El PP mantendrá su ‘no’ a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno hasta el último momento, porque sostiene que el candidato socialista es un problema para llegar a un acuerdo, y advierte de que no teme a la convocatoria de terceras elecciones, aunque al mismo tiempo subraya que no las desea.
Fuentes ‘populares’ han recalcado este viernes que Sánchez tiene un plan para ser investido presidente y es su pacto con Unidas Podemos y la negociación con ERC y han insistido en que creen que no tiene plan B. Sobre las conversaciones con Esquerrra, estas fuentes interpretan que el precio que ponen los independentistas es demasiado alto y que si el PSOE encuentra una fórmula para pagarlo será perjudicial para el país.
Entre otras cosas, añaden, porque ese precio tiene que permitir a ERC no quedar como «el españolazo» en Cataluña y dejar a Junts el papel de independentista ejemplar, explican las mismas fuentes ‘populares’.
En este contexto reiteran que, como afirma Casado, el PP no puede abstenerse para permitir que Sánchez sea presidente, un candidato que no se ha dirigido al PP para pedirle ese gesto. Alegan que quiere derogar reformas de Gobiernos ‘populares’, que negocia con ERC y Bildu y que no ha respondido todavía públicamente sobre la sentencia de los ERE de Andalucía, por la que han sido condenados los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, entre otros.
EL PP COMO INSTRUMENTO FRENTE A ERC
Estas voces del PP entienden que tampoco Pedro Sánchez pedirá al PP que se abstenga porque, recalcan, no tiene plan B a su plan A de pactar con Unidas Podemos y ERC. Y dejan claro que el PP no va a ofrecer esa abstención que podría servir a Pedro Sánchez para rebajar el precio que pone Esquerra a su apoyo.
Esta compleja interpretación, según estas fuentes, es la que ha dejado caer el hasta hoy ministro de Asuntos Exteriores en una entrevista este viernes. Borrell ha afirmado que «cuando hay alternativas, baja el precio», y «en situaciones de monopolio, los precios suben».