Alicante: Ocho militares, investigados por la muerte de un legionario

El juez titular del Juzgado Togado Militar número 23 de Almería mantiene la investigación contra ocho militares en la causa abierta por la muerte de un legionario en Alicante en el pasado mes de marzo, cuando falleció tras recibir el impacto de un proyectil durante unas maniobras.

Tras llevar a cabo la toma de declaración a lo largo del pasado mes de septiembre a los 16 investigados, una vez que las partes tuvieron acceso a las diligencias practicadas durante los cuatro meses en los que hubo secreto de actuaciones, el juez ha decidido continuar el procedimiento contra ocho militares. De ellos, tres son oficiales (un capitán y dos tenientes), un sargento, un cabo y tres soldados.

Asimismo, el juez ha decretado el sobreseimiento provisional con respecto a los miembros de otro pelotón que realizaba el ejercicio de adiestramiento, un sargento y ocho soldados.

En el acto judicial celebrado el miércoles, estuvieron presentes todos los militares imputados en la causa, así como una comitiva judicial presidida por el juez que instruye el caso y los expertos del laboratorio criminalístico de la Guardia Civil.

Los expertos del instituto armado se encargaron de realizar comprobaciones de balística y sonometrías durante cuatro horas. Llegaron incluso a disparar en varias ocasiones con el arma que acabó con la vida del legionario mallorquín.

Una vez que concluyó la reconstrucción de los hechos y los imputados abandonaron el campo de tiro de Agost (Alicante), el juez acompañó al padre del fallecido, junto a la Guardia Civil, al punto exacto en el que Alejandro Jiménez Cruz recibió el impacto mortal en el pasado mes de marzo.

MEDIDAS CAUTELARES CONTRA EL PRESUNTO AUTOR MATERIAL DEL DISPARO

El juez mantiene las medidas cauterales contra el sargento que está siendo investigado como presunto autor material del disparo que acabó con la vida del joven Alejandro, de 22 años y natural de Palma de Mallorca.

Entre las medidas adoptadas, se encuentra la obligación de que este comparezca ante el juzgado los días 1 y 15 de cada mes. Además, tiene retirado su pasaporte.

El caso se mantiene a la espera de que sean incorporados al procedimiento dos informes que han sido requeridos por el instructor del caso al Servicio de Criminalística de la Guardia Civil.

El pasado miércoles, el juzgado practicó una segunda reconstrucción de los hechos en el Campo de Maniobras y Tiro de Agost (Alicante). Allí fue donde tuvieron lugar los ejercicios de adiestramiento. Según informan fuentes judiciales, está previsto que haya una nueva toma de declaraciones, sin precisar si se harán en calidad de testigos o investigados.

DELITO CONTRA LA EFICACIA DEL SERVICIO CON RESULTADO DE MUERTE

En el procedimiento se han investigado inicialmente a 16 personas, entre ellos personal de tropa. El mismo se inició ante los indicios de un presunto delito contra la eficacia del servicio con resultado de muerte. Este se encuentra tipificado en el artículo 77 del Código Penal Militar.

En este artículo se indica que, aquel militar que «por imprudencia grave y durante la ejecución de un acto de servicio de armas, causare la muerte o lesiones constitutivas de delito, será castigado con las penas privativas de libertad respectivamente señaladas en el Código Penal para el homicidio o lesiones imprudentes, incrementadas en un quinto, en sus límites mínimo y máximo, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 21 de este Código».

En el caso de que el hecho se hubiese cometido fuera del acto de servicio armas, la imprudencia profesional es castigada con las mismas penas. Si la imprudencia no fuera grave, las penas son de tres meses a seis meses de prisión o una multa de dos a seis meses.

Se mantiene la investigación contra ocho miliates por la muerte de un legionario en Alicante
La investigación se mantiene contra tres oficiales (un capitán y dos tenientes), un sargento, un cabo y tres soldados.

IMPACTO DIRECTO DEL PROYECTIL

Según el resultado de la autopsia, se observa un orificio de entrada en el pectoral derecho. Este tiene una dirección totalmente horizontal y en sentido de derecha a izquierda, sin orificio de salida del proyectil.

Este dato hace pensar a la instrucción que, el suceso que provocó la muerte del legionario, pudo no ser a consecuencia de un rebote del proyectil sobre el terreno. Se baraja la hipótesis de que pudiese deberse a un impacto directo proveniente de otro de los componentes de la línea de tiro.

En el campo de tiro, los expertos de la Guardia Civil pudieron demostrar que la versión inicial del Ejército fue falsa. Alejandro Jiménez murió en Alicante por un disparo proveniente de un fusil HK de 5.56 milímetros utilizado por el sargento del destacamento.

DIVERSAS IRREGULARIDADES

La investigación continua y se ha podido saber que el capitán que era responsable del ejercicio pidió a algunos de los soldados que mintieran a la Benemérita. De esta manera, se buscaba desplazar la escena del crimen unos metros, ocultando el verdadero lugar en el que falleció el joven legionario.

Los investigadores pudieron comprobar cómo hubo diferencias entre las declaraciones realizadas en los primeros días tras la muerte de su compañero en Alicante y las últimas. Además, se pudo encontrar un patrón común en todos los testimonios.

Desde el primer momento, la Guardia Civil se ha encontrado con grandes dificultades en la investigación del caso. Los investigadores se encontraron con una falta de colaboración por parte del capitán de la compañía y otros mandos. El capitán les aseguró que el accidente había sido a causa de un rebote del proyectil.

Además de desmontar esta teoría a partir de las investigaciones posteriores, en el sumario judicial se puede ver cómo se desvelan numerosas irregularidades. Entre ellas, se encuentra que el chaleco antifragmentos que la Legión proporcionó al fallecido en Alicante estaba caducado.

Además, este chaleco carecía de placas balísticas. Esta es la protección metálica que se encarga de repeler los impactos de bala. Estas placas se encuentran en un almacén y, tal y como declararon varios legionarios interrogados, nunca se utilizaban. Tras el fallecimiento de Alejandro Jiménez, se comenzaron a utilizar.

Según los expertos de la Guardia Civil, si el chaleco hubiese llevado estas placas en el ejercicio de tiro con fuego real, habría sobrevivido.

SIN PLANIFICACIÓN ESCRITA

En el accidente producido en Alicante hubo una falta de planificación del ejercicio. La legislación exige que la planificación de prácticas con munición real esté hecha por escrito y en esta ocasión no lo estaban.

Los familiares, y en particular su padre, Juan José Jiménez, expiloto del SAR en Mallorca, confía en que se conozca toda la verdad sobre el caso y se esclarezcan los hechos que supusieron el fallecimiento de su hijo.