos de aterrizaje del helicóptero que porte los restos de Franco, se baraja los cuarteles de la Guardia Real o el complejo de la Zarzuela.
  • La exhumación de los restos del dictador tendrá lugar el próximo jueves 24 de octubre a las 10.30 horas.
  • El Gobierno ha puesto en marcha un dispositivo para evitar que se filtren imágenes del proceso de exhumación.
  • Las hélices de uno de los helicópteros del escuadrón Ala 48 han sobrevolado El Pardo los últimos días. Las autoridades están reconociendo el terreno. Quieren asegurarse de que el traslado de los restos de Francisco Franco al cementerio de El Pardo se hará sin complicaciones. El ataúd del dictador abandonará el Valle de los Caídos el próximo jueves 24 de octubre a la 10.30 horas. Y uno de los puntos clave, que aún no está claro para el Gobierno, es dónde aterrizará el helicóptero. El Ejecutivo baraja dos sitios: o bien los cuarteles de la Guardia Real, situados muy cerca de Mingorrubio, o bien en el mismo complejo de La Zarzuela, donde residen los reyes de España.

    La maquinaria necesaria para exhumar a Franco ya está en el Valle. Todo está preparado para que la mañana del próximo jueves los restos del dictador se suban a un helicóptero y se trasladen al cementerio municipal de El Pardo-Mingorrubio, en Madrid. El riesgo que podría suponer trasladar el cuerpo de Franco por carretera ha motivado al Gobierno a apostar por el aire. Ahora, el único fleco suelto es decidir si el escuadrón Ala 48 aterrizará en el mismo complejo de la Zarzuela (situado a unos tres kilómetros del cementerio) o en los cuarteles de la Guardia Real (muy cerca de Mingorrubio).

    Lo que sí está decidido es quién realizará el traslado. Lo hará el escuadrón Ala 48, una unidad creada hace 27 años. Y lo hará con un helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate (SAR), que se encuentran en la base aérea de Cuatro Vientos. Este tipo de aeronaves también se han utilizado para el transporte VIP de importantes personas, así como para el rescate. Pero en este caso, trasladarán los restos del dictador en un trayecto de aproximadamente 40 kilómetros.

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    Entre tanto, el Valle de los Caídos ha permanecido cerrado más de una semana. Algunos simpatizantes de la dictadura se han manifestado estos días frente al Valle por su clausura, con la intención de «ir a misa». Pero la Guardia Civil se lo ha impedido. Al mismo tiempo, el Gobierno ha movido ficha y el pasado domingo ha hecho llegar a la basílica la maquinaria necesaria para levantar la losa de 1.500 kg que recae sobre los restos del dictador. El pasado 20 de octubre, a las 14.50 horas, un camión con una manipuladora telescópica de color naranja y de la marca CAT atravesaba el portal que no pudieron cruzar los nostálgicos del dictador.

    Aún así, el Gobierno quiere preservar la privacidad del procedimiento. Ninguno de los trabajadores implicados en el proceso de exhumación podrá portar teléfonos móviles (para evitar que se filtren fotografías a la prensa). La idea de realizar el traslado en helicóptero también vino motivada, entre otras cosas, por evitar imágenes y altercados. Tal es el interés de algunos medios de comunicación que incluso la Guardia Civil detuvo a un periodista que intentaba acceder a la basílica del Valle de los Caídos con una cizalla para tomar imágenes de la tumba del dictador en primicia. Aunque según ha adelantado eldiario.es, el objetivo del reportero era colocar una cámara oculta para grabar el proceso de exhumación.

    El cementerio de El Pardo-Mingorrubio es mucho más discreto que el Valle. Pero muchos de los nombres grabados en piedra son viejos conocidos de la historia política del país. Ahí están enterrados otras personalidades como el exministro franquista Luis Carrero Blanco (asesinado con un coche bomba por ETA), el expresidente del Gobierno Carlos Arias Navarro o el exministro de Interior Juan José Rosón Pérez. Al mismo tiempo, los restos de Franco compartirán cementerio con el historiador y expresidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente.

    El conflicto en Cataluña y las protestas que han arrasado con las calles de las principales ciudades catalanas han retrasado el que es uno de los guiños del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su electorado. La exhumación se ha apurado hasta casi el límite del plazo autoimpuesto por el Ejecutivo (el viernes 25 de octubre). Pero finalmente se hará en plena campaña electoral y ante las cámaras de todas las televisiones nacionales.

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    Sánchez se ha animado así a poner fin a la polémica que supone tener enterrado en un gigantesco mausoleo a un dictador que gobernó España durante 40 años. Ninguno de sus antecesores socialistas, como el expresidente Felipe González o José Luis Rodríguez Zapatero, se atrevieron a retirar los restos de Franco. Con esta medida, que desde Ferraz esperan que tenga un golpe de efecto, el PSOE espera recuperar y afinazar algunos de los votantes de izquierdas de cara al 10-N.