Muchos cazadores emplean a los galgos como herramientas. Cuando ya no pueden correr y dar de sí lo que sus dueños esperan, se acabó el trato. En el mejor de los casos les abandonan cuando acaba la temporada de caza. Y en el peor, los ahorcan o matan de miles de formas para luego afrontar, como mucho, dos años de cárcel; siempre que les pillen. Algunas entidades como la Real Federación Canina de España desmienten que sean 50.000 los galgos abandonados cada año. Otros rebajan la cifra a 20.000. Pero lo cierto es que ha llegado el fin de la temporada de caza, y llegará el calvario para muchos de estos animales.
Ahora, la Guardia Civil acaba de encontrar en Burgos un criadero ilegal con 13 galgos en un «deficiente estado de salud» y están investigando a tres personas por maltrato animal. Esto ocurre cada año. Por febrero y marzo es común que circulen por las redes sociales imágenes de galgos ahorcados, quemados o sacrificados de mil y una formas por el fin de la temporada de caza. Desde la Real Federación Canina de España entienden que la cifra que circula por algunos titulares de 50.000 galgos abandonados es falsa. Ellos aseguran que el Seprona considera estos datos parte de una «leyenda negra» y que algunos de los documentos gráficos que circulan por las redes pertenecen a otros países.
La famosa cifra de los 50.000 galgos abandonados es de la Plataforma No a la Caza (NAC). Pero la Real Federación Canina de España considera que se trata de un bulo. Otras asociaciones relacionadas con el asunto consideran que es mucho menor. O que incluso no se sabe ni de manera relativa cuántos galgos son abandonados y sacrificados en el país. El Seprona registró el abandono de 52 canes de esta raza en 2018. Un dato que contrasta notablemente con esos 50.000. En España se abandonaron ese mismo año en total 172 perros de caza. Unas cifras que las asociaciones animalistas cuestionan.
Madrid será la capital de los perros este año. El World Dog Show tendrá sus puertas abiertas en IFEMA entre el 23 y el 26 de abril y en la rueda de prensa y presentación han hecho una mención especial a estos animales tan maltratados por el mundo de la caza.
Los crían, los usan en sus años buenos y los abandonan cuando ya no son aptos para hacer la labor que los cazadores esperan. El criadero desmantelado en Burgos estos días por la Guardia Civil tenía 13 galgos malnutridos. Y las tres personas que serán investigadas por maltrato animal solo afrontarán una pena que no llegará a los dos años. Este criadero se encontró gracias al trabajo de una inspección conjunta llevada a cabo por el Seprona de la y efectivos de la Unidad Administrativa de la Policía Local. Pero aún hay muchas que siguen en el olvido.
La forma de matar a los galgos es variada. Muy común es aquella por la que los maltratadores deciden ahorcar al animal. Pero las fotos que han circulado por las redes sociales son de todo tipo. Los datos de la Guardia Civil son oficiales, pero es cierto que reconocen que solo son los que pueden documentar por denuncias o inspecciones realizadas por ellos mismos.
De hecho, muchos de los galgos que utilizan para la caza no tienen ni las vacunas ni los registros pertinentes. Según la Guardia Civil, sobre el criadero ilegal desmantelado en Burgos, únicamente tres perros tenían la vacuna de la rabia. El resto no tenían prácticamente ningún tipo de cuidado veterinario.
En el criadero ilegal vivían diez galgos adultos y tres cachorros, distribuidos en siete casetas techadas, cuya construcción era tan pésima que ponía en peligro la integridad de los animales.