Podemos desnuda su estructura antes de hundirse en Galicia y Euskadi

  • Los morados han promocionado a Pablo Echenique o Rafa Mayoral tras entrar en el Gobierno.
  • Pablo Iglesias pretende rentabilizar electoralmente su entrada en el Ejecutivo.
  • El calendario no le es propicio por culpa de las tres elecciones autonómicas de 2020.
  • Podemos ha logrado su objetivo de irrumpir en La Moncloa con una vicepresidencia y cuatro ministerios con los que Iglesias logró contentar a sus principales confluencias, Izquierda Unida y los comunes.

    Los morados han desnudado a la estructura del partido tras la marcha de la cúpula al Gobierno y aledaños. Este movimiento de tierras ha conllevado que algunos de los líderes menos carismáticos del proyecto, Pablo Echenique o Rafa Mayoral, hayan sido promocionados por su fidelidad y por su perfil inofensivo.

    Iglesias no quiere sorpresas para Vistalegre III, adelantado a marzo para prevenir ataques internos y para lograr que el escándalo interno de Ciudadanos, que también celebra primarias en marzo, eclipse a los disidentes liderados por la andaluza Teresa Rodríguez.

    SIN SORPRESAS A LA VISTA

    En las cercanías de la cúpula morada se esperaba que Irene Montero dotase de cierta entidad a la portavocía de Podemos en el Congreso, pero Pablo Echenique, con escaso crédito interno (por su pasado en Cs, por su líos con la Seguridad Social y por sus errores al frente de la secretaría de Organización), será la voz morada en la Cámara Baja.

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    Rafa Mayoral, al que Iglesias aplaude por su cercanía a los colectivos sociales, es el nuevo portavoz del consejo de coordinación de Podemos. Ambas promociones evidencian que la estructura de Podemos está en mínimos tras la descapitalización intelectual que ha sufrido el partido tras su acuerdo con el PSOE.

    DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA

    Podemos ha abandonado su retórica marxista para asumir el posibilismo socialdemócrata. Iglesias ya no parece tan incómodo con la cercanía empresarial de Felipe VI con un régimen como el de Arabia Saudí y de facto ha asumido que sus ambiciones en materia social quedan subordinadas a la doctrina económica impuesta por la Unión Europea.

    Los morados, que están achicando espacios con el PSOE para evitar malentendidos, pueden convertirse en el homólogo europeo de China, combinación de estética comunista y sentido común neoliberal.

    El PSOE, es evidente, ha dado ciertos pasos hacia su izquierda con los que se aleja de sus barones del agro (Vara, Page y Lambán) y Podemos se ha acercado a la socialdemocracia y ya no mira mal a un personaje carbonizado como Dolores Delgado.

    MONEDERO GANARÁ PESO Y ERREJÓN ESPERA SU TURNO

    Podemos tendrá que asumir contradicciones para romper el mito que dice que las fuerzas marxistas no pueden gestionar las administraciones con igual o mejor desempeño que los partidos del consenso socialdemócrata o socialiberal (el bipartidismo o turnismo: PSOE y PP).

    Podemos
    Iglesias junto a Monedero. Foto: Flickr Podemos.

    Iglesias, consciente de que el futuro de Podemos depende de su rentabilización de dos hijos del marxismo cultural que están en boga (ecologismo y feminismo), apostará por mantener su espacio de entrevistas para acercarse a la intelectualidad, en este caso desde el canal de Youtube de Podemos, y mimará el ‘think tank rojo’ que tejerá Juan Carlos Monedero en modelo FAES.

    Podemos no puede descuidar al tejido social que ha contribuido a su poderío actual y tampoco puede dar brincos ideológicos porque Íñigo Errejón, desde Más País, está a la espera de salir de su cuartel de invierno con una bandera verde o roja, lo que tercie.

    SE AVECINA TRIPLE TORTAZO ELECTORAL

    Podemos está obteniendo una ligera prima demoscópica tras su irrupción en el Gobierno, pero Iglesias es consciente de que la mayoría de medios madrileños, tanto en papel como en versión digital, tienen un odio africano hacia los morados que podría traducirse en malinterpretaciones interesadas de las próximas citas electorales.

    En 2020 están previstas tres citas con las urnas. Galicia, Euskadi y Cataluña, esta última previsiblemente, celebrarán sus citas autonómicas y es evidente que Podemos anotará salvajes caídas de voto.

    ¿Lo hará por su entrada en el Gobierno? En principio, no. La caída se producirá porque Podemos estaba muy fuerte a nivel electoral en 2016, segunda fuerza en el Parlamento gallego (aunque desde noviembre el grupo está roto por desaveniencias con Luís Villares) y tercera fuerza en Euskadi.

    CAÍDAS

    Está previsto que en Galicia caigan con estrépito por la resurreción del histórico Bloque Nacionalista Galego, que aspira a tejer un tripartito antiFeijóo con PSdeG y los morados. En el País Vasco el diputado Lander Martínez, antiguo aliado de Errejón, también sabe que el PSE les sorpassará con suma facilidad.

    En Cataluña tampoco hay buenas perspectivas. Pero el caso gallego es el más doloroso: cuenta la prensa gallega que Beirás, que tuvo como asesor en las elecciones gallegas de 2012 a Iglesias, estaría encantado de un pacto entre su Anova, distanciada de Podemos, y el BNG, ahora aliado con un partido afín al histórico dirigente gallego: EH Bildu.

    LOS DOS SENADORES ROMANOS DE PODEMOS

    Julio Anguita bendice el pacto entre PSOE y Unidas Podemos, pero se lamenta de que el programa sea «de socialdemocracia muy tibia». Xosé Manuel Beirás, distanciado de Iglesias desde hace años, advierte que el Gobierno no es de izquierdas: es progresista, que según él «es otra cosa».

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    El ex coordinador federal de IU ha advertido que los morados se van a «encontrar con dificultades para todos, para los ministros de Unidas Podemos y el Gobierno en su conjunto, que no son los aspavientos delirantes del tripartito de la derecha, sino el IBEX, la Iglesia, los elementos del PSOE que no están por la labor y la obstrucción que se hará en las instituciones contra las política del Gobierno«.