Sánchez respalda a Ábalos y defiende que «evitó una crisis diplomática»

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado su respaldo al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ante la polémica surgida por su encuentro con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y ha explicado que la reunión se produjo «para evitar una crisis diplomática».

En concreto, Sánchez ha mostrado todo su «respaldo y aprecio» a Ábalos tanto a nivel político como personal. «Puso todos los esfuerzos para evitar una crisis diplomática y logró evitarla«, recalcó Sánchez.

Sánchez ha asegurado «no entender» que la oposición critique a un miembro del Gobierno por evitar crisis diplomáticas, después de que PP y Vox hayan exigido la dimisión del titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana por el encuentro con la ‘número dos’ de Nicolás Maduro en el aeropuerto de Barajas.

«Tenemos una oposición que utiliza el dolor del pueblo venezolano para confrontar con el Gobierno de España», ha señalado durante su visita a las zonas más afectadas por el paso de la borrasca ‘Gloria’ en la Comunidad Valenciana y en la Región de Murcia.

Sobre la crisis en Venezuela, Sánchez ha insistido en que la situación requiere de diálogo y de poner en marcha medidas que lleven, «inevitablemente, a la celebración de elecciones cuanto antes«.

Sánchez ha asegurado que la «crisis es muy compleja», una realidad que se ha reflejado estos días en las discrepancias entre los dos expresidentes socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, sobre cómo abordar una solución.

El presidente ha defendido que desde España se ha dado respuesta a muchas de las peticiones de asilo, como de cobertura a líderes de la oposición en Venezuela. En este sentido, ha recordado que el líder de la oposición, Leopoldo López, está en la embajada española en Venezuela.

Sánchez ha apelado a abordar una política de Estado de Exteriores, y, en particular ,con un «pueblo hermano» como es Venezuela para que entre todos «puedan ayudar a la sociedad venezolana a encontrar, por la vía democrática, una solución a esta crisis».

ÁBALOS: «NO ME ECHA NADIE»

Por su parte, Ábalos ha respondido a aquellos que, como Vox y PP, piden su dimisión por este polémico encuentro en el aeropuerto de Barajas en la noche del domingo al lunes. «Otros quizá estén en la política de paso. No, yo vine para quedarme y no me echa nadie», ha advertido.

El también secretario de Organización de los socialistas ha intervenido este sábado en el Comité Nacional del PSdeG-PSOE en Santiago de Compostela, donde ha confesado estar en medio de un fin de semana «un poco rarito». «En fin, molesta, pero no me impacta. ¿Sabéis por qué? Porque vengo de muy lejos, en esto estoy desde el año 76«, ha explicado.

Tras agradecer el «ánimo» que, según ha dicho, le trasladan los miembros del partido, ha matizado: «Sinceramente, tampoco es que me haga mucha falta. Tengo clara cuál es mi labor». Y es que, a su modo de ver, todo forma parte de una estrategia para «atacar unas siglas de 140 años de honradez».

«Cuando ocurre una cosa de estas, ¿sabéis en qué pienso? En el presidente del Gobierno. Cuando a uno le molesta esta tontería, imaginaos el presidente del Gobierno, con una presión tremenda que lleva años aguantando», ha proseguido, para luego resaltar la «fortaleza» de la formación y su «capacidad para crear afectos y su solidaridad». «La fortaleza de este partido radica en su unidad. No de ahora, de siempre», ha insistido, elogiando además su origen obrero.

Frente a todos estos «ataques» por parte de la oposición, de los que dice que «no es la buena política», Ábalos ha apelado a la «entereza» y la «tranquilidad» de quien gobierna: «Ya sabíamos de qué iba esto. Ya sabíamos las consecuencias de todo esto. Las tareas valientes siempre van a encontrar resistencias. Lo importante es que sigamos cumpliendo con la agenda del cambio».

El secretario de Organización del PSOE ha enmarcado esta estrategia en «un síntoma de debilidad» y ha lamentado que PP y Ciudadanos vayan «a remolque» de las propuestas de Vox. «Es la ultraderecha la que está situando la agenda de debate político. Los tienen absolutamente condicionados allí donde gobiernan y nos piden explicaciones al resto», ha remachado.