Villarejo denuncia que el médico de la cárcel quiere «humillarle y vejarle»

José Manuel Villarejo ha recurrido frente a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional el auto por el que el pasado 25 de octubre el juez acordó mantenerle en prisión provisional. El comisario jubilado ha solicitado que se anule la vista en la que se acordó prorrogar esta situación porque se vulneraron sus derechos fundamentales, ya que se encontraba en un mal estado de salud. «Físicamente estaré jodido, pero mentalmente… voy a ir a por todas y voy a denunciar todo. Voy a desenmascarar a todos. Toda esta patraña», ha apuntado Villarejo al juez y los fiscales.

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El recurso de apelación, de 62 páginas, al que ha tenido acceso Europa Press, se centra en que el comisario fue sometido a «un intolerable acto de maltrato y un trato vejatorio y degradante» por el modo en que se le suministró medicación de choque ante una subida de la tensión arterial que habría estado motivada por la celebración de la vista, la misma que su abogado había pedido suspender precisamente por razones de salud.

Durante la sesión, los investigadores pudieron escuchar tanto al forense del municipio de Arganda del Rey al que está asociada la prisión de Estremera, quien dijo que «perfectamente» podía comparecer, como a uno de los facultativos de la propia cárcel. Señalaron que Villarejo habría tirado la medicación que se le suministra para la tensión, provocando que esta subiera y refirieron que habían aparecido restos en un vaso.

Villarejo negó tal extremo y atribuyó las acusaciones a su intención de denunciar a la médico que le había suministrado las pastillas, tal y como recogen los extractos de la sesión que su defensa ha incorporado al recurso. «Me abrieron la boca y con un papel donde aplastaron una serie de medicación, me la hicieron tomar como si fuera un pavo. Entonces, como dije que como consecuencia de este trato humillante, vejatorio como si yo fuera un drogadicto o algo así; que obviamente lo iba a denunciar, pues luego después he oído que parte de esa medicación, de las diez pastillas que me dieron, se había quedado en el vaso», afirmó.

En su opinión, el equipo médico de la cárcel quiere «humillarle y vejarle». «¿Saben lo que han hecho, lo último? Me colocan en la fila de los ‘TDO’, de los que tienen que ser con medicación asistida, los que van con la baba caída. Llevo mi vasito, me dan la medicación triturada y en otro vaso la orina, por si me estoy drogando. Claro, ya no solo me quieren destruir fuera sino que dentro en prisión. Y obviamente, les puedo asegurar que no lo voy a permitir», afirmó en la Audiencia Nacional.

VILLAREJO SOLICITA LIBERTAD O PULSERA TELEMÁTICA

Además de esta situación de presunta «vulneración de derechos», la defensa de Villarejo pide que se anule la vista de prórroga porque el juez rechazó la batería de diligencias de prueba que propuso para la misma: Una parte tenía por objeto defender la inocencia del comisario y fueron consideradas así no pertinentes. La otra, acreditar un estado de salud incompatible con la prisión provisional, y se desestimaron porque ya está sometido a control médico en la cárcel.

Alega además que se han vulnerado otros derechos, como el no haberle informado de los hechos que se le imputan en las piezas que aún están bajo secreto y de las que sólo se menciona su numeración en el auto de prórroga de prisión; o la presunción de inocencia por las filtraciones. Rechaza en cualquier caso, que exista riesgo de fuga puesto que tiene «arraigo familiar, social, profesional y económico» y asegura que no hay peligro de destrucción de pruebas que impida adoptar una medida de restricción de libertad menos gravosa.

En este sentido, pide en primer lugar que se anule la vista de prórroga de prisión y el auto y quede en libertad, aunque propone como alternativa que se le fijen medidas cautelares como retirada del pasaporte y comparecencias periódicas en sede policial o judicial o que se le instale una pulsera de control telemático de localización que permita garantizar su permanencia en el domicilio, entre otras.