La huida sin fin de Puigdemont

Se cumplen dos años de la huida de Carles Puigdemont tras la declaración de independencia del año 2017 y la aplicación del 155. Ahora, la fiscalía belga pide la entrega a las autoridades españolas por los delitos de sedición y malversación. Pero, ¿Cómo fue esa huida que dejó a todos atónitos y que sigue vigente hoy en día? A continuación conocemos la huida sin fin del expresident.

EL DÍA QUE PUIGDEMONT NO APARECIÓ

Puigdemont

El 30 de octubre de 2017, a las 8:30 horas, primer lunes laborable tras la fallida declaración de la independencia de Cataluña, los empleados esperaban impacientes para recibir al ya expresidente cesado de la Generalitat. Pero este no apareció ya que se encontraba en Bélgica desde hacía horas.

La opción de marcharse al extranjero ya había sido barajada entre los miembros del Govern. La idea fue estudiada en reuniones anteriores al 27 de octubre. En un principio se planteó un país sudamericano sin acuerdo de extradición con España. Pero Puigdemont rechazó esa propuesta. Dos días después de su rechazo se iría a Bélgica sin avisar antes a ninguno de los consellers.

PUIGDEMONT NO AVISÓ A SU PARTIDO

Carles Puigdemont

El expresidente solo informó de su escapada a cinco miembros de su Govern cuando ya se encontraba en Francia. Fue a través de una llamada, la noche del domingo 29, a una masía en Vilaür, en el Alt Empordà (Girona). Allí se encontraban Meritxell Borràs, Toni Comín, Joaquim Forn, Dolors Bassa y Meritxell Serret. Aún así, no habló con ninguno de ellos directamente, sino con un intermediario ya que los políticos habían abandonado de forma momentánea sus teléfonos por temor a seguimientos.

La llamada, que fue hecha desde un área de servicio, generó una gran ola de nerviosismo. Aún así, los exconsellers siguieron las indicaciones del Puigdemont para que le acompañaran. Al llegar a Bruselas y recuperar su teléfonos, supieron que el expresident ocultó su plan al resto del Govern, incluso Oriol Junqueras.

Con el partido fue menos detallista sobre su huida. El domingo avisó a la entonces presidenta de los neoconvergentes, Marta Pascal, de que llegaría tarde y pidió que empezaran sin él. El PDeCAT se acabó enterando por la prensa de su fuga. Según relató el medio de comunicación de El Periodico, Artur Mas reaccionó ante la cúpula del partido con un insulto explícito.

LOS MOSSOS TAMPOCO FUERON AVISADOS

Carles

El president cesado tampoco informó de sus planes a la cúpula de los Mossos, que después del 155 había rebajado a la mitad su escolta. Así que la salida del país se hizo también a espaldas de dos mossos a los que el escolta de su confianza implicó sin informales con antelación. Les pidió su coche particular para no despertar sospechas en la frontera con el coche oficial.

¿Cómo consiguió salir en el Skoda de lunas tintadas? Se tumbó en el asiento trasero del coche oficial. A pocos kilómetros, el político y su escolta intercambiaron el vehículo con los otros dos mossos. Con este coche consiguieron salir del territorio español y solo detuvieron el vehículo en dos ocasiones.

La primera, en un área de servicio. La segunda, según la versión que trascendió, en Marsella para tomar un avión con destino a Bruselas tras lograr su objetivo de engañar a todo el mundo.

NO VOLVERÁ SIN GARANTÍAS

Puigdemont

El ya cesado presidente fue muy claro en su declaración, volvería cuando existan una serie de garantías que en ese momento no existían. «Hay una enorme violencia por parte del Estado. No hay ninguna protección. Cuando se han hecho con el control de la policía catalana cesando a la persona que dirigió la operación tras los atentados de Barcelona quedó claro que no hay protección», dijo Carles desde Bruselas.

«Depende, claro, de las circunstancias. Si hubiera garantías inmediatas de un trato justo, si la reacción del Estado fuera neutral y nos garantizara a todos la separación de poderes, si garantizaran eso retornaría inmediatamente», zanjó el expresident. Dos años después de estas declaraciones, sigue en Bruselas.

LOS MOTIVOS DE DEJAR CATALUÑA

carles Moncloa

En esa misma comparecencia, Puigdemont intentó aclarar los motivos por los cuales abandonó Cataluña para ir a Bruselas:

En primer lugar, para evidenciar «el grave déficit democrático que se da a día de hoy en el Estado español», señaló. Con esto se refería a la querella que la Fiscalía General del Estado presentó contra él y contra los otros miembros de su equipo por presuntos delitos de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos.

El expresident aseguró también que parte de su equipo, el que se había quedado en Cataluña, lo hizo para poder seguir trabajando. Él lo haría desde su nueva posición.

Por último, aseguró que iba a hacer todo lo posible para «apoyar las iniciativas para que el 155 no se lleve a la práctica».

LA SEGUNDA POSIBLE FUGA

Expresident

Hace apenas un mes, Carles Puigdemont se planteó una nueva huida, esta vez de Bruselas. La preocupación del expresident por la activación de la Euroorden contra él tras la sentencia del Tribunal Supremo sobre el procés, hizo que se plantease huir de nuevo, aunque esta vez mucho más lejos.

Oriente Próximo o Centroeuropa son algunas de las opciones que barajó. En Oriente Próximo, España solo tiene tratado de extradición con Emiratos Árabes, por lo que sería una buena opción para él. Claro está que el hecho de huir a Oriente Próximo pondría fin a su inestable carrera política.

COMPARECE VOLUNTARIAMENTE ANTE LA JUSTICIA BELGA

Puigdemont

Carles Puigdemont compareció de forma voluntaria en Bruselas ante las autoridades belgas por la euroorden cursada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. Tras la comparecencia, el expresidente quedó en libertad sin fianza pero con condiciones.

Él mismo ha asegurado ante la prensa que deberá informar de si tiene intención de salir de Bélgica y mantener una residencia fija en el país. La justicia española pide su extradición a España por presuntos delitos de sedición y malversación.

La Policía acaba de dictar las condiciones de mi libertad sin fianza con posibilidad de salir de Bélgica con su permiso, fijando la residencia donde ya la tengo fijada en estos momentos de forma legal», ha explicado, para añadir que debe estar «a disposición para cuando sea requerido por las autoridades judiciales si es el caso, y evidentemente continuando gozando de mis derechos».

Llarena tomó la decisión de reactivar la orden europea de detención contra el expresident de la Generalitat, huido en Bélgica y procesado por rebelión en marzo de 2018, tras conocerse esta semana la sentencia condenatoria contra los líderes del procés, incluyendo también el concepto de orden internacional de detención, que permite que Puigdemont pueda ser arrestado también en el caso de abandonar territorio belga.