La Justicia sopesa mantener a Villarejo en prisión a pesar de sus amenazas

  • El próximo 5 de noviembre se cumplen 2 años de su entrada en prisión.
  • El juez García Castellón debe decidir si prorroga su privación de libertad.
  • Villarejo interviene en la vista por videconferencia por problemas de salud.
  • A menos de quince días de que se cumplan dos años de su ingreso en prisión, el excomisario José Manuel Villarejo se enfrenta mañana —mediante videoconferencia por sus problemas de salud— a la vista en la que se juega su puesta en libertad. Una citación que tiene lugar apenas tres meses después de la última carta del expolicía en la que amenazaba con revelar más de sus presuntas actuaciones.

    El magistrado del Juzgado de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, escuchará este jueves los argumentos de las partes a favor y en contra de prorrogar la estancia en Estremera del antiguo policía para tomar una decisión al respecto.

    Villarejo entró en la cárcel en noviembre de 2017 por orden de la juez Carmen Lamela que le investigaba por su implicación en la ‘Operación Tandem’, más conocida como ‘caso Villarejo’ y que ahonda en las, coloquialmente hablando, cloacas del Estado.

    Desde entonces han sido hasta doce las ocasiones en las que ha intentado, sin éxito, salir de su “injustificado” encarcelamiento, sin que la justicia haya atendido nunca a sus pretensiones, ni siquiera cuando ha alegado sus problemas de salud. 

    A las puertas de cumplirse su segundo aniversario en Estremera, plazo máximo de aplicación de la medida cautelar de privación de libertad, Villarejo tiene una nueva oportunidad para intentar salir de prisión.

    Sin embargo, tal y como explicó a este periódico María Gutiérrez, profesora de Derecho Penal de la Universidad Complutense de Madrid, la prisión preventiva puede prorrogarse «más allá de los plazos iniciales cuando existan circunstancias especiales que hagan imposible celebrar el juicio en esos plazos», circunstancia que ha concurrido en este caso.

    La experta recordó que esta medida cautelar viene contemplada en los artículos 504 y 528 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y que, en cualquier caso, la situación de prisión provisional es «excepcional» y debe durar «el tiempo mínimo imprescindible para cumplir sus fines (riesgo de fuga, destrucción de pruebas)».

    Con todo, puntualizó que esta medida «no puede convertirse en una pena anticipada, teniendo en cuenta que rige la presunción de inocencia y que hay otras medidas menos gravosas que también pueden imponerse (retirada del pasaporte, comparecencias apud acta, fianza)».

    En el caso que concurre, parece poco probable que García Castellón vaya a permitir la puesta en libertad de Villarejo, a quien se le imputan, entre otros, delitos de organización criminal, extorsión, cohecho, blanqueo y revelación de secretos.

    Precisamente es la gravedad de los delitos que se le atribuyen, unido al elevado riesgo de fuga, reiteración delictiva y destrucción de pruebas, los argumentos que, según informa Europa Press, esgrimirá mañana la acusación popular ejercida por Podemos para justificar la petición de prórroga.

    LA OPINIÓN DE VILLAREJO Y LA POSIBLE INDEMNIZACIÓN

    Unos argumentos que difieren de lleno con la opinión del propio perjudicado, que en una carta difundida el pasado mes de agosto aseguraba que la única justificación de su “injustificable presencia entre barrotes” se encuentra en el “miedo, la cobardía y la estulticia” que tienen el CNI, parte de la Policía y la Fiscalía al relato que va a desarrollar para su defensa.

    Además, en esa misma misiva, el excomisario asegura que peleará “en las más altas instancias europeas” el resarcimiento de su encarcelamiento.

    En este sentido podría jugar a su favor la sentencia que dictó la semana pasada la Sala III del Tribunal Supremo en la que establecía que la prisión preventiva indebida da derecho a la indemnización del perjudicado “en todos los supuestos de absolución por cualquier causa o de sobreseimiento libre”.

    Hasta que el pasado mes de junio el Tribunal Constitucional sentó doctrina al establecerlo como inconstitucional, la prisión preventiva indebida solo resultaba indemnizable si el caso terminaba en absolución “por inexistencia del hecho imputado” o los que, por esta misma causa, daban lugar a auto de sobreseimiento libre.

    Es decir, que si finalmente Villarejo resultara absuelto, por cualquier motivo y no solo por inexistencia del hecho imputado, debería ser indemnizado.

    BAILE DE FECHAS Y UN JUEZ QUE VILLAREJO NO QUIERE

    Iba a ser el 30 de octubre, luego pasó al 22 y finalmente es el 24. Ese es el baile de fechas que ha sufrido la vista de la prórroga de prisión de Villarejo bajo la batuta de García Castellón, un juez al que el encausado ha querido, sin éxito, apartar de la causa.

    Mediante un incidente de recusación, que fue rechazado la semana pasada por extemporáneo, el expolicía quería quitar al juez que se hizo con la causa en enero de este año por dudar de su imparcialidad a raíz de la custodia de unas grabaciones.

    La macrocausa ‘Tándem’ que instruye García Castellón cuenta ya con 13 piezas separadas y va camino de seguir creciendo. Las últimas informaciones publicadas apuntan, de momento, a la apertura de cinco nuevas piezas, pero estas podrían ser más, teniendo en cuenta que faltan por desencriptar alrededor del 60 % del contenido de las grabaciones incautadas a Villarejo.

    Algunas de las piezas judiciales abiertas se desarrollan alrededor de documentos y grabaciones publicados por MONCLOA.COM, como, por ejemplo, la que investiga las actividades realizadas por el excomisario para el banco BBVA.

    Para Villarejo esta causa no es más que un “cobarde linchamiento” que quienes están “permitiendo y jaleando” pagarán, más pronto que tarde, en forma de “vergüenza y escarnio”.

    “El paso del tiempo, que pretenden ingenuamente que sea una soga y mi rotunda perdición, tengo la plena seguridad de que juega cada instante a mi favor”, concluye Villarejo en la citada misiva (aquí puedes leerla entera), en la que pone por escrito algunas de sus presuntas intervenciones en la cúpula judicial, así como en medios de comunicación y operaciones policiales.

    Villarejo distribuyó esa carta a raíz de una información publicada por el diario El País el pasado mes de agosto en la que se aseguraba que el juez instructor preparaba la apertura de 20 nuevas piezas separadas en el marco de ‘Tándem’, algo que no ha llegado a ocurrir.