El «plan antibloqueo» del PSOE pasa por un acuerdo con el PP en base al Pacto de Toledo

  • La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, no ha cerrado la puerta a pactar con el PP tras el 10-N.
  • Los socialistas pretenden llegar a un gran acuerdo de investidura en base a la defensa del Pacto de Toledo.
  • Los socialistas endurecerán su postura respecto a Cataluña para seducir al PP para que se abstenga.
  • Los socialistas han vuelto a lanzar un guiño al Partido Popular. La presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ha recordado este lunes que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene un «plan antibloqueo» para después del 10-N que pasa por no cerrarle las puertas a ninguna formación. Lo más destacable es que Narbona, antes de ser preguntada, ha recordado que pese a que no tienen cerrado ningún pacto con el PP, no descartan llegar a uno. Según la presidenta del PSOE, los socialistas pretenden cerrar un acuerdo en base al Pacto de Toledo para conseguir una mayoría en el Congreso. Y Narbona no ha dudado en tender la mano a los populares para llevarlo a cabo.

    El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, considera que la única alternativa que le queda para renovar su cargo es pactar con los de Pablo Casado. El líder socialista da por cerrada la vía Unidas Podemos, ya que la formación morada exigirá de nuevo asientos en el Consejo de Ministros. Y ante el hundimiento de Ciudadanos que prevén las encuestas, Casado es la única posibilidad real para el PSOE. La clave para ese pacto de investidura pasará por Cataluña. Así lo ha afirmado Narbona de forma velada en un desayuno informativo ante la atenta mirada del ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

    Ya no hay socios preferentes. Los socialistas saben que, para gobernar en solitario, necesitan la abstención «solidaria» de una formación que supere, al menos y según los sondeos, los 60 diputados. Y eso solo deja al PP con opciones. El PSOE no duda en recordar en cada mitin y en privado que ellos ya se abstuvieron ante la investidura de Mariano Rajoy sin hacer exigencias. «Ahora les toca a ellos», ha recordado en más de una ocasión algún dirigente socialista, como fue el caso del ministro de Fomento, José Luis Ábalos.

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    Pero Narbona, a pocos días de las elecciones, ha querido dar forma a ese acuerdo al que podrían llegar con el PP. Según la presidenta del PSOE, Sánchez tiene un plan antibloqueo que se basará en respetar lo acordado en el Pacto de Toledo. Garantizar las pensiones y otros aspectos de una seguridad social serán las líneas rojas de los socialistas. Pero desde el partido con sede en Ferraz saben que eso no será suficiente para seducir una abstención popular. Razón por la que se guardan un as en la manga: Cataluña.

    Pese a que la presidenta del PSOE no ha querido nombrarlo expresamente, sí que ha hecho referencia a establecer un pacto por la convivencia con los demás partidos representados en el arco parlamentario. Para enmarcarlo de forma indirecta, Narbona trufó este concepto con una entrada de discurso y una salida idéntica, en las que exigía al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que garantizara la seguridad en las calles de las principales ciudades catalanas en los próximos días, ya que los independentistas han amenazado con más disturbios en la jornada de reflexión y en plenas elecciones generales.

    Que el PSOE planea pactar con el PP no es un secreto. Al menos para Unidas Podemos. Pablo Iglesias ha denunciado a lo largo y ancho de la campaña y la precampaña que Pedro Sánchez quiere echarse en manos de la derecha. El PSOE desconfía de la formación morada. Y no quiere ministros de Podemos en el Gobierno porque temen que no mantendrán la lealtad institucional. Algo que Iglesias confirmó el pasado domingo en el programa de La Sexta Salvados cuando dijo que, ante una fuerte discrepancia, saldrían del Ejecutivo.

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    Por tanto, las opciones de Sánchez se han limitado a dos. O pacta con Unidas Podemos y los nacionalistas, o llega a un acuerdo de investidura con el PP. Y los últimos mensajes de los dirigentes socialistas se han inclinado por esta última posibilidad. Sin embargo, no todos dentro del partido están a favor de echarse en manos de la derecha, ya que consideran que eso les haría perder votantes. Estas voces críticas son las mismas que durante septiembre mostraron su malestar con Pedro Sánchez por preferir elecciones a pactar con Unidas Podemos.

    Algunos de los miembros de la formación morada declararon a MONCLOA.COM que representantes socialistas les abordaban en pleno Congreso de los Diputados y les pedían que, por favor, llegara a un acuerdo a toda costa para evitar unas elecciones en las que nada está claro. Ahora, estos críticos socialistas creen que la decisión unilateral de su líder se ha vuelto en su contra, ya que el desafío independentista y los datos económicos pueden hacerle perder representantes.