El expresidente de BBVA Francisco González tacha de ‘»frívola» la «absoluta falta de rigor» en las acusaciones «tan graves» vertidas sobre su persona, la «ausencia total» de pruebas que las sustentan y la «inexplicable» carencia de argumentos jurídicos.
Así lo manifiesta González en un comunicado remitido a Europa Press pocos días después del levantamiento del sumario de la pieza separada número 9 de la causa Tándem, en la que está siendo investigado por presuntos delitos de cohecho y revelación de secretos por los contratos entre la entidad bancaria y el comisario jubilado José Manuel Villarejo durante 13 años y por importe superior a 10 millones de euros.
«González quiere manifestar su más absoluta indignación y sorpresa ante la intolerable agresión que está sufriendo a raíz de la ligereza y frivolidad de las acusaciones vertidas sobre su persona», indica el comunicado.
Según explica el expresidente de BBVA, existe una «absoluta» falta de rigor en las acusaciones. En base a lo conocido del sumario, cree que el escrito de la Fiscalía Anticorrupción se basa en «simples indicios e incluso meras conjeturas, así como en opiniones y declaraciones de terceros, que están en una posición de defender su propia situación personal».
En este sentido, subraya que siempre ha mostrado su «total» disposición a actuar con plena transparencia en este procedimiento y, añade, fue la única persona que de forma voluntaria no se acogió a su derecho a no declarar por estar el sumario bajo secreto –al igual que BBVA–.
González recuerda que acudió de forma voluntaria a la Audiencia Nacional el pasado 18 de noviembre, dando una «cumplida y detallada» respuesta a las preguntas del juez instructor Manuel García Castellón, y de los fiscales anticorrupción Miguel Serrano e Ignacio Stampa.
El el escrito remitido, González remarca su confianza en la Justicia y asegura que seguirá colaborando con cualquier nueva petición en el marco de la instrucción, aunque el secreto se haya levantado.
CULPA A CORROCHANO
En este orden de cosas, González ha querido remarcar algunos puntos de su declaración, como que «nunca» tuvo conocimiento de la contratación de Cenyt ni que ésta fuera del comisario Villarejo. El expresidente del banco con sede en la Vela asegura que no supo nada hasta mayo de 2018, cuando lo conoció a través de lo publicado en un medio de comunicación.
Precisamente fue en este momento cuando impulsó una investigación interna dentro de BBVA para conocer el alcance de estos supuesto trabajos.
González ha reiterado en numerosas ocasiones que él nunca intervino ni conoció ningún detalle de la contratación de esta empresa de detectives, ni en 2004, cuando se produjo el intento de asalto de Sacyr al banco, ni cuando se la volvió a contratar en años posteriores para recuperar activos promotores inmobiliarios que tenía deudas con el banco.
«La contratación de Cenyt fue responsabilidad del director de Seguridad, Julio Corrochano, que era a quien correspondía tomar esta decisión», subraya González en el comunicado.
En caso de haber tenido conocimiento de que la contratación de esta empresa era ilegal, el exbanquero apostilla que «nunca lo hubiera permitido». Es decir, que, de haber alguna irregularidad, se hizo a sus espaldas.
También señala que «jamás» ordenó a nadie la contratación de ninguna empresa de detectives para estos trabajos de investigación y, en su caso, si fue informado por alguno de los ejecutivos del banco de que iba a contratarse una empresa, su único comentario habría sido que se pusiera en contacto con el director de Seguridad, ya que eso formaba parte de su responsabilidad.
GONZÁLEZ CONTRADICE A BÉJAR
Su declaración se contradice con la del exdirectivo y expresidente de Distrito Castellana Norte (DCN) Antonio Béjar, quien reconoció en su declaración judicial ante el juez que González le dijo personalmente, durante un encuentro en su despacho, que debían contratar para un tema de investigación a impagados a la empresa que dijera el jefe de seguridad del banco, Julio Corrochano, que resultó ser Cenyt, la firma de Villarejo.
La contratación de Cenyt, empresa cuyo nombre no le aportó González a Béjar en el citado encuentro, se realizó después de que el banco no obtuviera los resultados que el entonces presidente esperaba con otra agencia diferente, Kroll, que fue fichada a través del despacho británico Simons&Simons a propuesta de José Ignacio Goirigolzarri, en ese momento consejero delegado de la entidad.