Los concejales de Madrid, contra el plástico: solo beberán agua del grifo

  • La iniciativa ha sido aprobada por unanimidad por todos los partidos políticos.
  • El proyecto ha sido presentado conjuntamente por el PSOE y por Más Madrid.
  • Los impulsores esperan que esas botellas que se ahorrará el Ayuntamiento no acabarán en el mar.
  • Todos los partidos de la capital se han puesto de acuerdo, de forma inédita. Desde Vox hasta Más Madrid. Su motivación para luchar contra la contaminación por el plástico no tiene parangón. Por ello, todas las formaciones han aprobado por unanimidad este martes que, a partir de ahora, en el Ayuntamiento de Madrid solo se podrá beber agua del grifo. Con este gesto, los políticos pretenden que haya menos botellas de plástico en una ciudad donde el agua del grifo es «reconocida en cualquier lado».

    Los emotivos discursos se han sucedido uno tras otro en la tribuna del Consistorio. Quien no presumía de que sería capaz de reconocer el sabor del agua del grifo madrileña en cualquier parte del mundo (como si de una cata de vinos se tratara), hacía un recordatorio sobre la historia etimológica de Madrid, cuyo origen parece ser que también tiene que ver con ese agua que los concejales tanto codician. Pero todos ensalzaban el agua del grifo como una de las mejores del mundo. ¿Por qué entonces beber tanta agua embotellada?, se han preguntado algunos de los ponentes.

    Ahora, enmarcado en ese título autocondedido de Green Capital completamente improvisado, el Ayuntamiento de Madrid ha querido demostrar su feroz compromiso con la lucha contra la contaminación. Ya no habrá más botellas de plástico en el Consistorio. Ni una más. Y para escenificarlo, alguno de los concejales ha querido dar un par de sorbos a su taza cargada de agua para demostrar a sus compañeros de profesión lo deliciosa que está el agua del grifo madrileña.

    Esta es una iniciativa conjunta del PSOE y de Más Madrid. La han presentado este martes el portavoz del grupo municipal socialista, Pepu Hernández, y la portavoz del grupo municipal Más Madrid, Marta Higueras, con el objetivo de que no haya más botellas de plástico en el Ayuntamiento «que acaban en el mar». «Que asegure la distribución de agua de grifo en todas las dependencias del Ayuntamiento, Juntas Municipales de Distrito, Organismos Autónomos y Empresas Municipales, así como en los eventos que estas desarrollen, promoviendo igualmente la utilización de envases ecológicamente sostenibles», detallan en esta propuesta.

    El Partido Popular, Ciudadanos, Vox, el PSOE y Más Madrid han apoyado la medida de Pepu Hernández e Higueras por unanimidad. De hecho, ha sido de las pocas iniciativas del Pleno del Ayuntamiento que se han aprobado con el voto favorable de todos, ya que los bloques políticos han estado muy vigentes durante casi toda la sesión del Pleno.

    Hasta Vox, muy crítico con el cambio climático, ha estado de acuerdo con impulsar el agua del grifo madrileña. Igual por ser una seña de identidad local, o porque simplemente están de acuerdo con producir menos residuos de plástico desde el Consistorio, pero a la hora de la votación, todos los partidos han dado el sí a la iniciativa de Más Madrid y de los socialistas.

    El agua del grifo de Madrid tiene el certificado de óptima. Es decir, que básicamente se puede beber, se puede regar las plantas con ella, se puede cocinar y se puede utilizar para los electrodomésticos. Cualquier cosa. Pero lo mejor es que es barata. Un litro cuesta de media al consumidor algo más de 0,0015 euros, un precio más que asequible que el Ayuntamiento ha querido llevar a sus instalaciones.

    Todo esto ha hecho a los partidos ensalzar la labor del Canal Isabel II, la empresa que se encarga de mantener y gestionar el agua que riega a todos los hogares madrileños. Algunos de los ponentes, especialmente de la derecha, se han encargado de recordar el gran trabajo del Canal y han hecho una comparación que no ha pasado desapercibida. «Si el urbanismo de Madrid es de Carlos III, los parajes naturales de Felipe II, el agua es de Isabel II».