Algunas de las encuestas publicadas en los últimos días empiezan a sembrar ciertas dudas. El bloque de la derecha cada vez recorta la diferencia con las formaciones progresistas tras el estancamiento del PSOE y la bajada de Unidas Podemos. De ahí Pedro Sánchez haya empezado a movilizar a la gente de cara los comicios del próximo 10 de noviembre. “No demos por hecho que vamos a ganar las elecciones”, ha advertido el presidente del Gobierno en funciones en un acto celebrado en Huelva al que han asistido 650 personas.
Lo cierto es que tanto Sánchez como sus rivales son conscientes de que no se contempla otro triunfo que no sea el del PSOE. El auge del PP y la posible pérdida de algunos escaños de la formación socialista tras la sentencia del procés no es suficiente para vislumbrar un sorpasso el 10-N. Sin embargo, Sánchez volvería a depender de independentistas (o de la abstención de PP y Ciudadanos) para formar gobierno. Una tesitura en la que se encontró en la última investidura fallida.
Por ello Sánchez quiere volver a ganar con holgura y, sobre todo, evitar que el bloque de la derecha sume más y tome el control del Congreso. Por ello Sánchez, adentrado en campaña electoral, quiere evitar un posible aumento de la abstención, ante el lógico cansancio de los votantes por la falta de acuerdos. El objetivo del líder del PSOE se centra ahora en movilizar a estas personas para que acudan a las urnas y garanticen otro triunfo.
Lo que las encuestas no reflejan en ningún caso es que el PSOE vaya a salir reforzado, aunque aún tienen tiempo para voltear los pronósticos. El objetivo de Sánchez con la repetición electoral fue reforzar su posición, pero parece complicado. Aunque al no contemplarse un escenario con terceras elecciones, tendría más fácil tirar de la cuerda y convencer a PP y Ciudadanos de cara a una abstención.
Sánchez trata de movilizar a sus votantes a través del miedo a que suceda algo similar a lo que aconteció en Andalucía, donde la derecha le arrebató el poder a Susana Díaz contra pronóstico. “Yo no quiero eso para España. Ni lo necesita Andalucía, ni lo necesita Cataluña, ni lo necesita España”, ha comentado.
SÁNCHEZ DIALOGARÁ CON TORRA SÓLO DENTRO DE LA LEY
Y como han hecho los distintos partidos, se ha servido de Cataluña para hacer campaña. El presidente del Gobierno en funciones ha criticado la falta de apoyos para hacer frente a las protestas tras la sentencia del procés y ha lanzado un dardo al PP, al que ha acusado de haber multiplicado el número de independentistas bajo los Ejecutivos de Mariano Rajoy.
El lunes Sánchez visitó Barcelona entre reproches y abucheos tras haber rechazado dialogar con el presidente de la Generalitat. Las palabras del líder del PSOE dejan claro su voluntad por mantener una conversación con Quim Torra, pero siempre dentro de la legalidad. «Siempre vamos a estar a favor del diálogo, pero dentro de la ley. Aquí el orden de los factores sí altera el producto», ha señalado.
«Si Torra quiere hablar, primero que hable con los catalanes, con la parte que no es independentista», ha señalado. «Si tiene que hacer llamadas, que haga una llamada a la convivencia, al rechazo generalizado de la violencia y que haga una llamada a la solidaridad con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado», ha zanjado.