Villarejo costeó con 75.000€ gastos personales del exjefe de seguridad del BBVA

El comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo costeó con más de 75.000 euros gastos personales del exjefe de seguridad del BBVA Julio Corrochano, principalmente muebles y otros efectos similares.

Así consta en un informe de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional, al que ha tenido acceso Europa Press, incorporado al sumario de la pieza 9 del conocido como ‘caso Tándem’, la macrocausa que investiga las actividades presuntamente ilícitas del comisario jubilado.

Según el documento, los pagos, efectuados entre julio y octubre de 2013, habrían sido realizados por Stuart & McKenzie, una de las sociedades de Villarejo, y cobrados por Selhogar Confort, «cuyo beneficiario parece ser Julio Corrochano».

Las facturas aportadas por Selhogar Confort están repartidas por pedidos y por muy diversas cantidades, desde los 500 hasta los 11.695 euros. En unos casos, por ejemplo, los conceptos sólo mencionan la palabra ‘mobiliario’ y fueron emitidas en varios pagos.

En otros casos, son más específicas: Villarejo compró un aparador modelo ‘Empire’ y una mesa de comedor modelo ‘Samburu’ por algo más de 8.000 euros; un radiador ‘Soho’ por casi 800 o mesitas auxiliares por 2.767, 571 y 747 euros.

SEGUIMIENTOS, PAGOS ÍLICITOS Y DÁDIVAS

Según ya reflejó la Fiscalía Anticorrupción en uno de sus informes aportados a la causa, alguno de los directivos investigados en esta pieza 9 habría percibido dádivas del entorno del entramado empresarial de Villarejo por facilitar tales contrataciones.

Julio Corrochano, que había sido compañero del comisario en la Policía Nacional, ostentaba el cargo de jefe de seguridad del banco y habría sido el contacto de Villarejo con el banco cuando éste le contrató para frenar el desembarco de la constructora Sacyr en el consejo de administración.

Pero la relación entre el expolicía y el BBVA no terminó ahí, sino que lo que investiga esta pieza 9 de la macrocausa son los 13 años de contratos que Villarejo firmó con esta entidad presidida entonces por Francisco González.

Se trataba, sobre todo, de servicios de inteligencia, «de naturaleza patrimonial y carácter ilícito», además de seguimientos personales y acceso a comunicaciones o documentación bancaria, actividades que supusieron «múltiples» vulneraciones de derechos fundamentales de varias personas, según Anticorrupción.

La Fiscalía afirma que del análisis de la documentación en soporte papel y digital incautada en los registros practicados en el mes de noviembre del año 2017 y de la documentación aportada por BBVA se acreditaría que la contratación y los pagos presuntamente ilícitos a la mercantil Cenyt afectaron a varias áreas sensibles del banco y a diversos ejecutivos de la entidad durante un prolongado periodo.

EL ‘PROYECTO FG’

El comisario jubilado y en prisión preventiva José Manuel Villarejo señala en un informe que lleva por título ‘Proyecto FG’ que habría contactado con hasta 49 políticos, periodistas y colaboradores con el objetivo de boicotear el intento de Sacyr de entrar en el consejo de administración del BBVA. A esto suma seguimientos de objetivos, pinchazos telefónicos, infiltraciones en servicios de seguridad y hasta incidencia en líneas editoriales de medios de comunicación.

Según la sinopsis de ese informe, incluido en el sumario de la Pieza 9 del caso ‘Tándem’ del que se ha levantado el secreto esta semana, el objetivo de los trabajos de Villarejo era «boicotear las acciones» previstas contra «K» (el cliente) y provocar el «abandono del acoso» contra el ex presidente del BBVA Francisco González, así como mejorar su reputación.

Este informe se enmarca dentro de los apuntes del comisario retirado destinados a justificar sus labores para la entidad, y recoge que el objetivo del departamento jurídico del banco era contactar con accionistas de SV (Sacyr Vallehermoso) para convencerlos de que actuaran a favor de Francisco González. Cabe recordar que en 2004 el banco contrató los servicios del policía para conseguir frenar el desembarco de la constructora Sacyr en su Consejo de Administración.

Para tal fin, Villarejo (siempre según anotaciones de ese Proyecto FG) llegó a contactar con hasta 89 medios de comunicación, mantuvo 73 citas con servicios de inteligencia del Gobierno, 27 encuentros con miembros de servicios de inteligencia extranjeros, 64 contactos con especialistas en economía y hasta 49 «acercamientos» al entorno privado de miembros de Sacyr.

En uno de los puntos del proyecto que lleva por nombre control de comunicaciones, refleja 16.000 comunicaciones analizadas, de las que 9.700 aproximadamente son de móviles relacionados con el GH (Grupo Hostil). Otros 6.700 serían comunicaciones realizadas desde fijos en oficinas y domicilios privados y hasta 869 conversaciones interceptadas, de las que sólo «un 5% son relevantes». Entre esas conversaciones cuenta algunas del exministro de Industria Miguel Sebastián, del empresario Juan Abelló, del entonces presidente de Sacyr Luis del Rivero o del que era presidente del Santander Emilio Botín.